Now Reading
Carolina Nieto, productora de Mamacitas: “Ivy Queen le da poder a las artistas nuevas”

Carolina Nieto, productora de Mamacitas: “Ivy Queen le da poder a las artistas nuevas”

Carolina Nieto, 25, siempre quiso ser diseñadora de vestuario. Es por eso que antes de entrar a estudiar a la universidad ya trabajaba en la tienda de una diseñadora chilena. Ella, al ver el interés de Caro, le ofreció trabajar en producción. Finalmente entró a estudiar diseño, pero en el segundo año abandonó la carrera, porque le frustraba estar aprendiendo cosas que ya sabía hacer, por su experiencia laboral. En un momento, llegó a una conclusión, “trabajar en producción de moda es muy similar a la de eventos, porque todo es muy difícil de lograr, hay muy pocas telas, pocas opciones y todo es muy caro”.

Pero antes de llegar a convertirse en la productora detrás de Grand Producciones, a cargo de los debuts de Ms Nina, Nathy Peluso, Bad Gyal y La Zowi en Chile, había un germen común que se puede detectar en muchas de las mujeres que trabajan en algún eslabón de la música. “Desde chica siempre fui muy fanática del hip hop y siempre era la única mujer dentro de un grupo de hombres que iba a los conciertos”, dice. “Era muy fan de la Mala Rodríguez y ella era la única que venía a Chile. Para mí era cuático porque pensaba que nunca van a venir otras, más under, por así decir. Siempre pensé que era un número muy escaso”.

Un día conocí a Nathy Peluso por internet, la encontré bacán, seca, a todos los que podía se la mostraba. Esto fue a inicios del 2017. La encontré por ‘Esmeralda’ y la empecé a seguir en Instagram y tenía como 6 mil seguidores recién. Le vi algo que me atrapó. Y ahí pensé ‘pucha, ella nunca va a venir a Chile’. Dije, ‘¿sabís qué? yo la voy a traer’. Ahí pensé en qué tan difícil podía ser hacer una fiesta, porque yo haciendo producción para ropa tenía harta habilidad para gestionar y organizar. Así que lo decidí y le escribí un mail”.

Nathy Peluso le respondió el correo electrónico a Caro y así fue como Nathy Peluso vino por primera vez a Chile. “En ese tiempo, ella casi no tenía videos de su show en vivo en Youtube, entonces, no sabía muy bien cómo iba a ser en vivo, pero me tenía muy metida, porque la encontraba seca. Apenas la vi sentí que iba a ser grande, que tenía un talento enorme”.

“Fue todo muy novato pero resultó muy bien. Ella no había tocado así en vivo otra vez, fue muy buena. Se fue de acá muy feliz y nos hicimos muy amigas, porque más allá del concierto, ella viajaba por primera vez con su manager a otro país, hasta ellos se estaban conociendo, eran muchas primeras veces juntas. Estábamos en la misma posición, ella como artista y yo como productora”, dice. “Creo que para ella fue tranquilizador llegar a un país y que la estuviese recibiendo una mujer como ella, por eso hubo una conexión tan bacán. Y desde esa vez, ya todo se fue a la chucha ja, ja, ja. Esto fue en octubre, yo la traigo de nuevo en marzo, se llenó, ahí metí al Drefquila que estaba en su peak con ‘Olvida el miedo’. Y después ya vino a Fauna y todo”.

Caro explica que después de hacer los primeros dos conciertos de Nathy Peluso en Chile y vio la aprobación de un público sobre su producción, también comenzó a conocer a otras artistas y empezó a pensar en dedicarse de lleno a producir. “Y ahí, chao, contrato a la Bad Gyal. Un concierto que se suspende en noviembre como show en solitario, porque venía en una gira latinoamericana con una fecha en un festival en Argentina que se cae, se cae todo, la gira entera y yo tenía más de la mitad del concierto vendido. Estaba desesperada, pero de ahí me dan la opción de hacer el sideshow después de Lollapalooza. Bad Gyal es súper potente. La gente la huevea por el autotune y en vivo es una presentación súper buena. Y ahí me doy cuenta que ningún productor grande iba a confiar en estas artistas. Después traje a la Nina”.

El actual boom del trap y sus contrataciones es evidente y poca noticia. Pero es algo que se comenzó a cocinar fuera de las mediciones del mainstream y ahora es cuando los productores con años de ruedo están intentando subirse a la ola. Para Carolina, esa desconfianza de parte de organizadores de eventos con estas mujeres artistas tiene que ver, por una parte, con la visión, pero también “porque el productor vela más por sus beneficios y hacer un buen negocio que tomar un riesgo y dar a conocer a alguien. A todas las artistas que he traído han venido por primera vez acá y muchas también como primera vez en Latinoamérica. Y eso es súper arriesgado. Para los productores con más años de trabajo es mucho mejor que alguien más se haya arriesgado, la hayan probado y ahora sí, démosle”.

Pero a pesar de que vivimos un período en el que vemos trap en diferentes carteles de eventos o festivales, todavía existe una tara. Aquella estructural que se ve en todos los géneros y todas las modas. La falta de mujeres. “Como consumidora de música en vivo, encuentro que es muy escasa la participación de las mujeres. Ahora está tirando un poco para arriba pero, en el fondo, no es común que haya un cartel con una mujer a la cabeza o que hayan muchas mujeres”.

“Cuando empecé a hacer esto, me di cuenta que también era bacán para las artistas la idea. Hablo con ellas y en general, como tenemos edades parecidas y tenemos cosas en común, es fácil llevarme bien con ellas. Y hablamos sobre cómo se sintieron, me cuentan cuando en otros lados las han tratado mal. Siempre llegan tensas de otros países porque desde la producción tampoco se les trata como corresponde. Veo cómo ellas mismas cambian el switch cuando las recibo y es porque son mujeres de 25 años que están metidas en el regggaetón, el trap, en lo urbano, que tocan con poca ropa y la mayoría de los productores son hombres más viejos… y no estoy diciendo que todos sean unos irresponsables o se pasen de listos, pero han vivido situaciones desagradables. También por ser consideradas más underground que mainstream, son pasadas a llevar. Hay una diferencia de poder”.

“Yo soy fan de todas las artistas que traigo. Por otro lado, siempre quise diseñar ropa. Entonces, pensé en cómo mezclar estas cosas. Pude vestir a la Nathy para Fauna. Dos días antes de venir a Chile me dijo que no tenía ropa, y ahí le armé el traje. Ahora cuando vino la Nina, esa ropa también era mía. Y es muy bonito, porque te traigo, te hago ropa, es algo muy cercano. Es muy bonito lo que se da”.

Mamacitas

Caro me explica que Mamacitas, el próximo evento que se realizará el 10 de octubre en Club Chocolate, es una idea que siempre le rondó por la cabeza. Ese día debutarán en Chile La Zowi y Bea Pelea, junto a Alex June, Catana, Tomasa del Real y Lizz. “Soy bien estudiosa de mi trabajo, tanto en el diseño como en la producción. Estudio mucho, veo todas las entrevistas, todos los programas, porque es muy necesario saber quiénes son y qué piensan. Y eso se relaciona con el Mamacitas, porque de repente pienso en cuántas artistas veo y pienso que son buenísimas o que tienen algo que decir, cómo las traigo, cómo las junto. Hay festivales de trap en Chile y solo hay una mujer, que es Princesa Alba, y es fuerte ver ese cartel lleno de hombres. A mí como espectadora me gustaría ir a algo como el Mamacitas. De ahí sale. Cómo unir a varias artistas que creen algo bacán”.

“Por eso aposté por La Zowi, que la consideran la matriarca del trap. Yo la apaño mucho con todo lo que dice. También está la Bea Pelea, que es muy talentosa. En España organiza una fiesta que se llama La Cangri, que es en la Sala Apolo y tiene un concepto bacán. Ella es host de la fiesta e invita a traperas. Pero aparte de ellas dos te podría mencionar muchas más que en estos momentos están haciendo trap en España, desde el under y que son súper interesantes”.

Para Carolina, España está siendo “el foco de esta nueva generación de música urbana, sobre todo en las mujeres. Sí, hay mujeres en todas partes, en Argentina muchas, en Chile también. Siento que están todas las ganas pero falta un empujón. Las de España tienen una industria diferente, hay mucho más apoyo y eso acá no pasa. Que en el Primavera Sound haya un escenario curado por Yung Beef y se mete a músicas underground, y muestran su show en un festival gigante. Ese festival llega a todas partes del mundo… siento que haya hay un apañe más de todo, incluso de sus mismos colegas. Están estos cabros que ya son conocidos, como el Yung Beef, Kaydy Cain, los Pxxr Gvng, y también apañan a sus compañeras. No siento eso acá”.

“El reggaetón nunca fue de mujeres, y que ahora salga la Bea y saque un EP que se llame Reggaetón Romántico, la Nina también súper poderosa”. Y si el imaginario más mainstream del reggaetón nunca le habló a las mujeres, Ivy Queen sale por obligación en la conversación. “Ella fue la primera mujer que se atrevió a romper este núcleo de hombres, de hacer reggaetón, de yo vengo aquí y soy la diva, la potra, y hace ¿veinte años atrás? cuando esto era peor que hoy. Ivy Queen le da poder a las artistas nuevas y yo siento que ellas saben que pueden hacer lo que hacen ahora gracias a ella. Y que pueden resignificar ciertas cosas o romper otras, por ella. O sea tener 25 años, hacer ‘Corashe’ y cachar que todas las mujeres en Argentina salen a marchar con las pancartas y se tatúan ‘Corashe’ por tu canción… o ser la Bea Pelea y hacer reggaetón romántico, resignificando las letras que siempre escuchamos de los hombres. Encuentro muy bacán lo que está pasando”.

Ama

La Zowi es una de las invitadas estelares a esta primera edición de Mamacitas y llegará a Chile en el marco de su gira Ama de Casa, el mismo nombre de su mixtape debut lanzada a fines del 2018. Un título que ha pasado desapercibido entre tantos comentarios y preguntas sobre el uso del autotune o el sentido con el utiliza la palabra “putas”. En la conversación con Carolina concordamos en que debiéramos estar hablando de eso, del Ama de Casa.

“La Zowi ya tiene una misión súper difícil que es hacer trap crudo en medio de la crítica de todos. Y la pregunta es siempre ¿que se siente hacer trap siendo mujer? Y lo que ellas quieren decir es ‘yo no tengo por qué ser hombre para hacer esto o cualquier cosa’. La Zowi hace trap crudo, que ya es difícil, y más encima tienes una guagua entremedio de todo esto, grabas tu disco en tu casa. Y hacís trap en tu casa, con tu guagua, desde una volá muy under. Y lo titulas Ama de Casa porque estás orgullosa de eso. Y en realidad, toda la vida la ama de casa ha sido vista como la que está sin hacer nada, solo cuidar al cabro chico, mientras el marido le paga todo, que es una mentira atroz. Y que ella se sienta orgullosa de ser una ama de casa, de criar a su guagua mientras está haciendo un disco de trap, me parece maravilloso”.

El evento que está organizando Carolina para dentro de dos semanas la tiene feliz. “Yo creo que esto es bacán, no porque lo haga yo. Sino porque estas cosas faltan. En mis fiestas hay un 75% de mujeres y eso no se da mucho. Sobre todo con el trap y el reggaetón. Me pasó hace un años atrás, haber ido a un concierto de hip hop con una amiga en Subterráneo, y de verdad, miraba para todos lados y no veía a ninguna otra mujer. Era súper fuerte. Y ¿sabís? incluso entiendo que haya muchas mujeres que no quieran ir a meterse a un lugar lleno de hombres. En mis fiestas también siento que la gente puede ser como quiere ser, se ven muy cómodos, sin peligro. Saben que alrededor suyo hay 800 mujeres que, si te pasa algo, todas te van a defender”.