Desde hace días, sino meses o años, venimos escuchando acerca de precios ridículos en los conciertos. La cosa parece estallar cuando se informa de un segundo show de Faith No More "La Gala" y rápidamente en twitter, facebook y varias otras partes podemos ver el descontento común de quienes somos consumidores de conciertos en Chile. Cambios repentinos, malos establecimientos, precios irracionales, divisiones aburdas, y en general, malas prácticas por parte de las productoras es lo que la protesta virtual #boicoticket pretende revocar.
Marisol García escribe en su blog un artículo muy cierto y claro acerca de cómo nos están viendo las caras hace rato. Si empezamos a recordar, tenemos varios casos parecidos; el concierto de U2 en el 2006 por ejemplo, fue el con las entradas más caras de toda la gira de la banda por el mundo, todo esto junto con que hubo restricciones en la venta de tickets (Ripley). Casi lo mismo pasó con Madonna el año pasado y Entel Pcs.
Mucho se habla de un "No a la cancha Vip" pero más que eso, debiera ser un "No a los precios excesivos". Este año, vemos casos como el concierto de The Killers en en que se cobra más de $20 mil pesos por tribuna (ese espacio arriba arriba, bien arriba) y casi $60 mil por cancha (no vip) en el Movistar Arena. Personalmente lo encuentro un descaro, y quien pague esa suma debe ser un acérrimo fanático y casi más que eso. En el caso de Depeche Mode, la cancha vip cuesta $65 mil y las entradas ya están agotadas. Y como menciona Marisol, para ver a Arjona sólo a unos metros debes pagar $200 mil, para Charles Aznavour $165 mil y Laura Pausini $106.400. Ni Radiohead, ni Roger Waters!
Pero la cosa también va por todo lo que signifique organización. Para Radiohead, quiénes compramos con anticipación nos tuvimos que conformar con tener que ir al que sería un segundo show (habiendo comprado para el supuestamente primero) y luego, acatar el cambio de recinto, que afectó directamente a quienes habían comprado las entradas más caras, pagando por comodidad y cercanía. Ahora, quienes compramos entradas para lo que sería el único show de Faith No More en el Estadio La Florida, no tenemos opción. "La Gala", que será en el Teatro Caupolicán tiene precios, aunque elevados también, casi al mismo nivel que los de La Florida. ¿Es el Caupolicán un mejor lugar? Si lo es, no al nivel de considerarlo como para hacer una gala pero, se ve mejor, es más pequeño y talvez, un poco más cómodo.
Por esencia, los conciertos son momentos en que los fanáticos tienen la oportunidad (sin exclusividades) de tener una próximidad con la banda que va a ver. Uno paga finalmente por comodidad y distancia equivalente al valor de la entrada y no para estar aplastado como sardinas, ni saltando para ver el escenario, escuchar mal y ver cómo dejan pasar por un lado al "cliente Vip". Que las productoras también empiecen a pensar como consumidores, como simples cosumidores, puesto a que se nota, que su objetivo es otro. Ya basta, paremos con el abuso.
Ahora, puedes participar activamente en las "protestas virtuales" que se han generado y probar que, al menos podemos dar de qué hablar, debatir y defender. Claramente los resultados no serán a corto plazo, pero la efectividad la sabremos cuando el tema se propague con cuanta persona se nos cruce y podamos desahogarnos completamente. Si tienen algo qué decir, háganlo, éste es el momento.
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