En junio del 2009, los integrantes del Frente Cumbiero se encerraron en la Facultad de Artes de la Universidad Javeriana de Bogotá junto a un productor insigne del dub, como Mad Professor, y grabaron siete canciones. Les bastaron tres días.
Luego, esas sesiones fueron mezcladas en el estudio Ariwa que Mad Professor tiene en Londres, para dar forma a Frente Cumbiero meets Mad Professor, un disco editado al año siguiente por el sello español Vampisoul como un vinilo doble: en el primero, aquellas siete canciones; en el segundo, versiones dub para casi cada una de ellas.
Ese disco contó también con colaboraciones de grupos como Bomba Estéreo y Alerta Kamarada y, aunque ha pasado casi una década, el eco de sus cumbias-dub todavía resuena. “Afortunadamente, todavía mucha gente continúa descubriéndolo. Creo que es un disco un poco atemporal, porque se puede revisar en diferentes momentos y tiene validez”, reflexiona Mario Galeano, el director del Frente Cumbiero, que entonces era un grupo pero ahora sigue siendo un rótulo válido para presentaciones de él en solitario.
“Yo no me lo esperaba”, agrega sobre el impacto del disco. “Sí tenía la idea en la cabeza, pero no me imaginé que iba a ser un disco de referencia. Tampoco se lo imaginaba Mad Professor, que siempre ha estado muy sorprendido con el caminar del disco. Incluso, una vez me dijo que había pasado lo mismo con el de remixes que hizo de Massive Attack, con el cual no tenía ningún tipo de expectativas y pasó algo muy interesante. Dijo: el de Massive Attack y el del Frente Cumbiero son los únicos discos que han tenido ese impacto desde su lado”.
Galeano estará esta semana de vuelta en Santiago, luego de su presentación en el Festival Sónar de 2015. Este jueves 17 se pondrá al mando del Bar Loreto, para una fiesta donde hará un set “compuesto principalmente por cosas del Frente Cumbiero, pero con un formato un poco como en vivo”.
“Llevo muchos controladores, máquinas de ritmo y sintetizadores. La idea es jugar un poco y hacer mezclas dub más o menos en vivo, tocar un poco de teclados, etc. También llevo algunos vinilos que complementan el set y que, por supuesto, ya son de otros proyectos. Básicamente es un show solo, en que se mira un ángulo un poco más electrónico del trabajo de Frente Cumbiero”, adelanta desde su ciudad, Bogotá.
Será una oportunidad para escuchar de cerca a un músico, productor e investigador que ha sido sindicado como “el” artífice del resurgimiento internacional de la cumbia. El rótulo tiene su origen en el Frente Cumbiero, pero también en los otros dos proyectos que lo han ocupado en años recientes: Los Pirañas y esa maravilla llamada Ondatrópica, que lidera junto al británico Quantic y acaba de editar su segundo disco, Baile Bucanero.
“Mario Galeano es el responsable del reposicionamiento de la cumbia en el mundo entero”, afirmó alguna vez el diario español El País, pero él se lo toma con muchísima calma: “Es muy interesante ver la forma en que fuera de Latinoamérica se ven los ritmos tropicales y este resurgimiento hacia afuera. Ha habido una cosa afortunada y es que por muchísimos años, básicamente, la salsa y lo brasilero se comían toda la atención relacionada a Latinoamérica, los clichés de lo que Latinoamérica supuestamente es. Hoy en día mucha gente ya reconoce la cumbia como parte importante de la identidad latinoamericana y eso es algo reciente para los ojos del mundo, es una cosa de los últimos diez años, pero toda la gente que ha estado haciéndolo desde todos los países ha colaborado mucho para eso”, afirma.
—Tu aproximación a la cumbia no es purista, sino siempre en relación con otras músicas. ¿Qué importancia tiene esa evolución y esas mezclas?
Claro, después del disco con Mad Professor han venido otros proyectos, como Ondatrópica y Los Pirañas, en los que yo y mis compañeros estamos muy ocupados en redimensionar y encontrar nuevos lenguajes para las músicas locales, no desde un ángulo patriota sino pensando en la cultura de Latinoamérica.
Me parece muy importante que en la medida que estemos discutiendo estos temas, hablando de ellos, escuchándolos, bailándolos y que estén presentes, pues vamos a ayudar a crear nuevos sonidos y aproximaciones. ¿Quién más, sino nosotros, debemos llevar la antorcha de lo que han hecho nuestros papás, abuelos y bisabuelos, que es tener una esencia local de música?
—Con Ondatrópica acaban de sacar un nuevo disco, Baile Bucanero, que tiene varias diferencias con el debut. A tu juicio, ¿cuál es la diferencia fundamental?
Es un disco que buscar acercarse un poco al Caribe anglo. Grabamos en la Isla Providencia, que es una isla colombiana pero de antepasados ingleses y que está mucho más cercana a la música de Jamaica que a la de Colombia. Eso nos permitía dar esta mirada más allá de la nacionalidad, entender cómo es el código, la clave, el sonido del Caribe amplio, más allá de si es español, francés o inglés. Hay un código que se repite en todas las islas e intentamos hacerlo en este disco. Fue un reto técnico muy grande, porque al desplazarnos hasta Providencia no tuvimos las mismas comodidades de un estudio tan clásico como el de Fuentes, pero se hizo la tarea y hay unos temas muy bonitos ahí.
—En el primer disco de Ondatrópica colabora Ana Tijoux. ¿Cómo se dio esa colaboración?
Se dio porque ella es amiga de Quantic y dio la casualidad que estaba en Colombia en uno de los fines de semana en que estábamos grabando. Ella había venido a Bogotá y el disco lo estábamos grabando en Medellín, entonces le pagamos un pasaje, la trajimos a Medellín, estuvimos el fin de semana grabando el tema y fue genial. No hemos vuelto a trabajar, pero ojalá haya otra ocasión.
—¿Y existe alguna posibilidad de que Ondatrópica toque alguna vez en Chile?
¡Sí, por favor! Sería ideal. Tenemos muchas ganas de tocar en Latinoamérica la mayor cantidad de veces posible. Por ahora hemos ido varias veces a México, hemos estado en Argentina y ahorita en noviembre vamos a Brasil. Con Chile todavía tenemos la deuda, pero ojalá se pueda dar. ¡Estamos listos!.
*Foto de portada: Vice