El trío cordobés visita Chile por primera vez; un plan que llevan años amasando y que este mes de septiembre se vuelve realidad bajo la producción de Hotel Records. Conversamos con César Seppey sobre una década de carrera, estar al día en internet, disfrutar de hacer discos, y el increíble goce de habitar una escena e industria musical que no sectoriza por género.
Una deuda que, por fin, será saldada el próximo 21 de septiembre en Club Subterráneo. Tomás Ferrero, César Seppey y Gustavo Rodríguez conforman Rayos Láser, la banda oriunda de Córdoba con más de una década de carrera activa; una historia que comenzó discograficamente en 2013 con el debut homónimo, que ya suma los discos Villa Nueva (2014), Un Regalo Tuyo (2018), El Reflejo (2020) y La Distancia (2022). A pesar de ser bien activos en el ruedo trasandino, es la placa del 2020 la que le da una mayor notoreidad al trío a nivel regional: El Reflejo les consiguió una nominación a los Latin Grammy 2021 en la categoría Mejor Álbum Pop/Rock.
¿Cómo se vive este empuje de popularidad y reconocimiento cuando ya llevas un buen tramo de carrera? “Creemos que tiene que ver con esto de ir de gira: haber ido a México, y ahora a Colombia y Chile. Chile siempre estuvo en el radar por una cuestión musical. Hay mucha música de Chile que nos gusta mucho y que sentimos, en algún punto, como influencia”, cuentan sobre este reciente proceso donde Rayos Láser sale de su natal Argentina hacia la conquista latinoamericana. Un camino que pareciera iniciar con su álbum del 2020, El Reflejo.
“Es un disco bastante bisagra en nuestra carrera. Hubo un cambio en el sonido y en la formación. Yo antes tocaba la guitarra y para ese disco empecé en el bajo. Hicimos un enroque entre integrantes e instrumentos que sentimos que funcionó, mucha más gente empezó a escuchar lo que teníamos para tocar”, cuenta César sobre este periodo clave que sucedió, nada más y nada menos, que en pandemia.
“Fue rarísimo. Toda la pandemia fue una situación nueva, rara y mala para muchos. A nosotros nos pasó que pudimos capitalizar algo del tiempo que entregó la pandemia. Pudimos hacer un disco, darle más a ese proceso largo. Al final, ese año nos dejó algo muy satisfactorio, y hasta un buen recuerdo, digamos. Fue sorpresivo ver que los números crecían tanto, que Rayos Láser empezó a pegar en otros países de Latinoamérica, que nos llegaban mensajes de todos lados. Se dio mucho con la canción ‘Ya me hiciste mal’. Ahora está bueno poder viajar y devolver todo ese cariño en persona, tocando en vivo, celebrando esto”, agrega haciendo mención al sencillo que al día de hoy cuenta con 19 millones de reproducciones.
Con un entretenido video animado, como muchas agrupaciones solucionaron el tema audiovisual en la crisis sanitaria, Rayos Láser dio con un hitazo capaz de resumir mucha de la historia reciente del pop-rock argentino. Un oasis melódico de guitarreo que se sintió fresco en medio de confinamientos, contagios y miedos. Un empuje en la presencia digital que no está exento de presiones.
“Es pesado el crecimiento, en el sentido en que tanto en redes como en plataformas digitales de escucha, es necesario tener una presencia continua. Las canciones, los discos, se sienten nuevos por poco tiempo. Pasan un par de semanas y ya decimos como que falta algo nuestro en estos lugares. Todo es más rápido que cuando partimos, pero esa presión también nos mantiene más activos”.
¿Cómo evitar que esas presiones se interpongan en los procesos creativos? “Estando anclados”, dice Seppey. “Yo creo que saber cuál es tu lugar es muy importante: por qué estás haciendo música. En nuestro caso nos ancla el saber que este grupo de tres personas, Tomás, Gustavo y yo, somos amigos desde antes del proyecto musical. La relación sigue en esos términos. Somos amigos y nos vamos balanceando según las necesidades de cadauno. Eso tranquiliza bastante, hace que no nos sintamos solos. Sería muy distinto ser solista, por ejemplo. Nos apoyamos en la amistad pero también hay una división más factible del trabajo, lo que hace que logremos ser más constantes, estar más presentes”.
Pero la edad tira y las prácticas de la vieja escuela musical también. El generar contenido y el sentimiento de urgencia de estar, siempre, en todos lados, es inevitable pero lo toman con la sabiduría del trayecto y la experiencia. “Lo llevamos más tranquilo y le damos tiempo al proceso. Hemos aprendido de errores también. Para hacer Un Regalo Tuyo nos tomamos como dos años para hacerlo, apenas tocamos en vivo, paramos todo para grabarlo. Luego salió y no pasó mucho con el álbum. No hizo mucho ruido. Sentimos que se diluyó por haber estado encerrados en esa grabación sin tener presencia en otros lados. Son las reglas del juego y vamos aprendiendo a jugar. Ahora es experiencia que tomamos como base, una maduración de muchas cosas, la búsqueda de no cometer los mismos errores”.
Con esa misma moraleja, sumado al éxito de El Reflejo, es que dan con La Distancia. ¿De dónde se parte haciendo un disco cuando tu última entrega consigue notoriedad, nominaciones y reconocimientos? “Todos los discos los hacemos con un grado de presión, es algo importante. Somos de la vieja escuela en ese sentido también, nos gustan mucho los discos; hacerlos, escucharlos. Te cambian la vida. Siempre queremos superarnos, mejorar cosas que no nos gustaron, buscar aquello que disfrutamos y nos sale bien. Haciendo La Distancia el disfrute fue mayor que la presión, hubo grandes cambios de sonido. Es un poco más pop. Antes veníamos haciendo algo más crudo y de guitarras eléctricas, y compositivamente fue para el mismo lugar, pero algunas canciones fueron vestidas de otra forma, con otro color, con otra instrumentación”.
La Distancia, a pesar de ser el disco más reciente, marcó un precedente en su método: grabaron todo de una, en simultáneo. Como muchas bandas acostumbran, la metodología de Rayos Láser era por partes, de a un instrumento. En este LP grabaron a la vez todas sus partes, dándole más espacio a un trabajo de post-producción que logró llegar a un lugar mucho más bailable y pop a lo que acostumbraban. Una línea que continúa firme y clara con más recientes estrenos como ‘Tu Nombre’.
El sonido de Rayos Láser, a lo largo de su carrera y discos, es un buen ejercicio para un microresumen de ese movimiento reconocido mundialmente llamado Rock Nacional. La crudeza del comienzo se va mezclando con las intenciones más electrónicas. En un país experto tanto en rock como en pop, ¿cómo se hacen propios y únicos estos géneros?
“Eso que nosotros llamamos Rock Nacional también engloba el pop, el indie, un poco de todo. Por estos días, me parece que Rock Nacional es más pop que rock ¿no? Como país llevamos varios años de pop. Al Rock Nacional le queda muy bien el pop, un género que no para de desarrollarse y evolucionar; toma cosas de antes, vuelve a elementos que ya reconocemos. Además del regreso constante del género, creo que hay proyectos muy diversos que comparten público, escena. Veo mucho eso, en Argentina el pop y el rock comparte público, no está tan sectorizado como antes. Eso está bueno. Ahora, ¿cómo nos adaptamos a eso nosotros? No sé, supongo que estando vivos en este momento, escuchar muchas músicas, ver otras bandas. El abanico musical que disfrutamos y queremos hacer es amplio, como la misma escena del Rock Nacional”.
César da adelantos de esta idea, pues en un próximo sencillo ya se enfrentaron al acto de grabar batería, guitarra, bajo, y encontrarse con una gran limpieza en post-producción. De pronto, casi como su propia escena nacional, dan con un tema electrónico casi en su totalidad, algo que la canción terminó pidiendo aún cuando sus intenciones eran otras. “Esta re buena la libertad de poder hacer algo más rockero o algo más electrónico y poder seguir siendo parte de la misma escena. La palabra bailable siempre ha estado dentro de lo que queremos hacer”.
Esa es una de las promesas del debut en Chile, el próximo 21 de septiembre en una fecha a cargo de Hotel Records. Siempre tuvieron la idea de venir, lo planearon un par de veces, pero recién este 2023 se salda la deuda. “El solo hecho de viajar a tocar en otras provincias de Argentina es emocionante, imagínate ir a Chile, y no sólo por ir a otro país sino porque escuchamos bastante música de allá. Pronto sale una colaboración con una banda chilena, escuchamos a Alex Anwandter, Cristóbal Briceño que tiene unas letras muy ocurrentes, Javiera Mena que suena mucho en nuestras playlist”.
Un encuentro que no sólo logra ponernos al día con estos más de diez años de carrera, es también una oportunidad para encontrarnos con toda la estampa y esencia argentina que habita en un proyecto que ha sabido ser versátil, moldeable, por sobre todo, disfrutable por quien tenga la intención.