Julien Temple es uno de los documentalistas y directores de videos musicales más importantes de la escena musical. Su trabajo con los Sex Pistols lo convirtió en uno de los referentes del punk inglés de la época. Clips como ‘God Save the Queen’ de los Pistols y ‘My Way’, del mismísimo Sid Vicius, no sólo fueron considerados piezas maestras, sino que también provocaron fuertemente a la conservadora sociedad londinense de esos años. Tanto así, que la mayoría de sus videos de los ’70 fueron censurados por las televisoras locales. De paso por Chile (participó de la última versión del In-Edit Festival) Temple conversó con nosotros sobre el trabajo de sus videos, su próximos proyectos, además de su relación de amor y odio con Sid Vicious.
-¿Por qué son tan importantes los videos para las canciones?
Los fans necesitan ver a sus bandas. No pueden ir todo el tiempo a sus conciertos, pero sí pueden ver todo el tiempo sus videos. Es un forma de aproximación distinta, complementaria a la música.
-En este mismo festival, Grant Gee (documentalista de Joy Division) decía que los videos y la música iban de la mano. Que se necesitaban para potenciarse. ¿Piensas igual?
Estoy de acuerdo con que ambos se potencian. Una canción puede sonar mucho mejor cuando un video es bueno. Pero tampoco se debe confundir que lo prinicpal es la canción, la música. Sin melodías, los videos no son necesarios. Así que estoy de acuerdo con que se potencian, pero a veces es bueno escuchar una canción con los ojos cerrados y pensar en lo que la canción te recuerda a ti y sólo a ti.
– ¿Es así como piensas en la creación de tus videos?
No, para nada. Los videos en general tienen bastante de improvisación. Hacer un video de música es muy parecido a no planificar nada. A medida que te vas enfrentando a las situaciones, vas creando una historia. Mientras más al azar pueda dejas las cosas, mucho mejor me resultan.
-Pero has realizado videos bastante elaborados. Como por ejemplo el de los Rolling Stones para ‘Undercover of the Night’. Me imagino que eso no nació sólo de la improvisación.
Claro, eso es distinto. Videos como esos son más complicados, necesito de un proceso de creación. Por ejemplo lo que hice para imaginarme ése fue escuchar por un día completo esa canción. La escuché un millón de veces, después me puse a leer los diarios de la época y empecé a imaginarme cómo podría conectar esas dos cosas con una locación como Granada. Había estado en esa ciudad y quería grabar un video ahí, entonces buscaba una excusa para filmar en Granada, y el video de los Rolling Stones era una buena excusa, aunque al final terminamos por grabar en una ciudad de Mexico. Ja.
– No aprovechaste muy bien la oportunidad esa vez.
No, no me resultó, pero recuerdo que con ese video pensé que lo más importante de este trabajo era que la gente pudiera conectarse con cosas relevantes. No sólo con la banda tocando en un lugar bonito, sino que también era posible contar historias que normalmente no las muestran en televisión. Creo que esa es toda la idea de crear un video.
– ¿Qué trabajo es el que más te ha gustado realizar?
Todavía me gusta mucho el video de ‘My Way’ con Sid Vicious. Creo que es lo mejor que he realizado.
– Aunque es muy simple….la mayor parte del tiempo sólo muestra a Sid Vicious cantando.
Sí, pero hay una historia detrás. Está cantándole a la aristocracia inglesa. A todos los que los despreciaban. Es una verdadera declaración de “I don’t give a fuck”, por algo termina disparándole a todos los que lo estaban escuchando. Además ese video tiene algo de sentimientos personales. Porque estuve más de un mes tratando de que Sid hiciera el cover de esa canción, hasta que finalmente accedió. Fue un trabajo duro.
-¿Por qué, cómo fue trabajar con él? ¿Cómo era Sid Vicious?
Era un maldito drogadicto. Era un hombre genial, creativo, pero la adicción lo arruinó todo. había momentos en que era imposible hablar con él, estaba ido. Todos usábamos drogas en ese tiempo, era algo común, pero lo suyo fue mucho más que eso. Lo recuerdo sentado con su bajo tratando de sacar algunas notas, practicando para mejorar. Pudo haber sido un maldito genio, pero él sólo lo arruino todo. Nancy también. Yo lo estimaba mucho, pero la mayor parte del tiempo era un maldito drogadicto con el que no podías trabajar muy bien.
– Hablemos de documentales ¿Cuál es el que te ha dejado más satisfecho?
No sé. Creo que como documentalista nunca me ha dejado contento una realización completa. Siempre me gustan partes de un documental y otras las odio. Pero puedo decir que los últimos dos trabajos me han dejado bastante satisfecho. (The Eternity Man y Oil City Confidential). Estoy empezando a setir lo que sentía cuando recién comencé.
– ¿Y eso es?
Amar lo hago y sentir que el mejor trabajo es el que estoy por realizar…
– A lo mejor el documental de The Kinks en el que comienzas a trabajar…
A lo mejor, uno nunca sabe. Ese trabajo me entusiasma demasiado, aunque ya sé que va a ser un trabajo duro, como ninguno de ellos se habla. Voy a tener que hacer entrevistas individuales y probablemente ninguno va a quedar satisfecho con el trabajo final…
-¿Te importa que los involucrados en tus documentales queden satisfechos con tu trabajo?
No, la verdad que no mucho. Yo hago mi trabajo lo más verídico posible. Si ellos tienen una visión diferente de la realidad, allá ellos. Dejarlos contentos no es mi trabajo.
– Me imagino que tus trabajos de The Clash y Joe Strummer dejaron satisfechos a los involucrados.
Puede ser, es que con Joe había una conexión distinta, éramos amigos. No es que eso haya tenido que ver con el hecho de realizar esos documentale, para nada. Pero ambos entendíamos nuestros trabajos. Su muerte ha sido una gran pérdida, todavía se siente su ausencia. Trabajar con él fue una de las mejores experiencias que he tenido.
– Trabajar con Bryan Adams también (realizó el video ‘Everything I Do, I Do It For You’)
No, para nada. Hasta el día de hoy me avergüenzo de eso. Lo hice sólo por el dinero, créeme que había mucho dinero involucrado, valía la pena. Sólo por el dinero.
– ¿Con qué banda o artista te gustaría trabajar?
No sé. Aunque me encantaría realizar un documental con la historia de MC5. Tienen tremendas historias, tremendas. Creo que después de The Kinks empezaré a trabajar en eso. No sé que otro, hay tanta música buena, y mejores historias de músicos. Aunque en algún momento me gustaría parar de hacer documentales sobre música.
-¿Por qué?
Estoy viejo para dedicarme a eso. Creo que le daré espacio a los nuevos talentos, a los nuevos directores, yo me dedicaré a realizar documentales que tengan que ver más con los movimientos sociales, las historias culturales. Aunque estoy seguro de que la música nunca la dejaré de lado, probablemente la historia de los músicos sea una excusa, una ventana o la puerta de entrada para contar otras historias. Aunque por el momento sólo pienso en realizar un buen trabajo con The Kinks.