“Creo que Donald Trump es un puto idiota y estoy en desacuerdo, prácticamente, con todo lo que defiende el partido republicano. Respecto al tema de la inmigración, estoy a favor, por supuesto. Todos hemos sido inmigrantes en algún momento. Echar a un inmigrante de Estados Unidos sería como sacar a alguno de nuestros ancestros, cuando ellos vinieron. Es increíblemente insultante y espero que ninguno de los que piensa así, llegue siquiera a estar cerca de la Casa Blanca”, explica Jim Eno por teléfono.
El baterista y miembro fundador de Spoon vive en Austin, Texas, una ciudad en la que conviven fuertemente la cultura mexicana con la estadounidense. Eso sí, nació en Rhode Island, estudió ingeniería eléctrica y antes de dedicarse de lleno a la música con Spoon y a la producción en su estudio Public Hi-Fi, trabajó diseñando chips en Motorola. Eso sí, desde hace varios años disfruta de su vida completamente cerca de los sonidos, en el ámbito laboral. Es más, ese espacio de cuatro años que existió entre Transference (2010) y They Want My Soul (2014), los dedicó solo a producir bandas.
“Estuve produciendo discos sin parar. Britt (Daniel, vocalista de Spoon) estuvo componiendo para Divine Fits. Yo no paré tampoco. Produje un disco de una banda australiana que se llama Preachers, a Heartless Bastards de Austin, también a !!! (Chk Chk Chk)… todo lo que hice fue grabar y grabar. Me encanta estar en el estudio y cuando Spoon está de gira, es muy difícil poder encontrar un espacio para hacerlo. Básicamente, sólo hice eso y fue fantástico”, explica.
El baterista asegura que ese período de cuatro años era necesario. “Hemos hecho siete discos que han sido publicados, escribiendo, grabando y tocando sin parar, casi. Necesitábamos este tiempo, separarnos un poco, hacer cosas diferentes y así, cuando volviéramos a juntarnos para hacer música nuevamente, estuviéramos realmente emocionados frente a la idea de trabajar en un disco. Esa es quizás la razón por la cual nos demoramos tanto”.
Foto: Jim Eno y un amigo
Y es en esta manera diferente de hacer las cosas, que se contrapone el relajo que solo puede otorgar la experiencia, frente a la ansiedad de vivir en un mundo en el que constantemente debes estar mostrando algo. “Necesitas estar en el radar de la gente, estar continuamente haciendo cosas y ahora que sacamos el disco, sentimos esa presión, porque queremos mantener el ritmo. Ese ritmo que mantuvimos en nuestros siete primeros álbumes, pero nos quemamos. De verdad, necesitábamos este tiempo de reposo”.
La producción de They Want My Soul fue trabajada en conjunto con Dave Fridmann, productor de -tal como explica Jim- grandes proyectos como The Flaming Lips, MGMT, Low, Mercury Rev, Sleater Kinney y Mogwai, entre otros. “Estábamos muy emocionados de trabajar con él porque Dave tiende a tener esa mano de un sonido muy ¡en tu cara!, muy comprimido. Definitivamente, queríamos trabajar así. En general, la gente dice que la música de Spoon es minimalista, algo que de cierta forma es verdad, pero terminamos muy contentos con el resultado, porque suena como Spoon, pero también un poco más duro”.
Hablamos de las bolas curvas de su disco. Esas canciones que a primera escucha sientes que no pueden ser parte del relato, pero que poco a poco te hacen sentido, como esa pieza con la que el puzzle no está completo. Así como ‘The Ghost Of You Lingers’ (Ga Ga Ga Ga Ga, 2007) cumplía con el deseo de “cagarle un poco la cabeza a la gente”, en su última placa, esta función está alcanzada por ‘Inside Out’. Le digo que la considero una canción etérea y lo confirma, “sí, escapa completamente del sonido directo y duro del que hablábamos antes. Pero es una gran canción y creo que funciona en el álbum. Creo que ‘Knock knock knock’ es un buen complemento de ella. Siento que está bien, porque no queremos que todo suene igual”.
Además de trabajar con bandas como las mencionadas en párrafos anteriores, también cura sesiones de bandas para Spotify. Algo que comenzó en el 2012 en el marco del Austin City Limits, pero que continúa haciendo hasta el presente también en SXSW. Es quizás este oficio de estar constantemente viendo proyectos nuevos, uno de los caminos que también aportan en aquella vuelta de tuerca que Spoon desea entregarle a sus canciones. Además, claro, de su faceta de productor que se mueve por grabar diferentes tipos de música.
“Por ejemplo, grabé con Ximena Sariñana, produje dos canciones en su disco que salió hace poco. También trabajé con Grupo Fantasma, ellos son increíbles, son de Austin. Fui el ingeniero de su disco y Steve Berlin lo produjo. Trato de hacer muchas cosas, en estilos diferentes. Si estoy grabando un tema de salsa con Grupo Fantasma, me pongo a escuchar mucha salsa porque así es como tiene que sonar. No puedo hacer un tema de esa banda como si fuera otra cosa, por eso me sumerjo. Tengo que ser lo suficientemente flexible como para que las canciones suenen como ellos quieren que suene. Quiero que el resultado los deje contentos”, declara.
“Por otra parte, trabajo me ha ayudado a tener un sentido más amplio de cómo usar el estudio. Y también he podido aprender diferentes técnicas para conseguir determinados sonidos. Si estoy grabando con Spoon y de repente se me ocurre meter un corno francés, los pruebo. Eso, después de haberlos estado trabajando con Grupo Fantasma durante cuatro días, de manera intensa”.
Es muy motivante escuchar a un músico con más de veinte años de trabajo hablar todavía con un tono de curiosidad. Poder detectar que alguna pregunta lo sorprenda o tocar algún tema que de verdad lo emocione y entusiasme. Ese es el que se pasea por toda la conversación, pero que se agudiza cuando hablamos de viajes y comida. “Vivo en Texas, así que como mucha comida mexicana”. También se detiene un momento a explicarme por qué le gusta tanto España. “La última vez que estuve en Madrid tocando, viajé algunos días y me parecía tan lindo y tan agradable poder tomar un vino de la casa, un café”. ¡Y comer!, lo interrumpo. “¡Sí, comer, comer mucho!”, grita y se ríe. “Lo que me gusta de ellos es que ponen mucho énfasis en socializar, en ser seres sociales. Eso de estar más relajados. Me encanta eso, porque acá en Estados Unidos la mayoría de las veces puedes presenciar todo lo contrario”.
*Spoon se presentará este próximo martes 20 de octubre en Ex Oz, en el marco del Ciclo Levi’s S.U.E.N.A. Si quieres asistir, puedes comprar tus entradas a través de Puntoticket. También puedes participar por invitaciones acá.