Algunos pueden no haber tenido la suerte de toparse con la música de Yael Meyer y hay que decir que esas personas se han perdido de mucho. Yael es chilena, pero vive hace algunos años en Estados Unidos. Con sus canciones, ha participado en el soundtrack de documentales, películas, series de televisión y festivales nacionales e internacionales de gran importancia. Su música posee la cualidad de amoldarse perfectamente a estos escenarios y de hinchar un poquito el corazón de quiénes la oyen.
Desde pequeña, Yael estuvo expuesta a la música. En su casa se escuchaba mucha música de los 60 y 70, además de lo que sonaba en la radio. Tenía sólo cinco años cuando comenzó con clases de piano en la Escuela Moderna de Música. A los 12, cambió ese instrumento por la guitarra. Sin duda, es alguien que ha estado inmersa en la música desde muy joven y esto puede verse reflejado en sus creaciones: canciones minuciosamente trabajadas, con muchas capas de complejidad pero que se presentan de manera simple a quién las escucha.
“La música que más disfruto y que más me inspira es así. Al mismo tiempo, es la forma como veo el mundo y como me inspira mi entorno. Uno puede mirar una simple hoja y ver sólo una hoja. Pero si uno pone atención y mira realmente, se pueden ver diferentes matices de color, pequeñas venitas que llevan nutrientes a cada parte de la hoja, así como diseños únicos a pesar de que a simple vista parezca que son todas son iguales. El mundo a nuestro alrededor es de una simpleza asombrosa, pero dentro de esa simpleza existe una gran complejidad. Quisiera que de alguna manera mi música pudiera representar las cosas que me llaman la atención cada día y lo me que inspira”.
Al haber empezado su carrera musical a tan temprana edad, es evidente que el tiempo ha ido puliendo la forma en que trabaja. Esto se ve representado en lo que ella misma llama una evolución natural. “Siempre he querido buscar experiencias que me brinden la oportunidad de crecer, descubrir, cambiar y mejorar. Mi música refleja estas diferentes experiencias y procesos”.
Teniendo ya claro que su vida seguiría por el camino artístico, Yael postuló a una beca para estudiar música en el Berklee College of Music en Boston, y ganó. “Es un lugar realmente especial donde uno tiene la oportunidad de compartir las 24 horas del día, 7 días de la semana, con músicos de diversas partes del mundo. Es un ambiente único y muy enriquecedor donde varias culturas se mezclan para entregar lo mejor de lo suyo”.
Este intercambio cultural se ve reflejado en su primer disco, “Common Ground” (2004). En él hay muchas colaboraciones con músicos de diversas partes del mundo: Argentina, Alemania, Hungría y Chile, por dar algunos ejemplos. “En ese trabajo hubo un esfuerzo consciente de reunir varias culturas, por eso el título. Quise reunir a personas de diferentes partes del mundo, diferentes orígenes, opiniones, puntos de vista, experiencias, y crear un espacio en el que todos pudiéramos crear algo en conjunto”.
Quizás esta universalidad que rodea a la música de Yael es lo que permite que funcione en diferentes escenarios y se adecúe en cada uno de ellos. Sus canciones han sido parte de desfiles de moda de Ralph Lauren, documentales, series norteamericanas de televisión. Además de haberse presentado en lugares tan diferentes como Budapest o Santiago de Chile.
“Al comenzar cualquier tipo de trabajo musical, es mi intención crear algo que pueda llegar a la mayor cantidad de gente posible y a la vez posea una universalidad sin comprometer mi visión artística, restringir mi libertad expresiva o la identidad de la canción”.
Justamente, Yael tiene tres canciones de su nuevo disco – “Heartbeat EP”- incluidas en la banda sonora de la última película de Nicolás Lopez, “Que Pena Tu Vida”. En este soundtrack participan además varios artistas nacionales, como Picnic Kibún, Perrosky, Astro, Casino y María Perlita, entre otros.
“Tras ver un corto que él había hecho para la película -y que me encantó- decidí ser parte de ese proyecto. Me imagino que debe haber sido mucho trabajo reunir a tantos artistas para la compilación, pero me alegro de que tantas bandas y artistas nacionales hayan tenido la oportunidad de participar”.
Heartbeat EP: Maravillosa sinergia
En su última placa, Meyer trabajó junto al productor Bill Lefler. Esto, a diferencia de su primer álbum, donde realizó sola esa labor, además de hacer la ingeniería en sonido y tocar casi todos los instrumentos. “Estoy feliz de haberlo hecho pero no quisiera volver a trabajar de esa misma manera”.
“En “Heartbeat EP” colaboré al cien por ciento con Bill. Cada uno pudo contribuir y darle espacio al otro para entregar su trabajo, su talento y su creación, y para mí eso fue una experiencia increíblemente enriquecedora. Cuando se encuentra a la persona apropiada y se genera una cierta sinergia, es algo maravilloso. En este caso me permitió a mi ser artista y preocuparme de un aspecto del trabajo y dejar que otra persona -mucho más talentosa que yo en el aspecto de producción- pudiera aportar y nutrir el proyecto”.
“Heartbeat EP” se encuentra disponible a través de Itunes, medio que cada vez toma más importancia para los artistas. Vender discos es algo que se ha hecho cada vez más difícil con el tiempo, especialmente las ediciones físicas de estos, siendo internet un medio que puede ayudar en términos de difundir un trabajo, pero no necesariamente para venderlo.
“El precio de venta de un álbum no es del todo representativo del trabajo y esfuerzo involucrados en la creación del mismo. Históricamente la mayor fuente de ingreso de un artista no han sido los discos, sino que el ingreso generado por conciertos en vivo y otras mercancías relacionadas con la banda o el artista. Como músicos, quisiéramos que la gente apoye y valore nuestro trabajo y que eso se traduzca en la venta de discos, en vez de piratería o descargas gratis“.
“Hoy, más que nunca, la gente obtiene muchos de sus productos de consumo y gran parte de su información por medio de internet y sería ingenuo -en mi opinión- pensar que eso va a cambiar en un futuro cercano. Creo que liberar discos o canciones para descargar gratuitamente puede también ser positivo para el artista, dependiendo de la estrategia que haya por detrás. Yo no veo internet y la revolución que ha generado en el mercado como algo negativo, sino que como una oportunidad para usar las herramientas que tenemos hoy de manera creativa y poder llegar a más personas”.
“Hoy el mundo es mucho más pequeño y estamos todos más conectados que nunca. Mi idea es poder llevar mi música a diferentes partes del mundo por muchos años más. Creo que vivir de la música y desarrollarse como artista es difícil en cualquier lugar del mundo y pienso que la mejor manera hacerlo es desarrollando una carrera internacional”.