Nos juntamos con Gianluca en el centro y llega atrasado por el taco de las micros en Bandera. Pedimos té y mientras esperamos, me cuenta que empezó haciendo música por su cuenta hace cinco años, cuando estaba en tercero medio, hoy tiene veinte años. “Hacía mucha electrónica, cosas más experimentales, electrohouse… a raíz de todo eso llegué al trap. Cuando era más chico me gusta el rap y me fui alejando, pero me di una vuelta y volví por el trap. Y bueno, ahora el trap hace rato que está mezclado con otras cosas como el pop”.
“Iba en el colegio y hacía música en mi pieza. Después me metí a estudiar arte en la Portales y duré un año y medio. Ahí decidí salirme y dedicarme a hacer música a tiempo completo. Empecé a cantar y me salí de la Universidad, porque las herramientas que me entregó arte igual fueron bacanes, pero en un momento necesité salir de ahí, no me daba la libertad de poder hacer música a cualquier hora. Convencí a mis papás y me apañan, son tranqui al respecto. Tengo dos hermanos mayores 12 y 15 años y mis papás ya están viejos, entonces como que ya criaron. Están separados, viví con mi papá y ahora vivo con mi mamá. Les expliqué que me iba a dedicar mucho más que lo que le estaba dedicando a la universidad, que no iban a pagar nada. No están pagando nada ahora y nadie se está endeudando”.
—Ja, ja, ja es un gran argumento.
“Ja, ja, ja, sí, estudiar arte es como dar plata… es bacán, pero no tenís pega, no hay nada. Tenis que moverte solo. Y es lo que estoy haciendo yo, sin tener que pagarle a alguien. La u te llevaba por un circuito, con profes que estaban metidos en cultura, en el gobierno, muy institucionalizado. Fuera del arte uno puede entregar cosas a la gente, la música genera otro tipo de impacto”, explica.
“Mi papá es cantante y mi hermano también. Mi papá tiene una banda de rock, Jekill and Hide. Yo antes vivía en la Ciudad Satélite y se juntaban ahí en la casa de amigos por Peñaflor y mi papá canta. En la casa, a veces, también cantaba ópera. Estudió canto, pero es como su pasión, junto con la guitarra. Le gustaba mucho hacerlo cuando era joven y no lo podía hacer porque eran los setenta y nadie podía tener guitarra. Con el tiempo lo desarrolló pero como hobbie. Mi hermano también ha tenido bandas, toca batería, era vocalista igual… en grupos de metal. Mi hermano es más metalero y mi papá rockero, entonces, pasé por esa fase también desde que nací hasta los nueve años”.
“Cuando empecé a cantar siento que hubo una diferencia. Porque como productor pasé igual por hartos ritmos. Lo último que hice antes de cantar fueron unos remixes de reggaetón con acapellas de reggaetón y dembow, trap, de todo un poco. Como estaba estudiando, hacía un tema un mes y lo tiraba”.
—En tus videos hay hartos guiños pop. Es muy entretenido. En ‘Ganar’ hay uno a Drake, tú bailando con las luces, súper evidente.
“Sí, un guiño pobre, ja, ja, ja. Ahora quiero alejarme un poco del tema tan gif en lo visual. Quiero empezar a trabajar con más gente en eso, empezar a ver todo con más tiempo, porque era muy ansioso con los temas y ahora ya trabajo más con tiempo, estoy más tranquilo al respecto. Había una decisión estética de por medio, pero también tenía que ver con que mis decisiones tienen que ver con lo que yo puedo hacer, entonces, me limito a eso pero lo desarrollo lo más que pueda. Se me ocurrió hacer estos videos que fueran visualmente atractivos, que son puros elementos muy de internet igual. Y por eso que me dicen que soy como Yung Lean. Y ya, bacán, lo escuché el 2013 o 2014 cuando fue y ya hasta él se alejó de eso, porque fue como una wave de internet, del vaporwave y todas esas hueás”.
—Ja, ja, ja. Me llaman la atención tus letras también, que es algo que también me llamaba la atención con C. Tangana, por ejemplo. Todos decían que era trap y él decía que no, que él era pop. Porque también exploraba otras cosas y escribía de otros temas, nunca cosas explícitas sobre drogas o la calle.
“Claro, de ahí viene el trap como idea, pero lo que ha pasado es otra cosa, a nivel mundial. Si escuchai un disco de Kendrick Lamar o de un rapero que esté a un nivel mayor, hace lo que él quiere no más. Eso yo lo encuentro más interesante que meterse tanto en un estilo duro. Porque yo me acuerdo que cuando era chico y era rapero, los raperos también eran así: ‘ay es que el rap, el rap, anti reggaetón, anti todos los otros géneros’ y yo dije ‘puta, yo no soy así, entonces no voy a ser más rapero’”.
—En las letras de Pxxr Gvng por ejemplo, Yung Beef habla de drogas, violencia, etc. Pero hablan de eso porque es de verdad lo que han vivido. Y también criticaban mucho a los referentes del rap español anteriores, porque hablaban de la calle sin conocer la calle.
“Sí, porque el trap te muestra las hueás de frente. Nadie se está tapando su verdad para hacerla más linda o para mostrarte a este ente rapero que es un ser cool. Al loco del trap le da lo mismo y es como cualquier persona. Y eso me gusta igual”
—Algo que también pasó en un momento con algunos referentes del rap en español, como Violadores del Verso o SFDK, fue que apuntaban a un pensamiento súper moralizante sobre las drogas, por ejemplo. Y también había una cosa más intelectual. Ahora hay más referentes -en todos los géneros- y de verdad hay de todo. Mucho.
“Sí, bueno, es que la cultura estadounidense ya se metió por todos lados y en general habla de drogas. Y el trap de allá ahora ya pasó la etapa de hablar solo de la calle, porque ya todos son millonarios, ya todos viven la vida que querían, y claro po, ahora están haciendo hits como por ejemplo uno de Lil Uzi Vert. Sacó un tema que habla de una hueá súper emo, ‘XO TOUR Llif3’, que habla sobre cómo todos sus amigos están muertos… habla de otras cosas, no te habla todo el rato de que está en el punto de drogas. Hay una evolución también en la estética. Los locos que están haciendo trap en Estados Unidos… ahora hay hueones más raros”.
“Por ejemplo, Migos que colabora con Katy Perry, ocupa tanto slang que canta una hueá y no cachai que te está hablando de cocaína. Eso es lo que tiene también el trap en Estados Unidos, la cultura está tan socializada con las drogas y ya no hay censura… entra en el pop con cierto lenguaje, con ciertas palabras, que pasa”.
—Sí, ‘Bon Appétit’ es un doble sentido, también. Tus letras hablan todo el rato desde lo emocional y también desde cierta abulia, se ve desencanto. Da lo mismo como ser el loser, o de cosas bien locales como no pagar la micro.
“Es que estoy tratando de ser yo mismo, por eso no me puse un apodo ni nada, solo mi nombre, porque no me interesa personificar a alguien que no soy. Y con el tiempo siento que he ido en aumento en todo sentido. Tratando de hacer música mejor, la gente que me va a ver me apoya harto, hay temas que corean enteros y eso es muy bacán”.
—De hecho, en ‘Ganar’ aparece la gente coreando.
—Sí, esa fue la primera vez que canté en Mamba, en febrero.
Gianluca ve una directa relación con las movidas en España y el desarrollo de algo similar en Chile. “Antes, los raperos escuchaban rap español y después salió Tiro de Gracia y todos los grupos bacanes. Pero después de escuchar eso, como una respuesta. Para mí por lo menos sí es como una influencia directa, como yo lo veo. Allá ya hay una escena entonces te puedes poner a buscar y encuentras cosas bacanes”, declara.
—Pxxr Gvng y C. Tangana firmaron con Sony. Y han tocado en festivales como el Sónar -que supone ser electrónica de vanguardia que poco a poco se ha abierto también al pop- y también en el Primavera Sound, que es un festival que venía de los indies y la Rockdelux de los noventa. ¿Crees que ese tipo de cosas pueden pasar acá?
“Me gustaría mantener mi independencia, el control de todo lo que hago. Si me ofrecieran contrato de distribución o algo así, bacán, interesante, pero más allá de eso, no. Yo todavía estoy buscando, aún no llego a un punto que diga, no sé, estoy preparado para conceptualizar un disco. Además, quiero desarrollarme primero acá y después salir. Salir directo no me tinca mucho y no estoy preparado todavía. Necesito trabajar más y tener más confianza, porque los temas que he sacado han sido un ejercicio de, porque antes yo nunca había cantado. Igual, ahora estoy preparando unos temas con un argentino. Le hablé un loco que hace trap en Brasil igual para que hiciéramos algo juntos. Trato de estar pendiente igual en soundcloud acá y afuera, aunque ahora estoy más pendiente de lo que pasa acá”.
Esas colaboraciones con músicos de otras escenas son una idea con la que se siente muy cómodo. “He pensado en trabajar con gente que toque instrumentos para ver qué pasa, porque yo no toco nada, solo midi y produzco. Sería bacán tocar con un guitarrista, una batería en vivo, sería la raja. No quiero cerrarme a eso y creo que con lo que hago, no me estoy cerrando a nada, no sería raro que colaborara con alguna banda de estas indie que han salido, más que la música sea buena, no me interesan los límites. Mis referentes también son como gente que hace así las cosas”. Y bueno, algo de eso sucederá el 8 de septiembre, cuando Gianluca comparta fecha con El Cómodo Silencio de los que Hablan Poco, en Matucana 100.
—Fuera de si se habla de drogas, de amor o de política, me da la sensación de que las generaciones nuevas están cantando mucho desde el desencanto. Esta generación no va a tener trabajos de treinta años en una empresa, está fuera del alcance de casi todos cumplir el sueño de los padres de, por ejemplo, comprar una casa. Hay jóvenes con doctorados -educacionalmente mejor preparados que sus padres- que no consiguen trabajos ¿Ese tono de desencanto tendrá que ver con que esta generación la tiene más difícil respecto a los modelos con los que criaron a nuestros padres?
“Yo creo que tiene que ver, sí. Uno al lanzarse a hacer música ya se mete en algo que es complicado profesionalmente, porque es difícil, entonces ese desencanto a veces puede salir por defecto. Pero además, también es lo que pasa en todo. La tele, los medios, todo es tan nada… la gente que ve tele es la que está más desinformada, entonces, encuentro que todo eso claro que te hace estar así, en ese estado. Siento eso, pero también me gusta escribir de todo, de amor, escribir de cosas reales, autobiográfico. De repente pienso cosas de cuando era chico, sensaciones…”.
“En estos tiempos, Drake es un meme”
Durante esta temporada, Gianluca está escuchando los discos de Tyler The Creator, Jay Z y también mucho a Yung Beef. “De Sudamérica me gustan más los reggaetoneros… me gustan más esas etapas que las de trap ahora, de Puerto Rico hay uno que se llama Álvaro Díaz y que es la raja. Encuentro que el trap es una cosa más gringa que latina. Igual hay como un trap latino ahora, que al final es como un reggaetón más explícito en las letras. Hicieron un trap latino que no habla de lo real de la calle ni siquiera como base, yo igual paso por ahí, porque yo puedo hablar de calle, pero de otra forma. Ahora venía en la micro pensando en ideas sobre la misma micro… entonces sí, es la vida que uno vive y hay que tratar de no escaparse de eso”.
“El trap latino es muy post reggaetón, con letras muy sexualizadas que a mí no me llaman la atención porque ya lo hicieron y lo están haciendo ellos. Era sumar dos más dos. Si eres un productor puertorriqueño que está al lado de Miami, todos cachan el trap desde hace mucho tiempo y era sólo esperar que salieran cabros chicos que hicieran rap con lo que conocen y lo que tienen”.
—Pero en todos los géneros se puede sexualizar, no sólo en el reggaetón, el rap o el trap.
“Sí, lo pueden decir de cualquier género. No es un tema del trap, es general, entonces hay que dejar de ser machista no más, po. Yo encuentro que en mis letras no son machistas, porque no tengo un pensamiento machista, sería raro que diga algo así. Tú escuchai un tema de Pxxr Gvng y dicen cosas super clever con respecto al tema del machismo… onda “ella es puta yo soy más puta que ella”, como usando el slang que se usa para insultar a una persona como un adjetivo que no está insultando, como algo que no te hace ni peor ni mejor persona”.
—Tú produjiste a la Princesa Alba. Quedó la cagá.
“Claro, la gente empezó a discutir si era flaite o no, si era hincha del Colo o no, que las tetas caídas, cualquier cosa”.
—Hubo críticas que, probablemente si hubieses sido tú, no hubiesen aparecido. Como la del cuerpo, por ejemplo.
“Es un tema que uno ve en todos lados. Uno está acostumbrado a ver hombres feos en todos lados, pero en la tele, en la publicidad, te muestran mujeres “bonitas” y cuando pasan estas cosas, critican cosas como las tetas de la Princesa Alba. La critican porque asumen que ella debiera haberse fijado en cómo mostrar sus tetas de forma apropiada antes de grabarlo, tener en mente que la gente se va a fijar en eso, porque ese es el pensamiento”.
—Y también se habló mucho sobre a cuál clase pertenecía.
“Y ni siquiera es tan complicado. Es una canción que habla sobre amor y sobre Colo Colo y está grabada en el estadio. Está mal, porque ahora cualquiera tiene la oportunidad de hacer ciertas cosas dentro del capitalismo, entonces, somos todos pares… no, espera, está mal lo que dije, no, no es eso”.
—Espera, creo que sé a lo que vas. ¿Te refieres a que el capitalismo nos entrega ciertas cosas como internet que te permite conocer música o máquinas o instrumentos más baratos que hace treinta años para hacer música?.
“Claro, exacto. Está todo tan conectado que perfectamente yo puedo conocer a traperos alemanes y nadie anda pasándolo mal, pobre, sino que todos ostentan riqueza y el trap en general es ese capitalismo como en la cara, entonces esta es la contraparte, un video feo, una mina que baila y a la que todo le da lo mismo”.
—Bueno, Bad Gyal y La Zowi por otro lado ostentan las Chanel.
“Igual a ellas les pasa que las odian harto, pero también empiezan a tener fans a raíz de eso mismo, entonces encuentro que es super interesante lo que pasó con la canción, porque a partir de eso, hay gente que le va a prestar atención porque es ella, hizo ruido en la gente. Te odien o te quieran, en estos tiempos, Drake es un meme. Los raperos más conocidos son memes, tienen el pelo pintado y da todo lo mismo. Young Thug usa vestidos de mujeres en sus portadas”.
—¿Por qué crees que se generó esa discusión de la clase de la Princesa Alba? Es una discusión que superó a la de la música.
“No sé. En España se fijan mucho en la localidad de donde vienen. Y hay como un sentido de pertenencia. Por ejemplo Dellafuente siempre habla de que es de Granada y que García Lorca era de Granada…”.
—Y Khaled sobre que es musulmán español, sí, te entiendo. Pero hay una diferencia, se habla de las localidades, porque pertenecer a una u otra te entrega contextos e influencias diferentes. Y si se habla de clase, viene mucho después en la conversación. Quizás acá en Chile eso aparece antes porque…tengo tres argumentos, ja, ja: uno, porque el ser humano es una mierda y está muy triste, actualmente. También, porque está todo tan centralizado en este país, que las identidades del norte o del sur los de la capital los ignoran y los discursos dominantes salen de Santiago. Y tercero, creo que la necesidad de hablar de la clase acá existe porque no tenemos derechos sociales y pertenecer a una clase u otra puede determinar incluso si vives o mueres.
“Obvio. Y además es que es todo muy chico. Por ejemplo, todo lo que pasó con la Princesa Alba también tiene que ver con eso. Como todo es tan chico y nunca pasa nada, los medios empezaron a moverse, me pidieron el contacto de ella muchas veces, a sacar fechas y todo, porque esas cosas no pasan casi nunca… hay mucha gente que no conoce esta música. Nosotros conocemos trap de otras partes, como el trap español y hemos visto cosas mucho más raras que Princesa Alba quizás, pero hay gente que no, y que es del Colo y ve eso y se pregunta y se sorprende. Que se haya viralizado creo que es bueno, porque más gente conoce el trap y les guste o no les guste, está ahí. Igual ese tema encuentro que es más dancehall. Todos hablan sin saber… en un post la trataron de Tomasa del Real, dijeron que se llamaba Tomasa, entonces, esas cosas son pencas, porque son artistas que se están tomando para la chacota”.
Pagamos el té y caminamos juntos al paradero. Conversamos sobre festivales en Chile. Me cuenta que fue a algunos Lollapalooza.
—”¿Viste a Kanye?. No lo pude ver”, pregunta.
—”Sí, fue la zorra, aunque sea un idiota”, respondo.
—”A mí me encanta Kanye, aunque sea idiota, hay gente a la que le gusta Morrissey”.