Hace exactamente un año y un día, Javiera Mena publicó de manera digital Otra Era, su cuarto disco. Luego de este lanzamiento, su agenda ha estado movida. Fechas en México, una visita a España que se extendió por tres meses y medio y su presencia en carteles de diferentes festivales de ese país durante la época de verano, presentando un show con un nuevo formato, que en Chile pudimos conocer -en parte- durante el inicio de Otra Era Tour 2015 en el Teatro Cariola, el 16 de enero.
Además, este nuevo año ha traído diferentes reconocimientos, como nominaciones a los MTV Millenial Awards por segunda vez consecutiva, también seleccionada cuatro categorías de los Premios Pulsar (ganando la de Mejor Artista Pop), Mejor Artista Regional en los MTV EMA y Mejor Canción alternativa en los Grammy Latino.
La guinda de la torta es la invitación a ser parte del jurado del Festival de Viña del Mar, lo que implica también una presentación en ese escenario. Gepe y Javiera Mena son los primeros artistas de esta generación que germinó en MySpace, Fotolog y los sellos independientes, que llegan finalmente a estas instancias.
“Es algo que se fue dando. Mi motivación principal ha sido hacer discos y moverme, pero nunca ha sido mi objetivo ir a Viña del Mar. En un momento me pareció imposible, porque tampoco me lo planteaba. Veía que era algo que me gustaba, pero no me veía ahí y a medida que pasaban los meses y los años, empecé a cachar que mi música podía caber perfectamente en Viña o en un escenario como los Grammy. Se fue dando por mi gusto por el pop también, que es algo que me sale natural”, explica Javiera, por teléfono. “Creo que en Viña hoy en día pueden jugar esos estilos. En algún momento fue Franz Ferdinand y Morrissey, algo que viene de una contracultura quizás y que se han hecho conocidos y masivos. A eso es a lo que yo apuesto también. No apuesto a estar en el mismo nicho de Chayanne o Thalía”, continúa.
Basta mirar los inicios de la carrera de Javiera Mena para notar que siempre existió esta mezcla de compositora fan de los sonidos de Bacharach, como también del electro pop y la música de la FM. “Me gusta la música más allá de donde venga o qué interés comercial tenga. Creo que el espíritu de la música o los buenos compositores pueden estar más allá de quién la está moviendo, o quién está haciendo el lobby. A eso voy, eso trasciende todo”.
“Espérame un poquito”, me dice. Se oye una conversación de lejos. “Ya, disculpa, es que alguien tenía la mochila abierta. Me perdí, me desconcentré ¿qué te estaba diciendo”. Sobre el espíritu de la música, le digo. “Sí, eso po. Lo que importa es que genere una emoción y eso puede estar en muchos lados”.
Javiera Mena ha sabido cómo no quemar sus presentaciones en vivo. Se cuida. Aún estando en Chile no toca todos los fines de semana y es por eso que su público está a la espera. Y cuando llega, el teatro se llena. Eso sí, durante estos últimos meses ha estado ausente. “Estoy en modo gitana. Ahora me vine a Chile desde hace pocos días a pasar la primavera y el verano, a aprovechar este tiempo, porque se viene Viña y quiero hacer un buen trabajo acá. Igual estoy yendo y viniendo siempre. Estuve tres meses y medio en España, siempre estoy aquí y allá, más en España que en México, pero igual estoy yendo todo el tiempo. Veo mi carrera como que tengo que estar en todos los lugares un poquito y no quedarme solo en uno”, explica.
Este año has estado mucho tiempo fuera de Chile, quizás igual que el año pasado, pero la diferencia es que has tenido muchas más fechas para tocar, le comento. “Sí, este año tuve más fechas en España y México, cada vez estoy teniendo más fechas. Ahora tengo diez fechas en Chile, igual. Están pasando cosas muy buenas. En España estoy teniendo buenas críticas con mi show. Es el que estoy haciendo con bailarinas y una coreógrafa muy muy , como se dice, de excelencia, Tuixen Benet. Con ella estoy haciendo todas mis coreografías y la voy a traer a que hagamos la audición para las bailarinas chilenas, porque la idea es que Tuixen haga lo mismo que hemos estado haciendo, pero acá en Chile”.
“Me gusta España personalmente y profesionalmente. Es un país con una cultura muy rica. Me gusta cómo se puede ver la historia con tus propios ojos yendo a las ciudades. Y también sentir cosas en común, a pesar de que estamos tan lejos. Me gusta la noche española que tiene mucha alegría, hay mucha cultura de club, de discotecas, de música y festivales. A los que he ido a tocar, es muy pro todo. Un festival chico tiene público, hay un abanderamiento por lo independiente, que tiene mucho poder a nivel como medios. Está Radio 3 que es una radio poderosa y ahí siempre tocan mi música, entonces hay cosas que me gustan. Tengo mi público y es cada vez más grande”, explica.
Que cada festival tenga público, que existan muchos en diferentes ciudades y que funcionen, tiene que ver con que es un país descentralizado. Cada región tiene su escena cultural, algo que es muy diferente a lo que pasa en Chile, le respondo. “De todas maneras, eso me sorprende un montón. Cada región tiene su propia cultura, incluso su propio idioma. Por eso mismo, cada ciudad tiene su festival de música. Allá toqué en el festival de Santander, que está en Cantabria, y fue bacán. Obviamente es mucho más descentralizado. Acá en Chile todo pasa en Santiago, lo mismo pasa en Perú. Todo pasa en Lima y eso, por supuesto, trae repercusiones en la escena musical, en la economía, en todas las áreas”.
Sólo mujeres
Javiera Mena a lo Nacho Cano. Ella rodeada de cables, máquinas y teclados. Ese es el formato en el que la hemos podido ver en Chile, pero es algo que va a cambiar. “Estoy trabajando con dos músicas increíbles. Ellas tocan en la banda Amanitas”, me cuenta. Una de ellas es Natalia Pérez, la baterista y vocalista de la banda, a la que todos deberían buscar en Youtube ahora mismo y escuchar. “Me voy a estar presentando con ella en los shows, queremos ser tres músicas y las bailarinas. Como ves, solo mujeres”, dice riendo.
“Me gusta mucho trabajar con mujeres y con gays, siempre lo he dicho. Trabajamos muy bien, hay un ambiente súper positivo, rico buena onda jaja. Hay una energía femenina y la música y el arte, ya lo dijo Juan Gabriel, son femeninos. También hay hombres que tienen un lado femenino muy desarrollado y no tiene que ver con que sean gays, pero me gusta que exista la energía femenina en el arte que yo practico y en todo lo que lo rodea. Me gusta mucho esa frase de Juan Gabriel: ‘el arte es femenino, la música es una diosa’”.
Bueno, tus composiciones lo demuestran. Creo que haces canciones que difícilmente podrían haber sido escritas desde una perspectiva masculina. Es una manera diferente de mirar el mundo y de elevar ciertos temas, comento. “De todas maneras, yo soy mujer y tengo mi lado femenino desarrollado. También tengo un lado masculino, yo creo, Eso sí, en mi música he explotado harto mi lado femenino por esa necesidad de comunicarlo. Es una energía que ha estado muy enmudecida y la historia ha sido muy injusta con ella, entonces eso me ha obligado también a estar comunicando ese lado”.
Durante mucho tiempo, una de las principales críticas que se le hizo a esta primera generación del nuevo pop chileno, fue su despolitización. Se le atribuía una desconexión con los procesos políticos del país, sobre todo en años recientes, durante la explosión de movimientos sociales. Javiera no está de acuerdo, al menos, en que su música entre dentro de esta crítica.
“Es que la gente confunde. Así como algunos creen que hablar de política es hablar de partidos, yo creo que por no ser de protesta, no creo que lo mío no sea político. Toda canción es política, pararte frente a la gente es político, también mostrarme como una mujer emancipada, empoderada y homosexual, además de mostrar en mis videos que el amor entre mujeres es algo normal. Encuentro que he hecho cosas muy políticas , incluso más políticas que meramente protestar porque la derecha o la izquierda. Creo que mi discurso va por el lado de la identidad, del feminismo, más que por la protesta típica, casi que del Sí o el No. Y creo que esa manera de manifestarme políticamente, es más moderna también. Yo creo que en algún momento no se consideró política porque la gente que lo criticaba, lo hacía apegándose a lo tradicional. Lo mío es político”.
Fotos: javieramena.com y César Segarra