En diciembre del 2010 empezaron a circular las primeras copias físicas de “Colores y Cadáveres”, el último disco de Cómo Asesinar a Felipes. Sin embargo, en una maniobra que no les es del todo ajena, su lanzamiento será casi diez meses después, este viernes en Matucana 100. Preparando esta cita es que conversamos con dos de los integrantes de una banda que ni ellos mismos saben cómo clasificar. Ni les importa.
Elementos que saltan a la vista y llaman la atención cuando se habla de este quinteto, sobran. Su música, su estética, el arte de sus afiches. Sin embargo, en estas circunstancias, es inevitable comenzar la conversación preguntando por la evidente distancia entre la edición de su tercer álbum y su presentación en sociedad. Pero, para Sebastián Muñoz (SebaBala, bajo) y Felipe Salas (Metraca, batería), no es algo tan raro.
“Vamos viendo cuándo se pueden hacer las cosas, nada más. Hay que hacer las gestiones y situarlas en el contexto de una agenda con harta tocata. Ahora salió una buena oportunidad, en un lugar grande”, explica Muñoz. Además, la banda ya tenía una experiencia previa similar: “El “Disparo al Centro” se grabó en octubre del 2008, y el lanzamiento con orquesta (capturado en el DVD “Operación Teatro Oriente”) fue doce meses después”.
Metraca asiente y procede a explicar por qué “Colores y Cadáveres” no se publicó este 2011: “El disco estaba listo. Y si no lo sacábamos, entonces era necesario esperar hasta marzo o abril, cuando ya volviera la actividad. Nos daba lata. Además, nuestra política es ésa: hacer las cosas. Avancemos”.
Un detalle fundamental en este proceso es su asociación con el Bar The Clinic, con quienes están trabajando desde el año pasado, cuando financiaron las copias de esta placa tras una serie de reuniones. “Tenemos un pacto con ellos, así que tenemos que regirnos por los tiempos de ambos. Pero fue después de presentarles un proyecto, no es como que tengamos contactos o un pituto. De hecho, nos faltan”, dice SebaBala entre risas.
ES DIFÍCIL DESPEGARSE DE LOS CADÁVERES
Pese a que este disco salió el 2010, hay canciones que están circulando por sus sets en vivo desde mucho antes. Y es que “Colores y Cadáveres”, cuentan, fue un esfuerzo en que estuvieron enfocados por algún tiempo. “Después del segundo (álbum), las tocatas en vivo se estaban transformando en algo súper denso. No podían durar más de 40 minutos. Nosotros quedábamos cansados y el público también, era mucha información. La situación era bien tensa”, recuerda el baterista.
La idea, pues, era hacer algo más apacible: canciones un poco más livianas y frescas. El resultado de esa búsqueda son los colores, dicen, mientras que los cadáveres equivalen a lo que traen. “Es algo de lo que nos es difícil despegarnos, porque va con nosotros”, cuenta Muñoz. Las canciones nuevas cumplieron tan bien el objetivo que ahora suelen ser las protagonistas, “porque le van dando un buen sabor a los conciertos. Son más cortas, directas. Funcionalmente, están perfectas”.
En este mismo afán, es natural que el proceso de grabación haya durado sólo un día. Los temas venían con meses de ensayo en el cuerpo. “No estamos acostumbrados a otra forma de trabajo: llegamos listos. Siempre los tocamos en vivo, y también tenemos desapego, una actitud media punky de ir para adelante. No nos interesa quedarnos en el estudio. No nos obsesionamos, nos interesa más estar en la sala”. Incluso confiesan que en todos sus discos hay errores, pero eso no los complica. “Cierto error es parte de la música, también”, sentencian.
Esas minucias no quitan la inmensa admiración que existe entre cada una de las piezas de este engranaje sonoro. No dudan en reconocer la química de la sección rítmica que componen ambos con Marcos Meza (teclados), las letras imborrables de Koala Contreras o la inmensa labor de DJ Sp@cio a la hora de configurar su sonido. Fanático del cine negro e italiano, él es responsable de que sus mismos integrantes a ratos hablen de lo que hacen como “música incidental”. “Nosotros le damos una idea y él hace el guión. Es el barniz, él junta todo”.
TRASCENDIENDO EL CÍRCULO PROPIO
Hace rato que los Felipes trascendieron la barrera de tocar para amigos, pero lo de tener gente que no conocen cantando sus temas es algo que aún ahora les parece divertido (“en el Teatro Oriente, por ejemplo, ahí secuestramos a varios”, recuerdan). Sobre todo cuando piensan en cómo han llegado hasta dónde están.
“Nuestro único recurso potente es la música. Nuestros discos. Con eso tratamos de gestionar cosas, porque no tenemos grandes recursos. Nadie vive de la banda. Algunos hacemos clases, otros garzonean o trabajan en oficinas. Es un poco cuático, porque hay que tener dos personalidades: la persona y el personaje”, reflexiona Metraca. “Pero lo hemos sabido manejar”.
Al hablar de personas y personajes es inevitable pensar en los “Cabeza de Instrumento”, los protagonistas de sus logos y afiches que ya se han vuelto un sello inconfundible del grupo. “Los creó Ariel Altamirano (también conocido, entre otros nombres, como DJ DeMentira), él ha estado siempre con nosotros, desde el primer afiche en que sale un hueón tocando batería con una cabeza de caja. La idea nos gustó, la desarrollamos, después inventó el logo con los monos en la mesa y desde entonces están en todos lados”, recuerda el bajista. “Queríamos ilustraciones como de cine negro, y ahí están. Al principio lo guiábamos, pero ahora le encargamos los afiches y él nos sorprende”.
Un proyecto a futuro es sacar un libro de edición limitada con los flyers de sus distintos asesinatos (las tocatas en vivo), y quizás una exposición al llegar a los cien shows. La idea es hacerlo bien. El arte es un tema por el que se han preocupado especialmente, tal como muestran sus trabajos de estudio
“Nos gustan los conceptos”, afirma Salas. “En el primer álbum salimos peleando, matándonos. En el segundo estamos muertos, en nuestros ataúdes. En el tercero, estamos en el limbo, de ahí lo blanco y el diseño en espiral. No sé si iremos a resucitar ahora, pero todo lo hacemos por algo. Nuestros discos también son una historia, empiezan como termina el anterior. Con el mismo acorde. Siempre. Si pones los tres seguidos, va a sonar bien. Pero el arte es importantísimo. Nuestro principal secuaz”.
TODO SEA POR ALEXIS SÁNCHEZ
Lo de este viernes estaba planificado originalmente para las 21:00 hrs., pero hay dos problemas fundamentales que atentaron contra esa calendarización. Primero, que juega Chile con Argentina en el inicio de las eliminatorias/clasificatorias al Mundial de Brasil 2014. Y segundo, que los Felipes son futboleros.
“No puedes competir con eso, es obvio, así que corrimos la tocata para las 11 de la noche”, cuenta SebaBala. “Vamos a tener que llevar una tele para verlo, porque yo no me voy a ir de Matucana”. Y Metraca remata con un: “Todo sea por Alexis Sánchez… Ah, no, verdad que no juega”.
Tras un mes de ensayos especialmente pensando en este día, el set que mostrarán en vivo (calculan que serán unos 80 minutos) ya está armado y viene con varias particularidades. Muñoz las detalla: “Vamos a tocar el disco entero, de corrido, con todos los invitados y un par de sorpresas también. Hay temas que nunca hemos hecho en vivo antes. Y después, un popurrí con lo de siempre. Habrá una bonita escenografía, también. Los pequeños detalles hacen que el show sea más válido, siempre tratamos de preocuparnos de eso”.
Ya están pensando en lo que viene. En las composiciones futuras, en la búsqueda de nuevos matices y timbres sonoros. En intentar reinventarse. En, quizás, algún día decidir qué responder a la odiosa e inevitable pregunta del estilo en que se clasificarían. Pero todo eso vendrá después. Por ahora, la cita es a lo que ellos llaman “un reencuentro con los inicios de este disco”, aunque nunca han dejado de repasarlo del todo. No es necesario preocuparse por el óxido: a punta de versos y melodías, con las armas listas y aceitadas, los cinco elementos que componen Cómo Asesinar a Felipes están listos para entregar, valga la redundancia, el asesinato del año.
Cómo Asesinar a Felipes lanza oficialmente “Colores y Cadáveres” este viernes 7 de octubre, desde las 23:00 hrs., en el Centro Cultural Matucana 100. Será la única ocasión en que tocarán este álbum completo en vivo. La entrada incluye una copia del disco y un vituperio a cargo del Bar The Clinic. Todo por $6.000.
Cómo Asesinar a Felipes – ‘Así Como Que No Quiere la Cosa’