Fotos por Jorge Severino
“Me encanta. Creo que se produce un cruce de generaciones y me parece que eso es importante, el diálogo permanente. No sé, yo creo que las diferencias generacionales en Chile tienden a ser segmentos separados, como feudos, ¿cachai? La música de los viejos, la música de los más jóvenes. Aquí no: aquí hay una sola música que viene desde la Violeta (Parra), desde Víctor (Jara), pasa por Congreso, por Julio Zegers, por Los Jaivas, llega a Los Tres, a Los Prisioneros, a nosotros. Es música”.
Mauricio Redolés, refiriéndose a la Noche en los Balcones de este año.
Por las razones que sean, Rockódromo no es visto como el tremendo evento que es. Como un festival de música chilena que mezcla géneros a través de sus diferentes instancias. Que -más allá del nombre- abre su espectro y no se limita a bandas de riffs, sino que intenta abarcar cuanto se pueda, en su afán de mostrar la producción sonora de estas latitudes, y lo presenta de forma gratuita.
Aún así, hay muchos que ni siquiera saben que existe o de qué se trata.
No obstante, las Escuelas de Rock (quienes están detrás de esta cita anual) continúan trabajando y mejorando, aprendiendo de la experiencia. Y eso se notó en varios pequeños detalles este domingo 5 de febrero, cuando comenzó la octava edición de esta cita de la mano de una de sus instancias más únicas: la Noche en los Balcones, en la Plaza Aníbal Pinto de Valparaíso, con dos consagrados y un joven talento sureño.
Para quienes nunca lo hayan presenciado (ya sea en vivo o via streaming), la Noche en los Balcones consiste en tres músicos presentándose en simultáneo, cada uno en un balcón de uno de los edificios de la Plaza. Una canción por turno, sus melodías van rotando y se van mezclando en un cóctel sonoro que en esta ocasión fue heterogéneo de principio a fin. Florcita Motuda y Mauricio Redolés, ambos profesores de las Escuelas de Rock, compartieron escenario (por así decirlo) con Camilo Eque, uno de sus alumnos.
“¡Es como que entren amiguitos nuevos al juego, poh! Siempre hemos jugado, y cuando somos gente muy conocida ya nos sabemos los juegos. Pero cuando llegan amistades nuevas, es interesante. Así integramos a Camilo”
Florcita Motuda
Cada uno con su propio lenguaje sonoro, desde eso de las 20:45 hrs. dieron comienzo a la cita. En la plaza, en la vereda del frente y en la calle se fue ubicando la gente que en un comienzo superó las mil personas y con el paso de las canciones se cuadruplicó rápidamente. Sin dudas Eque, ubicado en el balcón central, fue quien tuvo la misión más difícil de la noche: el asunto no era sólo tocar con dos tremendos compositores, sino que estar a la altura de que lo que ambos presentaron.
A su izquierda, Redolés abrió con ‘Blues de Santiago’ y armó, turno por turno, un repertorio que casi calificó como Grandes Éxitos (‘El Espejo’, ‘Eh Rica’, ‘Química’, ‘¿Quién Mató a Gaete?’). Y a su derecha, Florcita Motuda le hizo honor a su reputación de genio poco ortodoxo. “Haciendo trampa” con Lucas Saavedra en saxofón y Lucas Merlin, su hijo, en bajo, integró al público en sus coros, estrenó un tema inédito (‘El Encantador de Perras’) y entregó otro set notable.
Entre cada canción de ellos era el turno del valdiviano, y lo cierto es que lo suyo merece párrafo aparte. Porque, sin disco publicado aún (se espera que salga en abril) ni mayor reputación o nombre del que le han dado sus presentaciones en vivo y su campaña de Disco en Verde, se despachó un puñado de melodías intensas y letras urgentes, demostrando a cabalidad por qué estaba ahí. No sólo se llevó la ovación de los presentes, sino que también se aseguró a más de un nuevo fan de su música en el proceso.
“Hace poco me di cuenta que los Balcones es una intervención cultural, a mi parecer, muy importante. En cualquier lugar del mundo que se haga. Porque siempre la intervención es donde podemos llegar más al hueso en la carne del humano, donde tú vas caminando y te pillas con el arte, y el arte sólo sucede. Esto genera un poco de aquello y me doy cuenta de que es una instancia preciosa y, a la vez, súper relevante”.
Camilo Eque
Tras algo más de setenta minutos y dieciocho canciones, la exhibición del cortometraje “Los Tres Pescadores” del realizador Matías Lara cerró la edición 2012 de la Noche en los Balcones. Casi todos (salvo un par de ebrios aislados) hicieron su parte para hacer de lo de este domingo algo especial: público, músicos y producción, todos se confabularon y, como resultado natural, el inicio de este festival de música chilena fue memorable.
Rockódromo 2012 continúa con la Gira por los Cerros, con Claudio Narea y La Chinganera, entre el martes 7 y el jueves 9 de enero, y luego cierra en grande el viernes 10 y sábado 11 con Música Frente al Mar, dos días en el Muelle Barón que POTQ también estará cubriendo. Todas estas son actividades gratuitas cuyo detalle puedes revisar en la programación oficial.