Están a las puertas de cumplir 25 años ininterrumpidos y de consecuencia, como declara Guillermo Mármol, vocalista de Eterna Inocencia, en esta entrevista. El próximo año entrarán a grabar su noveno disco de estudio -que relevará a Entre Llanos y Antigales– y desde hoy ya está disponible en Spotify, iTunes y Deezer Verano Permanente, el primer DVD de los trasandinos; grabado en agosto pasado, en el Teatro Flores de Buenos Aires y el cual repetirán este sábado en el Teatro Cariola de Santiago.
En las ciudades y barrios obreros del conurbano bonaerense -el anillo periférico que sostiene a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- de mediados de los noventa, las políticas neoliberales del entonces presidente Carlos Menem vieron como el desempleo y el PIB caían al igual que en la gran depresión de Estados Unidos: el país tercermundista, regido por el capitalismo, estaba a portas de sucumbir al igual que el modelo original.
El descontento, la rabia generalizada por la nula respuesta de las autoridades y organismos estatales y los innumerables hechos de corrupción por parte del poder ejecutivo mermaron en los jóvenes nacidos durante la última dictadura argentina, así como en cinco muchachos de Quilmes: una de las ciudades más grandes de la zona sur del Gran Buenos Aires. Desde la rebeldía de juventud y del Hazlo tu mismo es que Eterna Inocencia forjó su carácter y autonomía hasta los tiempos actuales.
—Entre Llanos y Antigales se grabó en el último del periodo del kirchnerismo pero pareciera que también se adelantaron al gobierno de Macri con la persecución a los espacios independientes/comunitarios y a las luchas sociales ¿pensaron que quién ejerciera el poder, el camino sería ese?
Ha aumentado exponencialmente la persecución y clausura de espacios culturales afines a nuestra forma de concebir las cosas: quienes trabajan de forma comunitaria, con sectores postergados hoy se ven claramente amenazados. Esta banda sobrevivió a varios gobiernos y hoy volvemos a redoblar esfuerzos peleando por un mundo en el que quepan muchos mundos, aun viendo este último tiempo sorprendentes similitudes entre las distintas políticas económicas, políticas y culturales que impulsa el actual gobierno y el menemato que caracterizó a los noventa en nuestro país.
—El próximo año, cuando entren a grabar al estudio, corresponderá con las elecciones presidenciales en Argentina ¿será un factor de lectura/análisis un gobierno que cortó el diálogo a las demandas sociales?
Seguramente el contexto influya. Ya decidimos que las letras del próximo disco versarán alrededor de las distintas luchas que sostienen diferentes compañeros en diversas regiones de nuestro país. La idea es amplificar esas luchas y difundir de manera positiva experiencias que marcan el pulso de la resistencia contracultural.
—Volviendo a ustedes, a mediados de este año vinieron a Chile pero sin pasar por Santiago ¿fue algo intencional o las fechas no coincidieron?
Es como decís, efectivamente pasamos por Concepción y Valparaíso a fines de mayo. La respuesta de la gente fue contundente, como suelen manifestarse nuestros hermanos trasandinos. Hace unas semanas decidimos volver y presentar el show que realizamos aquí en Buenos Aires en agosto, despidiendo nuestro último disco, Entre llanos y Antigales y tocando los clásicos de siempre en más de 20 años de carrera ininterrumpida. Descontamos que será un recital memorable, como todos los que supo dar la banda por allá, sumado al calor del público, que es muy demostrativo y cariñoso hacia nosotros.
—El público chileno los ha acogido como si fueran una banda nacional y no extranjera ¿es, en medida, porque más allá de nuestras fronteras los conflictos son los mismos?
Es muy probable que se dé una situación de empatía porque en varios aspectos tenemos puntos de contacto. En principio por reconocernos todos como latinoamericanos, luego por estar atentos y ser sensibles frente a determinadas reivindicaciones, como la de nuestros hermanos mapuches. El resto lo hizo la propia mística de ser una banda consecuente con lo que canta desde sus inicios.
La banda continuó creciendo de manera sostenida en ambos lados de la cordillera; la gente fue muy receptiva con nuestro último material y ahora eso se verá reflejado seguramente en el concierto que daremos este sábado.
—¿Cómo ha sido el paso del tiempo desde Punkypatin hasta Entre Llanos y Antigales?
Creemos mantener la esencia de la banda, parados en los pilares fundamentales de composición y elaboración colectiva, apeándonos nosotros mismos de nuestras herramientas de trabajo y difundiendo el mensaje que nos caracteriza hace más de dos décadas en esa dirección.
—Su último disco está diseñado por una editorial que trabaja con materiales reciclados ¿es parte de la consecuencia de la banda?
Hace rato que Eterna Inocencia trabaja con materiales reciclados, pero lo de Eloísa Cartonera fue definitivamente un paso más. Trabajar con cartón reciclado pero además realizar ediciones únicas e irrepetibles es definitivamente un plus respecto a la obra, en donde una cooperativa de recolectores informales transforma un trozo de cartón en una verdadera manifestación artística.
—En agosto pasado grabaron su primer DVD en el mítico Teatro Flores ¿cómo fue vivirlo y por qué llegaron a pasar casi 25 años para editar un vivo?
Casi sin darnos cuenta entendimos que necesitábamos tener un registro de Eterna Inocencia en vivo. Y también de su gente. Nos abocamos a eso y salió este DVD llamado Verano Permanente. Nos propusimos registrar todo el show del Teatro Flores (el mismo que daremos en Santiago este sábado) y otra vez trabajamos con serigrafía. Cada disco tiene cinco colores, todos serigrafiado: hay 500 copias, así que entenderán ustedes que Tatán, antiguo bajista de la banda y que hoy en día se encarga de concretar nuestros artes de tapa, pasó 5.000 veces su herramienta de trabajo sobre estos cartones. La dimensión del esfuerzo ni siquiera vale aclararla ¡puro amor!
A través de su Facebook, la banda compartió una foto con copias del DVD y que estarán a la venta este sábado en el Teatro Cariola.