Foto por Pooneh Ghana.
¿Estás entre giras ahora?
Kevin Parker: Sí, y es divertido. Pasamos tanto tiempo fuera, haciendo cosas, que cuando vuelvo a casa digo “bueno, ¿qué hago ahora?” (risas). He estado en mi estudio, mezclando nuevos sonidos con cosas compradas mientras andaba de viaje.
Que estés en el estudio es una buena noticia para todos los que ya preguntan por el tercer disco de Tame Impala…
Oh, sí. Estoy grabando todo el tiempo, registrando ideas. Es difícil saber qué terminará siendo Tame Impala y qué será sólo nada, y es demasiado pronto para decir qué será parte de ese álbum. No sé cuándo ocurrirá, pero va a pasar, obviamente.
No es como que tengas plazos.
No, para nada. Los plazos son mis enemigos (risas).
Las expectativas son altas, sobre todo si consideras la explosión que fue “Lonerism” (2012) en términos de recepción. ¿Cómo has sentido esas reacciones, a un año de su lanzamiento?
Muy sorpresivas. Es decir, cuando salió el disco esperábamos que fuera una locura, porque eso es lo que pasa cuando sacas un disco: la gente se vuelve loca. Aún si no es muy bueno (risas), porque la gente que trabaja con nosotros, sello y demáses, saben cómo conseguir eso. Pero si se queda en la gente, si se enamoran de él, es algo que no sabes sino hasta unos meses después. Cuando vas a otros países y la gente está muy emocionada. Ahí es cuando sabes que lo hiciste bien (risas).
¿Y cómo te sientes tú sobre “Lonerism”, después de todo este tiempo?
Ese tiempo es bueno, porque puedo ver qué hice mal. Veo con más claridad lo que haré la próxima vez, porque como músico o artista siempre evolucionas. Cuando estás grabando puedes sentirte inseguro o amar lo que haces, las emociones están disparadas. Y cuando sale estás confundido, no sabes qué es qué. Sólo después de un año del lanzamiento puedo verlo, escucharlo y entenderlo como otra persona lo haría.
Con eso en mente, ¿ya sabes cómo será lo que viene?
Sí, definitivamente. Pero hace que piense sobre el propósito de mi música, ¿sabes? Cuando voy a escribir algo nuevo, me pregunto “bueno, ¿por qué hago música?” (risas). Quiero que el próximo álbum tenga un objetivo distinto. El último podía ser una especie de oso de peluche para alguien (es decir, puede ser tantas cosas para diferentes personas, lo sé). Pero quiero que el tercero sea menos un compañero y más algo que se pueda escuchar muy fuerte (risas). No es que “Lonerism” no se pueda escuchar fuerte, pero es tan crujiente que se pierden cosas. Quiero que el próximo se pueda escuchar realmente fuerte.
Tomando eso en consideración, ¿cuál era tu propósito al principio? En ese primer EP, o en “Innerspeaker” (2010).
Creo que en ese entonces quería encontrar los sonidos más locos que pudiera para hacer algo que jodiera con la mente de las personas (risas). Es decir, no sólo eso: si hubiera querido joder con la mente de las personas y nada más, hubiera sonado muy diferente. Había más énfasis en sólo experimentar con cosas raras, ¿sabes? Quizás más artístico, no sé. Más raro y mucho más oscuro. Era algo que podías disectar, intelectualmente casi. Quiero que el próximo disco te impacte de inmediato, que sea más instantáneo y te golpee en la cara.
O sea, pasaste de algo muy oscuro (“Innerspeaker”) a un oso de peluche (“Lonerism”).
Pero cuando digo oso de peluche, me refiero a un compañero. Ese disco es como… un consejero. Y quiero que el próximo sea como una amante secreta (risas).
Ésa es una gran definición.
(Risas)
HACER COSAS QUE LA GENTE NO ESPERA
Ahora no hay nada concreto. No hay plazos. Sólo ideas que trabajas cuando puedes. ¿Tienes alguna influencia externa en este proceso? ¿Qué te inspira mientras creas?
No escucho mucha música en esos momentos. Lo que más influye en mí es pensar. Dónde quiero estar al escuchar estos temas, o qué quiero estar haciendo, ¿sabes? Si vas a tu club favorito, con bandas tocando y la gente con que compartes todo el tiempo, amigos o lo que sea… Amo pensar en lo que escucharíamos si fuéramos a un lugar. Si escucho música, ¿qué quiero encontrar? ¿Quiero que alguien joda con mi cabeza? ¿Quiero estar bailando? ¿Quiero estar llorando? (risas) Eso es lo que me inspira: pensar en la atmósfera donde esta música puede ser más poderosa.
Hablemos sobre tus contemporáneos. ¿Qué te parecen los artistas de tu sello, Modular?
Siempre me ha gustado (The) Presets. Hay bandas geniales. Glen (Goetze) ha encontrado muchas, incluyendo a una nueva: Young Dreams. Soy un gran fan. Son como los Beach Boys electrónicos. Salimos de gira una vez y fue excelente, son grandes músicos y personas.
De cierta forma, la percepción mundial sobre el sello es que es una disquera electrónica. ¿Pasa lo mismo allá?
Sí, es muy similar. Creen que es un sello electrónico porque la mayoría de sus bandas lo son pero, estrictamente, no es el caso. ¡Su mayor éxito fue Wolfmother! Y Glen… Glen lo entiende. Descubre artistas geniales y tiene grandes ideas. Sólo es música que ellos, en Modular, piensan que es buena. O que les va a dar dinero (risas).
Hablando de bandas y giras, estás por salir en un tour con The Flaming Lips. ¿Cuál fue tu primera impresión cuando supiste que ya era un hecho?
Es una fantasía hecha realidad. La primera vez que los vimos en vivo pensé que era demasiado bueno para ser cierto. Y los hemos conocido, ahora somos amigos y, después de un tiempo, la posibilidad de una gira pasó a ser algo que todos pensamos que ocurriría, eventualmente: nos gustan las mismas cosas, tenemos fans parecidos. Y ahora, que va a pasar, tengo que seguir pellizcándome para saber si esto es real.
Hace unos días Tame Impala tocó un par de canciones de los Flaming Lips en vivo (‘Are You a Hypnotist?’ y ‘Silver Trembling Hands’). ¿Cómo las escogieron?
Eso salió muy rápido. Eran dos temas que nos encantan, dos de mis favoritos, pero sobre todo eran temas que podíamos tocar sin practicar. No tuvimos ensayos para hacerlo, los probamos literalmente una vez, en la prueba de sonido, y los mostramos en vivo. Vamos a sacarlos en un EP conjunto que saldrá para la gira con los Flaming Lips. De hecho, los estoy mezclando ahora, en mi estudio.
Hablando de canciones y conciertos, ¿cuáles son tus favoritas para tocar en vivo?
Me gusta ‘Feels Like We Only Go Backwards’, porque… no tengo que tocar nada, sólo cantar, y eso es muy divertido. De momento también me gusta ‘Be Above It’, por este jam que hacemos en el final. Es como un jam trance techno, distinto a todo lo que hay en el set, así que es algo que espero con ganas. En realidad, cada cinco minutos hay algo que espero que llegue en vivo, algo distinto a una versión de estudio o sólo algo diferente. Me encanta hacer cosas que la gente no espera, o escoger algo que no han escuchado antes.
¿Tame Impala tiene un set específico para sus shows en vivo, o se improvisa?
Tratamos de cambiar cosas, aunque sea un poco. Tenemos muchos pequeños interludes, detalles, tocamos un tema que se transforma en algo distinto, y luego eso pasa a ser la siguiente canción. Y obviamente hay que planificar ese tipo de cosas, es imposible que sean espontáneas. Queremos que nuestros conciertos sean un gran viaje.
En ese caso, ¿qué pueden esperar en Chile sobre el viaje que les presentarás?
Va a ser bueno. Estaremos frescos, sólo con un mes de gira en el cuerpo. Creo que tocaremos temas de “Lonerism” que no hemos mostrado antes. Eso va a ser divertido. Y habremos practicado de antemano, así que será agradable y llegaremos bien ensayados (risas).
Tame Impala regresará a nuestro país para tocar este sábado 19 de octubre en el Centro de Eventos Chimkowe, en una nueva fecha del Ciclo S.U.E.N.A. que presentan Virgin Mobile y Converse. La apertura estará a cargo de Cóndor Jet y las entradas continúan a la venta a través de sistema Ticket Express y sin recargo en tiendas Converse (Costanera Center, Parque Arauco y Plaza Vespucio).