Música y política no están divididas para Banda Bassotti. En sus conciertos es común ver agitándose banderas rojinegras o del Partido Comunista, y escuchar, junto con sus propias composiciones, himnos revolucionarios de distintos lugares del mundo. Por ejemplo, ‘Bella Ciao’, popular canción de los partisanos italianos que lucharon contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, y ‘El pueblo unido jamás será vencido’, de Quilapayún. “La música la utilizamos para hablar de la realidad que vemos y vivimos, y para reivindicar nuestros derechos. Antes que todo somos obreros. Empezamos como un grupo de jóvenes trabajadores de la obra, participando en las luchas de los años 80”, cuenta por correo Gian Paolo “Picchio” Picchiami, vocalista de la banda.
Influenciados musicalmente por The Clash, Banda Bassotti empezó a tocar en Roma en 1989. Su primer disco, Figli della stessa rabbia (Hijos de la misma rabia), lo grabaron en 1992. Diez discos vinieron después, en los que la banda fue creciendo, sumando instrumentos de viento para su propuesta ska-punk, y agregando a su repertorio canciones en otros idiomas, como el español, lengua que Picchio domina bastante bien. Su último lanzamiento es un disco en vivo llamado Banditi Senza Tempo (Bandidos sin tiempo), del 2014, y un documental con su historia: Brigada Internacional.
El compromiso político, Banda Bassotti lo ha demostrado con acciones. Estuvieron en Nicaragua en 1984, apoyando la revolución sandinista; en el Salvador en 1994, dando junto a Negu Gorriak un concierto para el FMLN (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional); y también en Palestina a comienzos de este siglo. Su actual preocupación es Donbass, una zona de Ucrania, donde, con el apoyo de Rusia, activistas armados autoproclamaron el 2014 las “repúblicas populares” y se enfrentan hasta hoy con el gobierno ucraniano. Banda Bassotti hizo un comunicado en apoyo a los independistas en su canal de Youtube —en el que se ve hablando a Picchio, con el resto de la banda tras una mesa en la que se apoyan instrumentos musicales, la bandera de Italia y la bandera del Partido Comunista—, y han visitado el lugar para tocar y realizar caravanas antifascistas.
Sobre la situación en Donbass, comenta Picchio: “Después de la Unión Soviética y años de corrupción y mentiras, la gente decidió que era momento de cambiar. Con un referéndum, el 90% de la población votó la independencia de Ucrania y en particular de su gobierno ilegítimo y golpista de ultra-derecha. La respuesta no se hizo esperar. En pocos días los tanques de Kiev, la capital de Ucrania, intentaron ocupar militarmente al Donbass. La gente, después 73 años, ve nuevamente a los nazis en sus casas, cometiendo crímenes monstruosos (73 años desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, que tuvo a Ucrania, entonces parte de la Unión Soviética, ocupada por el ejército alemán). Desde el 2014 el pueblo resiste. Lo que hemos visto allá es un pueblo orgulloso que defiende su tierra y su futuro. No hemos encontrado ningún ejército ruso luchando, pero sí mujeres y hombres, y varios voluntarios antifascistas de distintas partes del mundo. La situación, sin embargo, es cada día peor. Los nazi siguen bombardeando a la población civil, destruyendo casas, escuelas, hospitales y estructuras productivas. La gente del Donbass dice que ganaron antes a los nazis y ganarán también esta vez. Todo esto está pasando en Europa y los gobiernos de la Unión Europea apoyan económicamente y militarmente este crimen”.
Solidaridad internacional
Siempre ha sido parte de Banda Bassotti el internacionalismo. En su disco Así es mi vida (2003), interpretaron canciones de distintas épocas y lugares, con énfasis en los himnos revolucionarios. Europa está representada con canciones como ‘Go On Home British Soldiers’, de Irlanda; ‘El Paso del Ebro’, que era entonada por los republicanos en la Guerra Civil Española; y ‘Stalingrado’, sobre la batalla que enfrentó en esta ciudad a Alemania y la Unión Soviética en 1942. “Algunos buscan borrar la memoria. Somos conscientes de que quien no tiene memoria no tiene futuro. Es tarea de todos nosotros, que vivimos hoy, defender la historia, conservar viva la memoria, mostrar la verdad”, comenta Picchio sobre este trabajo.
América Latina también está presente en el disco y Chile, en particular. El título Así es mi vida está tomado de un poema de Pablo Neruda y hay dos canciones chilenas: ‘Gracias a la vida’, de Violeta Parra, y la ya nombrada ‘El pueblo unido…’, de Quilapayún. “No olvidamos el 11 septiembre de 1973, El Golpe —dice Picchio —. En Italia se produjo un gran movimiento solidario con Chile, con lo refugiados políticos y las familia de las víctimas de los detenidos y torturados. Simplemente, lo que ha pasado no se puede olvidar y por lo que sigue pasando no podemos dar la espalda ni a los artistas ni al pueblo de Chile”.
Esta solidaridad internacional contrasta con los movimientos nacionalistas que han surgido a nivel mundial: Donald Trump (Estados Unidos), Matteo Salvini (Italia), Jarosla Kaczynski (Polonia), Viktor Orban (Hungría) o Jair Bolsonaro (Brasil), y grupos como el Frente Nacional de Francia, Alternativa de Alemania y el Partido de la Libertad de Austria. Al respecto, comenta Picchio: “Al empezar el siglo XX, el fascismo fue creado y financiado por los grupo económicos y por los gobiernos capitalistas para combatir los movimientos, sindicatos y partidos políticos, que luchan por la conquista de sus derechos. El fascismo representa el brazo armado del poder capitalista, que promueve el nacimiento de grupos y organizaciones (algunas militares y paramilitares) en defensa de su poder y sus intereses económicos. Ellos, al controlar los medios de información, generan ignorancia y ponen siempre al individuo en frente a un enemigo. Antes casi siempre los enemigos eran los comunistas, ahora se crean nuevos, como los migrantes, pueblos indígenas y quienes luchan por su autodeterminación. Y los países que no están alineados son atacados por los medios con mentiras, como Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Siria, Irán, Iraq, Yemen, Corea, Donbass y otros más. Finalmente, lo que no se puede lograr con el fascismo se hace con las guerras. La situación es preocupante. Podemos afirmar que el fascismo no es una ideología; es un crimen”.
*Banda Bassotti en Chile
Banda Bassotti se presentará el 7 de diciembre en Valparaíso (Ele Bar) y el 8 en Santiago (Espacio San Diego), junto a Los Miserables. Más información en el sitio de la productora Sabotaje Rock.