Quedamos con Belly, tecladista de Dorian, de hablar por Skype a las 5 pm. Llamo y de pronto, nadie contesta. Vamos de nuevo. Se escucha una voz agitada que dice “¡hola, qué tal!”. Nos presentamos y continúa. “Estuve a punto de no llegar. Fue una odisea, porque salía de Barcelona y estaba jugando el Barça, entonces había una retención terrible, no te puedes imaginar. Acabo de entrar por la puerta. ¿Oye y qué tiempo hace en Chile?”, pregunta.
-Acabamos de pasar del invierno a la primavera.
“¡Qué suerte! Me encanta poder llegar ahí y que sea primavera, vamos”.
Dorian vuelve a Chile después de su debut en junio del 2012, pero no fue este el primer acercamiento que tuvieron con el continente. En realidad, es una de las bandas españolas que más relación tienen con Latinoamérica. “Nuestra primera visita a fue a México en el 2009, y fue con unos muy buenos padrinos, teloneando a Zoé y Café Tacuba, que son grandes amigos nuestros. Y desde entonces, hemos hecho múltiples visitas. Primero a México, después Colombia, Chile sólo una vez -cosa que vamos a remediar ahora- y Argentina. Nosotros estando aquí en Europa, tendemos a mirar mucho hacia Inglaterra sobre todo musicalmente, entonces, nos olvidamos un poco de que hay todo un continente al otro lado que habla nuestro mismo idioma. Cuando descubres eso, es un gran hallazgo para una banda, es darse cuenta que hay una serie de países increíbles que comparten una cultura contigo y un idioma. Descubrir diferentes culturas, bandas, estamos muy enamorados de Latinoamérica y con muchas ganas de descubrir cada vez más países y poder emprender intercambios”, declara Belly.
La Velocidad del Vacío, disco lanzado en el 2013, fue compuesto y producido en México y una parte de él también escrito en Buenos Aires. Para la tecladista de la banda, este trabajo “es bonito, porque no deja de ser una especie de diario sonoro de lo que son nuestras experiencias y nuestras vidas”, reconoce. “Descubrir estos países para nosotros fue un gran impacto. Cuando estás trabajando en canciones hablas de tu momento presente y las cosas que te pasan, las que te estimulan. Entonces, viajar por primera vez a Buenos Aires o vivir un temblor, son cosas que no nos había pasado nunca en la vida. ‘El Temblor’ es metafórica pero también es literal, porque la hicimos después de vivir uno de siete con ocho en Ciudad de México, que nos impactó muchísimo, es una cosa terrorífica. Y claro, ese disco está repleto de referencias a cosas que hemos descubierto en estos viajes, y yo creo que de alguna forma inconsciente incorporamos sonidos más propios de allá que de acá, por ejemplo, dicen que ‘El Temblor’ tiene un aire muy fronterizo, cosas que quizás no fuimos tan capaces de distinguir en ese momento pero que la gente de acá en España vio enseguida”.
Más allá de compartir un idioma con un continente entero, también se comparte un lenguaje creativo y, desde esa perspectiva, Belly cree que al mismo tiempo de encontrar similitudes, descubren nuevos sonidos. “El folclor de cada país es muy fuerte, creo que está muy presente en las bandas de música indie. Se puede notar este sabor folclórico muy distinto al nuestro y que ustedes saben reverenciar e interpretar e incorporar muy bien en sus sonoridades actuales. Son diferentes ritmos, ritmos más latinos que nosotros no utilizamos tanto, por ejemplo, y descubrir magníficas bandas en cada país. Está por ejemplo Gepe, que es un artista que puedes notar que tiene unas influencias propias del folclore, que las filtra muy bien y que les da un aire de modernidad. También está Astro. Quizás no es muy evidente a primera vista, porque hacen una música que tiene un filtro muy contemporáneo y moderno, pero hay determinados beats que a mí me parecen que son muy propios de su cultura”.
En España no conocen a Soda Stereo
En La Velocidad del Vacío también se incluye una canción que se titula ‘Soda Stereo’. Y sí, es un pequeño tributo a la banda argentina que, a pesar de ser una leyenda en Latinoamérica, no fue nunca conocida en España. “La verdad es que para cualquier persona del continente latinoamericano es muy sorprendente cuando decimos que en España Soda Stereo no pegó. O sea, apenas la gente los conoce, excepto por personas que le ha puesto un poco de curiosidad a la música de allá o conoce a alguien. Entonces, como nosotros somos verdaderos amantes de la música, nos gusta mucho el new wave y si conocíamos Soda Stereo. Y cuando empezamos a viajar a Latinoamérica, lo conocimos más, en profundidad”.
Por otra parte, “entre nuestras líneas figura un músico argentino. Él nos mostró toda la discografía de la banda y nos pareció alucinante que la gente aquí no los conociera. Entonces, Marc, que es el letrista de la banda, le gusta incorporar muchos guiños culturales en sus canciones, referencias literarias o a música que nos gusta, un poco así en clave secreta, para que a la gente le pique la curiosidad y se ponga a buscar o descubra. Y le apeteció mucho hacer un pequeño tributo a esta banda, lamentablemente, tan desconocida en nuestro país. Y bueno, es gracioso, porque ahora vemos a nuestro público español cantando esta canción a viva voz y algunos, los más curiosos, se han ido a buscar y han descubierto a esta magnífica banda”.
-¿Cuál es tu canción favorita de Soda Stereo?
“Mi canción favorita es ‘Persiana Americana’. Es una canción muy directa, muy new wave, con un buen ritmo”.
En el año 2015, Dorian celebró sus diez años de historia de una manera que en el papel puede sonar incluso peligrosa: reversionarse a sí mismos. Esto se tradujo en Diez años y un día, álbum que se compone de versiones acústicas de sus propios temas y que fue acompañado de una gira por España con músicos de apoyo, con cuarteto de cuerdas incluido.
“Era un proyecto que teníamos en mente hace mucho tiempo. Nos apetecía mucho, ya que nuestra banda tiene un sonido que nos hace muy característicos, una mezcla de new wave con rock y electrónica, pues, mostrar un poco a nuestros seguidores que podemos tener muchos colores más allá del sonido que les caracteriza. Nos apetecía mucho jugar con otros elementos, es salir de nuestra zona de confort y hacer un disco unplugged, completamente con instrumentos tradicionales y dejar a un lado los sintetizadores y darle una vuelta a las canciones. También, porque consideramos que diez años para una banda de rock es casi un milagro hoy en día. Es difícil que una banda tenga una vida longeva y creíamos que era necesario celebrarlo. Y hacerlo ofreciendo algo diferente”.
Las canciones representan un momento. Uno que puede ser muy bueno o muy malo. Se nutre de las energías de un período exacto y, por supuesto, también ocupa de ellas para poder nacer. Revisar diez años de carrera significa también remover polvo, recuerdos o formas de trabajo que pudieron haber mutado. Belly cree que fue mas sencillo de lo que esperaban. “Porque también nos tomamos mucho tiempo para hacerlo. Es un disco que hicimos a lo largo de un año. Nos íbamos reuniendo a trabajar con mucha tranquilidad e íbamos buscando cuál era el mejor tratamiento para cada canción. Trabajamos con tiempo y fue un disco muy laborioso, sobre todo en los arreglos de cuerdas, queríamos que fuera perfecto. Que no faltara ni sobrara nada. Que fuera exactamente lo que ideábamos para cada canción. Siempre hay canciones que se te rebelan, no sabes porqué, pero no termina de ser lo que tú quieres, no acabas conforme y la dejas fuera. Incluso hay canciones que en primer momento no tenían que dar problemas y algunas de esas hubo, que la apartamos, pero en general fue un disco muy plácido, muy divertido de hacer y muy libre también. De alguna forma, también fue una especie de juego, un punto y aparte y un pequeño capricho que nos permitimos”.
-Luego de probar formatos casi opuestos en sus canciones ¿seguirán por esa senda? ¿Dorian seguirá dejando de lado los sintetizadores o fue algo puntual?
“Fue algo puntual, pero vamos, no sé. Yo creo que en cada disco aprendes muchas cosas que puedes aplicar en el futuro. Ahora por ejemplo,estamos trabajando en nuevas canciones y tenemos muchas ganas de volver a nuestro sonido rock y electrónico, porque bueno, lo dejamos de lado durante un tiempo y nos apetece volver a investigar un poco en sonidos más contemporáneos y los electrónicos. Volver al sonido que nos caracteriza y que nos dio a conocer. Yo creo que somos personas muy desprejuiciadas y curiosas, y sobre todo, lo importante es mutar, cambiar, jugar y no quedarte estancado en una forma de hacer las cosas, sino intentar cosas diferentes, que te estimulen y te hagan sentir vivo”.