Con la salida de Warm Up, su último EP, Bad Gyal se ve más en control que nunca de lo que puede o no hacer. Pasó el último año componiendo y asegura que descubrió que se le dan muy bien los punchlines y las barras. También dice que componer, componer y componer la ha llevado a ese estado ideal de “joder, no puedo parar de escuchar mi propia canción” y está aburrida de los “pesados” que miran con lupa todo lo que dice o hace, porque “con las tías siempre es igual”.
Durante el último año, en el mejor de los casos, algunos aprendieron a hacer pan, otros entendieron que odian conectarse a videollamadas y Bad Gyal, canceló un año completo de agenda en España, Latinoamérica y Estados Unidos y se dedicó a componer, descubriendo nuevas posibilidades.
“Al principio fue un poco un shock, pero decidí enfocarme en la música. Han sido los últimos dos meses que he estado más ajetreada en otras cosas, en un proyectito que aún no puedo decir, pero que es muy interesante y va a salir en poco. Pero antes de eso estuve a full en el estudio, haciendo nueva música y al final han salido esos temitas, pero siento que lo más importante es que todo lo que hice todo ese tiempo, me sirve para aprender, mejorar y meterme en este mood de compositora y de componer cada vez mejor”, dice.
Alba explica que este tiempo de estar muy involucrada con su arte la ha hecho ver que sí puede componer cada vez mejor y descubrir que es buena haciendo cosas que antes pensaba que no. “Yo siempre he sido muy impulsiva y orgánica”, dice. “Mi mejor amiga de mi pueblo, con la que desde pequeñitas siempre viaja conmigo… recuerdo que a veces estábamos en Los Ángeles o yendo para un estudio a hacer una sesión con un productor importante y ella me decía las primeras veces ‘tía, ¿no te has preparado nada? ¿no llevas nada escrito? ¿no te has pensado la idea de la que quieres hablar hoy en la canción?’. Y yo es que no lo pienso, yo voy al estudio, me gusta que me pongan los beats y con el que tengo más feeling, ahí entro. Pero todo esto de practicar, practicar y componer más, sirve para ver lo que vales, para ganar confianza, para ver tú tus logros y ver cómo mejoras”.
“Yo primero creo que era una artista muy melódica y consideraba que tenía más inseguridad en las barras, en el rapeo, en crear imágenes con las frases. Era quizás muy narrativa en lo que contaba con mis canciones y últimamente descubrí que no, que se me da muy bien no ser tan narrativa y ser más de punchline y barras. Y siento que desde que saqué ‘Blin blin’ he explotado eso muchísimo más. Al final, creo que así es como se nota, cuando una está más segura, cuando una obtiene resultados es que dices, joder, no puedo parar de escuchar mi propia canción”.
—En Warm Up se nota. ‘Gasto’ se diferencia un poco de tus lanzamientos previos, por ejemplo.
Creo que me representa mucho ese tipo de música más oscura, más rapeada o cruda, porque he escuchado muchísimo de eso, tanto en el dancehall jamaiquino, como en el reggaetón, o como en el trap latino, el drill de UK, han sido músicas que me han inspirado muchísimo, las músicas de club. Y bueno, siento que un EP o un lanzamiento con varios temas es el momento perfecto para experimentar y poder sacar a la luz otras facetas tuyas que también te gustan y que quizás para un single, la gente se queda más descolocada si sacas una canción más rara o friki. En el EP o discos, los artistas podemos aprovechar para hacer nuestras cosillas raras que nos gustan.
—Sobre el remix de ‘Zorra’ con Rauw Alejandro, en Jenesaispop dijeron: “Según cuenta Bad Gyal a Jenesaispop en una entrevista de próxima publicación, ninguna chica quiso hacer el remix de ‘Zorra’ que finalmente sacó con Rauw Alejandro, y solo después de sacarlo se enteró de que a Karol G le hubiese apetecido”. ¿Tenías ganas de contar otra historia? Porque la canción remixeada tiene un significado diferente a la original. Y, por otro lado ¿cómo fue el proceso de crear esta versión?
Primero, sí, cambia completamente, es otra canción. Y lo que leíste en Jenesaispop, tú sabes que los artistas a veces decimos unas cosas y los periodistas las cambian un poquito. A mí me preguntaron ‘y ¿por qué no hiciste el remix de Zorra con una mujer? ¿no tienes ninguna colaboración con una mujer pendiente? No has hecho nada con mujeres últimamente’. Y yo les dije no, yo sí que tengo temas con mujeres y sí que le mandé temas de mi EP a mujeres. Mi tema ‘Pussy’, se lo mandé a una mujer muy potente de la industria latina y ella me confirmó que iba a estar en el tema y luego no pudo montarse, pero yo lo intenté y soy muy fan de muchas mujeres de la industria.
Qué pasa. Yo con ‘Zorra’ no tenía planeado hacer un remix, ahí está la diferencia. A Jenesaispop dudo que les dijera que tenía planteado el remix, les dije que sí tenía colaboraciones pendientes de mi EP con mujeres que luego no se me dieron, pero no tenía ninguna intención de hacer el remix de ‘Zorra’. Fue Rauw quien me escribió y dijo que le encantaba el tema y quería hacerlo. Y yo soy muy fan de su música, me emocioné mucho y me puse muy contenta y dije, para mí perfecto.
Y otro factor que me hizo mucha gracia es eso de Pimpinela, en donde un hombre y una mujer están muy despechados y se tiran mierda el uno al otro. Entonces, pensé en un Pimpinela versión urbana. También me parece bien que un hombre exprese la rabia, esas frases de hombre enfadado, inseguro, que le entran cuando está despechado. Y me pareció guay tener la versión mujeres al poder y unidas y te destrozamos y también la versión mujer y hombre despechados, súper enfadados. No siento que por haberlo hecho con un hombre se convierta en una canción machista. La gente lo ha llevado a ese camino y yo a ver, joder, no lo veo así. Es cierto, las dos canciones tienen diferentes significados, el remix es otra letra, otra persona.
Lo de Karol G es cierto, es que lo mezclan todo un poco, ja, ja. Yo también les conté que hace unas semanas Karol G me dijo que le hubiese encantado hacer el remix. Yo le dije que bueno, que ella ¡podría haberlo hecho súper bien! Ja, ja, ja.
Si yo hubiese intencionalmente planeado hacer el remix, sí que habría juntado a tres mujeres potentes, hubiese pensado algo más de impacto total. Pero con la propuesta de Rauw, que no la fui a buscar, se me abrió otro camino a una nueva idea diferente.
—El remix es otra historia, pero no por eso automáticamente es machista. No es blanco o negro. Al contrario, me parece muy interesante ver esta conversación de gente que está muy enojada.
Es que al final a quién no le pasa. Yo tengo 24 años. Cuánta gente con 24 años con su pareja no tiene problemas. O vas a tomar algo con tus amigas y les cuentas que estás enfadada con él, que no le vas a hablar en toda la tarde, porque es un tal. Y luego al día siguiente, ¡es que llegamos a casa y nos dijimos de todo! A la gente le pasan esas cosas, son experiencias reales y ya está.
—Me imagino que con el tiempo que llevas, sobre todo estos últimos años, en todas las entrevistas que te hacen aún salen preguntas como ¿qué se siente ser una mujer haciendo música urbana?, etc. ¿No te cansa el hecho de que constantemente esté casi sometido a evaluación que las mujeres tengan que hacer música que suene o que sirva como himno feminista? Que todas las letras sean puras en ese sentido, que se esté midiendo con esa vara todo el tiempo la creación artística.
Total, total. A mí siempre me preguntan ¿por qué haces una música de empoderamiento? De hecho, me lo preguntaron en la entrevista anterior a esta. Y bueno, es que yo soy una mujer independiente, hago lo que quiero, hago mi música, soy empresaria ¿qué otra perspectiva quieres de mí? ¿Una de una mujer dependiente de un hombre rico o lo que sea? Yo te estoy dando lo que yo soy, yo no estoy decidiendo un día y digo ‘ahora voy a hacer una canción que hable de la ley del aborto en España’. Que luego le llegue a las mujeres porque yo soy una mujer valiente, independiente, feminista y decidida… Yo transmito lo que yo soy, es lo que hay.
Y sí, siento eso todo el tiempo, qué pesados, porque con las tías siempre es igual. Mirando con lupa a ver si dices esto, entonces, ahora tú eres la machista, pero todos los demás que están diciendo pila de disparates, tranquilitos están. Pues no, estoy de acuerdo contigo.
—Está bien analizar qué me cuenta una artista con su música, claro que me parece interesante, pero medirlas con una vara estricta para saber si lo que me canta es feminista o no, para ver si escuchar esa canción me deja la conciencia tranquila, me parece que es una lectura muy básica y aburrida de la música que va saliendo. Me imagino que las artistas también deben estar aburridas de eso.
Sí, a las artistas nos aburre. Y es que a los tíos no se lo preguntan. Y es por algo que no se lo preguntan. Siento que hay que buscar otros enfoques tía, porque es cierto que obviamente no lo he tenido tan fácil, obviamente que he tenido malas experiencias, pero ¿venimos acá a hablar de eso? Si yo quiero hablarlo, será en un momento oportuno para mí, cuando tenga que hacerlo, porque hay algo que afecta mis valores o porque quiero usar mi plataforma para expresar una idea, ya lo haré. Pero si yo vengo a hablar de mi música o a cantar, por qué tenemos que sacar temas personales míos que a los hombres no les preguntan.
—No todas las canciones tienen que ser un himno feminista porque las hace una mujer.
Y es que es la misma gente que te dice ‘wow eres la reina de la música feminista’ luego te dicen ‘no, eres una machista’. Es la misma gente que busca en ti el referente, la que rápidamente busca en ti los errores según ellos y te califican de una cosa u otra.
Warm Up es la última novedad de Bad Gyal, un EP de ocho canciones que tienen algo central en común: ¡son todas muy breves! “Sí, dejé bastantes versos fuera, de hecho”, explica Alba. “Es lo que funciona ahora. Las canciones cortas funcionan, a la gente le gusta escuchar canciones cortas y yo misma ahora escucho canciones de 3:20 o 3:40 y ya quiero cambiar la canción. Prefiero acabar una canción con ganas de más, que llegar al último estribillo aburrida”.
—De hecho, siento que este EP es como un set de club, un par de minutos de una canción y a la siguiente.
Me encanta que lo veas así, porque al final mi música siempre ha sido de esa forma. Me encanta escuchar música de esa forma, me gusta escuchar sesiones de dancehall de una hora con canciones con pull ups, con bocinas, todo lleno de trozos muy cortitos y seguidos. Los mejores trozos de cada canción. Mis conciertos son así, canciones mezcladas. Todo corto, fresquito y lo justo para quedarte con ganas de más.
—Hasta el nombre me dio esa sensación de salir de noche. Warm Up es lo previo a una noche de fiesta. ¿Está relacionado con eso?
“En parte sí, porque aquí no hay clubs ahora y yo siento que siempre hago música de club, entonces lo que nos queda es ponérnoslo como lo que era antes para nosotros el warm up, estar en casa escuchando algo, tomando algo antes de salir. Ahora solo nos queda el warm up, ja, ja. Y por otra parte, porque tengo ganas de poder sacar un disco y ha sido el entrenamiento perfecto para meterme a crear un disco”.
“Ya estoy metida en eso, pero aún no estoy marcándome a mi misma ni poniéndome fechas. Estoy simplemente creando, aprovechando este momento en el que no hay tanto ajetreo y tanto viaje. Estoy componiendo, componiendo, dejándome llevar sin pensar en que tengo que enseñarle música a mi label y así. Cuando tenga un montón de canciones buenísimas, se las pondré a mi label”.
Ese sello que en algún momento escuchará las futuras buenas canciones de Bad Gyal es nada más y nada menos que Interscope Records, con el que firmó en el 2019 para internacionalizar su carrera hacia la audiencia anglo. Sobre su relación de trabajo con la discográfica, Alba pone en énfasis tres conceptos: la libertad total, el control de su proyecto y la fortaleza de su equipo.
“Lo único que he hecho en este tiempo es reforzar el grupo de gente que tengo en el estudio y sentirme cómoda. Al final, en los momentos en que estoy ahí, nunca tengo a nadie metiendo la nariz ni diciéndome esto sí o esto no. Es cierto que a veces he presentado canciones y me han dicho no, este tema no lo queremos. Y es lo que hay. Y hay veces en que me han dicho eso, y yo voy le meto tres sesiones más, porque creo en ese tema. Y mi voz se respeta porque así lo estipulé por contrato y porque así siento que tiene que ser mi proyecto. Yo siempre he hecho lo que he querido y sé que es lo que mis fans quieren también. No quieren una artista títere ni que la guíe nadie”.
“Me encanta haber podido crear con artistas como El Guincho, que me ayudan a ese entrenamiento para encontrar mis puntos fuertes, descubrir cosas nuevas que se me dan bien y explotarlas. Y luego ya viene la parte de mostrar, de ver qué quieren, qué no y de lucharlo. Pero la etapa de creación para mí es sagrada, no quiero que nadie entre. Yo estoy con mi equipo en el estudio, que funciona muy bien y estoy muy contenta con eso”.
En Warm Up, parte de su equipo es El Guincho, productor ejecutivo del disco y colaborador en ‘Pussy’ y también algunos otros artistas que firman featurings en las canciones como Rema, Juanka, Khea y Rauw Alejandro. Alba dice que antes de confirmar cualquier colaboración, primero tuvo todas las canciones terminadas. Y luego, “yo pensaba solo en el vibe de la canción y con quién encajaba. Al final ‘Bling bling’ por ejemplo, era una canción muy rítmica, con unas melodías de reggaetón en los sintes y en tambores, una canción muy de club también, entonces pensé en que Juanka podía romperla, porque sabemos que es muy bueno en las barras, tiene una rítmica brutal y le dio lo que el tema necesitaba”.
“‘44’ es un tema más pop, más melódico, pero tiene mucho afro y de danza y al final yo estaba súper enganchada a los temas de Rema, y Pablo Guincho podía contactar con él, y genial porque era la persona perfecta. Así con todos al final”.
“También me considero productora de mi disco obviamente, yo siempre trato de darle mucho crédito a mi equipo, a mis productores, mis estilistas, pero no significa que no sea una jabata que está ahí luchando en el estudio o con mis looks. No voy a buscar la ropa, pero soy la que tiene las ideas, la que decide”.
“Tengo en el estudio un equipo tan bacano, donde está la persona que partió desde el día uno conmigo haciendo música, luego estoy con El Guincho, que antes de trabajar con Rosalía, antes de todo, nos venía a buscar a mi productor y a mí porque le encantaba nuestra movida, porque éramos los primeros chavales de acá en España que estábamos a tope con el dancehall, el grime y drill de UK. Había muy poca gente acá en España con ese gusto musical, con ese interés, entonces, siempre me he entendido muy bien con esta gente que tengo tan cerca, siempre hemos tenido puntos de vista parecidos, si nos mandamos las canciones que estamos escuchando esta semana, todos escuchamos la misma canción. Así que por una parte, soy una loca que no deja de controlar todo en su proyecto, pero también, me aseguro que mi equipo piense como yo”.