Por Felipe Mardones
Fanático del death metal, músico electrónico y narrador audiovisual. DJ Fracaso combina esas tres personalidades en “Cadáver de perro al sol”, trabajo de libre descarga publicado por el sello nacional Pueblo Nuevo y que, además de ser un recopilatorio de sus mejores canciones y videos, es una demostración de cómo remecer al auditor/espectador con piezas que, al unir sonidos e imágenes, se transforman en una fascinante provocación.
Recortes de la serie animada “Transformers” o “El Gladiador”, segundos de la película “Terminator” y varios planos de pornografía aparecen en los videos de Juan Chaparro, profesor de arte que comenzó a experimentar con la creación audiovisual hace más de diez años. La electrónica llegó después: cansado de escuchar death metal y ver envejecer su colección de discos, decidió tomar lo mejor de bandas como Carcass, Portishead o Slayer para unirlas a canciones como la reggaetonera “Baila Morena” de Héctor y Tito. Así nació DJ Fracaso, un hibrido entre programaciones, samples y videos.
Después de algunas presentaciones en vivo, DJ Fracaso publicó “Fracaso incendia el mundo” en 2001 (disponible aquí) y el EP “Fracaso asesina su familia” en 2003, discos con los que comenzó un tránsito por la música nacional que recién en 2011 volvió a dar frutos. A principios de este año, estrenó “Cadáver de perro al sol”, obra en la que reúne sus mejores canciones y videos y que se puede descargar libremente a través de Pueblo Nuevo, sello chileno especializado en música electrónica y no en death metal.
¿Por qué decidiste publicar “Cadáver de Perro al sol” en Pueblo Nuevo?
Llegar a Pueblo Nuevo era lo lógico, porque a los metaleros no les gusta lo que yo hago. Una vez toqué en un bar metalero y cuando terminé, el dueño del local me dijo ‘esto no es metal’. Quizá no le gustó porque algunas canciones tienen reggaeton. Lo que yo hago le gusta a la gente más rara, a los que están más pendientes de la música electrónica, porque cuando vas a un recital de death metal vas a puro escuchar un ruido que no tiene ningún sentido.
La figura del DJ generalmente se asocia al que está en las fiestas para satisfacer al público. Sin embargo, tus canciones y videos no tienen nada de complaciente.
Al principio yo veía a los DJs como una pérdida de tiempo: un tipo que ponía canciones una después de otra. Eso no tiene ninguna gracia. En ese tiempo yo pensaba ‘qué basura más grande la música electrónica, hay que hacer algo con ella’, pensaba que debería ser distinta.
¿Así llegaste a la idea de comenzar como DJ Fracaso?
Más o menos. Me acuerdo de que estaba ebrio y le conté a unos amigos que iba a hacer música y que me había comprado un computador. Un amigo me dijo ‘ponte DJ Fracaso’. Ahí no tenía idea de música electrónica, de hecho, hasta el día de hoy no me gusta la música electrónica, pero me gustó el nombre porque creo que el fracaso es la mejor manera de avanzar. Mientras más la cagues, más vas a poder saber todo lo que no funciona.
¿Cómo reacciona la gente con tus canciones y videos cuando tocas en vivo?
Lo más bacán ha sido un caballero mayor, un tata, que me abrazó y me dijo ‘me encanta lo que haces, pero tenís que hacer algo más melódico porque no se entiende nada’. También me acuerdo una vez en un FOBIA (festival de música experimental organizado por Jacobino Discos y Productora Mutante), cuando a un loco le dio un ataque de epilepsia y yo me sentí súper responsable, porque las imágenes que ocupo pueden inducir un ataque así. No sé si le dio por eso, pero le pasó después de verme tocar. Fue triste esa cuestión. Después fui a darle la mano al loco y no se acordaba de mí.
¿Qué lugar ocupa, entonces, el espectador en tu música? ¿Piensas en la gente que te va a escuchar y ver cuando haces las canciones o pasas por alto ese detalle?
Siempre pienso en el público, sobre todo en las partes en las que quiero que reaccionen. Por ejemplo, en las tocatas uno puede ir mirando en el estado que queda la gente. Ahí pienso que si hago algo se genera tal cosa. Me pasó cuando vi a la primera persona que gritó ‘oooh’ conmigo; ahí dije sí, esto está funcionando. Porque me di cuenta de que se generaba una euforia que, muchas veces, a la persona que hace las canciones no le pasa porque ya se las sabe de memoria. He aprendido y quiero que a la gente le sucedan las cosas que yo quiero. Es algo en lo que pienso porque al final cualquier cosa que haga se la termino presentando a la gente. Puedes ser súper experimental, súper abstracto y súper cabezón, pero igual eres un espectáculo, eres parte de un circo. Un payaso más.
Cuándo haces música, ¿la proyectas visualmente o primero vienen las canciones y después los videos?
Cuando hago las canciones, primero me las aprendo de memoria y después las hago. Los videos también: sé cómo empiezan, cómo terminan y qué va al medio. En mi caso no me gustan muchos los videos experimentales, pero sí me gustan los relatos, de hecho me gustaría hacer cine… Ahora que lo pienso, el otro día estaba enfermo, con fiebre, y el día anterior había visto una cinta que tenía de los “Transformers”. Después tuve unas pesadillas y me di cuenta que eran las mismas imágenes que aparecían en los videos. Mis pesadillas son lo que ves en mis videos: me gusta el porno, me gustan los “Transformers”, me gusta “Terminator”. Son cuestiones que están en mi cabeza y necesito sacarlas. Me persiguen.
Pero esas narraciones de tus videos igual están diciendo algo que va más allá de tus pesadillas.
Claro, además de la canción, siempre se está poniendo un juicio sobre la mesa respecto a lo que significa la música y eso es lo que ve la gente. Pero la verdad no es algo que piense tanto. Siempre estoy pensando en mujeres desnudas. Es un problema que tengo. ¿Cachai Korn? ¿La canción ‘A.D.I.D.A.S.’? Es como esa onda… Son cuestiones incontrolables que al final terminan diciendo mucho. Mucha gente se siente representada, pese a que otros no le encuentran ningún sentido. La gente le da el sentido. Por eso prefiero que sea la gente la que me diga qué es lo que piensa cuando ve los videos. Es un trabajo que está hecho para que la gente diga algo, no es el show de un músico tradicional.
Publicaste tu disco en un sello dedicado a la música electrónica, pero lo tuyo viene del metal. ¿Te relacionas con músicos electrónicos de acá?
Ahora he conocido más músicos electrónicos. Pero me he dado cuenta de que hay una frase que cuando aparece es porque es verdad: cada vez hay más poseros, y todos están haciendo puras basuras, y en todos los sentidos, pero se nota más en la electrónica, con gente que lo único que quiere es darle el palo al gato. Por eso mismo yo prefiero mantenerme alejado.
Pero igual al publicar un disco, y más encima de descarga gratuita, empiezas a formar parte de un grupo de gente, de un sector, aunque sea pequeño, de la música nacional. No es que estés tan alejado de lo que pasa con las otras bandas.
A mí lo que me interesa harto es lo que pasa cuando las personas toman lo que tú haces y hacen algo más. Me ha pasado que me han escrito un par de locos que han hecho videos con mis canciones. Hay como tres videos por ahí. Esa es la única relación que uno puede tener con la gente. Me acuerdo que cuando hice unas canciones con partes de Slayer, yo le escribí a los locos, les mandé un correo, pero jamás me contestaron. Para eso uno hace música yo creo, para que pase algo así.
¿Y qué opinas del auge de la música chilena actual? Parece que todo el mundo está haciendo cosas increíbles y que el mundo recién se está enterando que existe Chile.
Eso es lo mínimo. Me acuerdo de un periodista de Canal 13, que usa lentes – Andrés Caniulef- que se llena la boca con los músicos chilenos, pero nunca los nombra. Y cuando los nombra, nombra a cuántos, no sé, al 10% de los músicos. Es poca la difusión. En verdad, el boom de la música chilena no da ni para petardo. Hay miles de personas haciendo canciones, pero nadie sabe. Creo que a la música chilena, y sobretodo al underground, se le está dando más importancia de la que tiene. En verdad, esta cuestión no le importa a mucha gente. Que yo saque un disco no le importa a mucha gente. De hecho la mayor cantidad de descargas que tiene Pueblo Nuevo son 100.000… ¿Cuántos es eso? Uno puede pensar que es caleta, pero en verdad no es nada. Vivimos en una ilusión que a nadie le importa, porque la gente está preocupada de puras hueas. Ahora por ejemplo, hay miles de personas protestando en la calle, pero la gente está preocupada de otras cosas. Ante esa indolencia uno hace lo que puede.
¿Qué cosas te llamen la atención de acá? Porque en tus videos y canciones los referentes son bien lejanos.
Me gusta Congelador, me gustaría tocar con ellos. ¿Algo que me guste de ahora? Fakuta, también Fredi Michel. Me acuerdo de la fonda Michael Jackson del año pasado y me gustó la actitud de Fredi Michel, como despreciando a la gente. No creo que sea cierto, no creo que la loca –la cantante Andrea Guerrero- odie a la gente, pero es una actitud que toma en el escenario. En el caso de los videos tengo algunos de Michael Jackson que me gustaría ocupar y ponerle la cara de Felipe Camiroaga, pero ahora alguien podría llegar a violentarme y eso es complicado, porque tampoco tengo que andar pasando peligros.
¿En qué estás trabajando actualmente?
Estoy terminando una canción para un disco que están armando los músicos de Lluvia Ácida para la novela gráfica “Policía del Karma” de Jorge Baradit. Es algo muy parecido a lo que hicimos con Synco. Pero el estilo es distinto, parece más una banda. De hecho, cuando lo escuché pensé que no era música electrónica, sino que una banda. Es chistoso eso, porque justo hace unos días vi unos videos de Marciano y pensaba en lo que terminó Sergio Lagos y pensé que era horrible y que me iba a pasar lo mismo, que me iba a transformar en una basura.