Un par de horas antes de que Band of Horses subiera al escenario en la segunda jornada de Lollapalooza Chile 2012, el domingo 1 de abril, conversamos con el quinteto oriundo de Seattle sobre su experiencia en festivales, sus planes a futuro y un par de anécdotas que han quedado en el camino.
Desde que comenzaron, han ganado una inmensa reputación como banda, tanto sus discos como en vivo. Eso no es fácil, y es en extremo admirable. ¿Cómo se sienten al respecto y también sobre el hecho de que, aún cuando no suelen ser cabezas de cartel, son una gran sensación y hay mucha gente esperando verlos?
Ben (Bridwell, voz y guitarra): Bueno, venir acá ya es un sueño hecho realidad. De hecho, a la mayor parte de los lugares a los que hemos ido nunca hubiéramos llegado sin Band of Horses. Cuando estaba friendo huevos y lavando platos, no tenía muchas posibilidades de ir a Australia o Sudamérica, así que estamos muy agradecidos y contentos con lo que hemos conseguido hasta ahora. Nunca hemos sido muy ambiciosos, nunca hemos pensado “ok, deberíamos pasar al siguiente nivel”. Hemos mantenido un paso constante, creo que sin darle muchas vueltas. ¡Quizás si lo hubiéramos hecho seríamos cabezas de cartel! Pero creo que estar satisfecho es un sentimiento inusual para mucha gente, y estoy feliz de tenerlo. Satisfacción.
Ésta es su primera vez en Chile. ¿Cuáles son sus expectativas?
Ben: Quiero que cuando salgamos se vea como cuando salía Queen, con un millón de manos en el aire (risas). O al menos quince manos. Serían siete personas y media aplaudiendo. Creo que nuestra percepción de los fanáticos de Sudamérica en general es gente alegre, públicos ansiosos por escuchar música y disfrutarla y pasarlo bien. Así que me parece que, mientras no lo arruinemos, será divertido.
Pensando en eso, ¿cómo planean el set? ¿Hay alguna diferencia con lo que preparan en cualquier show de, por así decirlo, el hemisferio norte?
Ben: No, el lugar “geográficamente” no nos importa, creo. Para nosotros, es el ambiente de festival… No quieres aburrir al público, no quieres caer en cosas que la gente puede encontrar aburridas o algo así. Si acaso, tratamos de asegurarnos de que el tempo esté alto y de darle a las personas un medio para pasarlo bien, si están aquí para eso. Pero si estuviera nublado o sombrío, quizás cambiaríamos el set e incluiríamos algo más melancólico sólo para encajar con la atmósfera. No hay una respuesta fija sobre lo que tocamos en un festival, o en cualquier show. Se trata de cómo se siente el día, y lo que parece que el público quiere de nosotros, en realidad.
Bill (Reynolds, bajo): Tenemos termómetros en nuestras guitarras, y cuando llegan a una cierta temperatura se tocan solas (risas). Es una locura.
Ustedes estuvieron en Lollapalooza 2009. ¿Cómo fue esa experiencia? Juan Ignacio Cornejo, de Rockaxis, nos contó que se toparon con el comienzo de Jane’s Addiction…
Ben: ¡Oh, sí! Es la primera vez que alguien lo menciona. Acabamos de ver a Perry y optamos por escondernos porque, sí, hubo una suerte de batalla sonora. Lou Reed tocaba antes de nosotros y se pasó en su tiempo. Así que nosotros estábamos haciendo nuestro set habitual, sin saber que topábamos con el comienzo de Jane’s Addiction. Tampoco me di cuenta de que eran ellos, los mismos que hacían el festival y nos habían invitado, y dije que subiéramos el volumen, sin pensar en la batalla que se iba a armar. Pero obviamente es agua bajo el puente, porque nos invitaron aquí hoy. ¡Y fue increíble! No teníamos idea hasta que nos bajamos del escenario que eran ellos a quienes estábamos, supongo, molestando. Pero fue divertido, ¿no?
Ryan (Monroe, teclados): Fue divertido hasta que los escuché tocar ‘Mountain Song’ y pensé “… Oh, diablos”.
¿Extrañan tocar en escenarios más pequeños, o para menos gente que en festivales para miles de personas?
Ben: Aún lo hacemos, ya sea en los clubs más pequeños, o shows previos a una gira, o cuando Kings of Leon cancela y te deja solo (risas). No nos hemos malacostumbrado a los festivales o a los grandes escenarios. Si acaso, cuando tocamos en arenas grandes solemos ser teloneros, así que aún no llega al punto en que nos sentimos estafados al tocar en un escenario más pequeño. Creo que estamos felices de estar en el momento que sea, porque realmente disfrutamos tocar juntos, sin importar dónde.
¿Están planeando nuevo material este año, algún nuevo disco?
Tyler (Ramsey, guitarrista): De hecho, estamos casi terminando el nuevo álbum. Hemos estado trabajando en el estudio durante el último mes y medio, y cuando volvamos a casa nos tomaremos un par de semanas y volveremos al estudio por algún tiempo para terminarlo.
¿Cómo trabajan las canciones? ¿Funcionan como un todo, o tienen tareas particulares?
Bill: Bueno, la mayoría de las canciones comienzan en casa y luego las llevamos al estudio. Ahí, como grupo, escogemos la afinación, qué cosas cambiar, el tempo, y se vuelve un esfuerzo colaborativo. Pero sí, usualmente todo comienza con semillas individuales.
¿Hay alguna chance de que estrenen algo de eso aquí, hoy?
Ben: No lo creo. Honestamente, acabamos de terminar con la parte principal de la grabación, estábamos haciendo algo así como una canción al día. No ensayamos para esto, así que no recuerdo cómo son la mayoría de los temas (risas), mucho menos pensaría en tocarlos por primera vez ahora. Pero esperamos que, si hacemos un buen trabajo hoy y el nuevo disco no es un asco, quizás ustedes quieran que volvamos y entonces sí lo tocaremos.
Su música tiene canciones de rock fuerte, pero también melodías introspectivas. ¿Cómo hacen que funcionen ambos extremos?
Ben: Bueno, creo que esa dicotomía, esas fuerzas en conflicto son una gran parte de lo que es Band of Horses. Es difícil decir si somos introspectivos y de baladas melancólicas, o agresivos con guitarras rabiosas, o músicos influenciados por el country. Todas estas contradicciones son parte de lo que nos hace una indefinible bola de rareza que esperamos usar para nuestro beneficio, y creo que el nuevo álbum representa todos esos aspectos de lo que hacemos, además.
Ustedes tienen una historia increíble que involucra una boda en Noruega. ¿Cómo pasó eso?
Ben: Fue divertido. Alguien le escribió a nuestros agentes o publicó en nuestras redes sociales o algo así… Íbamos a tocar al Círculo Ártico, en la zona más al norte de Noruega, a un pueblo muy pequeño. Creo que estaban sorprendidos de que fuéramos. Y había un par de fans que estaban devastados por perderse el show, porque coincidía con su boda. Así que tiraron la idea, nosotros teníamos algunas horas libres y dijimos, ¿por qué no? Parecía algo interesante que hacer y supongo que ahora vive para siempre, si tú me estás preguntando al respecto. Parece que hicimos lo correcto.
¿Hay algún lugar en el mundo en que les gustaría tocar y aún no hayan podido?
Ben: En ese sentido creo que éste ya es un sueño hecho realidad. Pero si tuviera que decir otro…
Bill: ¿Rusia?
Ben: Sí, Rusia fue el primer país en que pensé. Eso sería grandioso. China sería genial, también. En todas partes, realmente. No hay ningún lugar en que no tocaríamos. Excepto quizás por Siria, por el momento.
Ryan: Sería un poco peligroso.
¿Qué otros artistas quieren ver hoy (domingo 1 de abril)?
Creighton (Barrett, batería): Foo Fighters, MGMT, TV on the Radio… Realmente quiero ver a Skrillex, ver a la gente volverse loca. Es tan distinto a ver una banda en vivo cuando se trata de un DJ set y la gente está tan entusiasmada. Creo que es genial.
Ben: ¿Hay bandas chilenas tocando? Quizás, cuando hayamos terminado, podamos ver algunas.
Bill: Yo estoy con Creighton. Quiero ver a los Foo Fighters, pero probablemente vaya a ver a Joan Jett, porque es una leyenda y nunca la he visto en vivo.
Creighton: Sí, también me emociona verla. Está en la lista de cosas que tengo pendientes por hacer.
Ryan: ¡Yo quiero ir a todas partes! Quiero ver a MGMT y a Foo Fighters.
Tyler: A quien sea que podamos ver. Todo está bien.
Revisa nuestra reseña de Band of Horses en Lollapalooza acá.