Fotos por Daniela Pozo / www.angelopierattini.cl
El 30 de abril, una memorable presentación en el Teatro Novedades sirvió para que Weichafe escribiera el último capitulo de su historia cómo banda. Ese día, el trío dijo adiós a los escenarios y a once años de carrera artística. El tema elegido para despedir su recordable trayectoria fue Tres Puntas, canción con que, hace una década atrás, la banda consiguió acaparar las miradas de todos los fanáticos del rock and roll en nuestro país.
Cuando esta poderosa interpretación acabó, Angelo Pierattini, vocalista y guitarrista de la banda, señaló: “Todos seguimos adelante”. No cabe duda alguna que, en esta mítica frase, el músico hacia una gran referencia a lo que significaría el nuevo paso que daría en su historia.
A pesar de que su primer disco en solitario, Angelo Pierattini y las Calaveras Errantes, apareció a fines del 2008, la historia del músico en proyectos paralelos, se remonta hace algunos años atrás. El 2005, el artista formó parte del proyecto musical Hueso, banda con quien público dos discos, Hueso y Doctor Hueso.
Por otro lado, Angelo Pierattini, ha realizado colaboraciones con los Chancho en Piedra, en especial con Pablo Ilabaca, y formó parte de la banda sonora de 31 Minutos, La Película. Es este incansable deseo de incursionar en nuevos estilos sonoros, lo que gatilló que en el año 2007 el músico comenzará a trabajar en su primer álbum, Angelo Pierattini y Las Calaveras Errantes.
“Nace a principios del 2007 como un proyecto paralelo, debido a que comencé a escribir canciones especiales en un momento de mi vida, y sentí que tenían que ser interpretadas de un modo distinto a lo que venía tocando hace diez años con Weichafe”.
A pesar de que la carrera de Angelo Pierattini siempre había estado ligada a su gran capacidad como guitarrista, desde la última producción de Weichafe, Harto de Todo, el compositor comenzó a demostrar que también podía demostrar su talento con otros instrumentos.
“El circuito musical en Chile es súper acotado. Acá si tú haces algo, se exige seguir haciendo lo mismo. A mí no me interesan las chapas ni las etiquetas. Yo hago lo que me gusta como músico, lo que me llama la atención y consigue llenarme como persona”.
Otro elemento fundamental en la concepción de este trabajo fue el deseo por parte de Pierattini de poder contar con el apoyo de otros músicos, que permitieran reflejar el concepto del álbum. A este acompañamiento, se les bautizó como las Calaveras Errantes.
“El nombre tiene que ver con el crecimiento personal de cada uno. En este proceso, se pueden pasar por momentos buenos o malos. Todo lo pasado es imposible negarlo, uno tiene que llevarlo como una carga, un aprendizaje. A eso denominé las Calaveras Errantes. Son las muertes que uno va teniendo en sus distintas experiencias pasadas”.
Para reflejar estas “muertes”, o “experiencias vividas”, Pierattini se preocupó de crear un disco con un eje central, del que de desprenden diversos formatos auditivos. El compositor nunca ha sido un artista que cree un disco de forma desprolija o azarosa. Por el contrario, desde su etapa en Weichafe siempre se ha encargado de crear materiales que se basan en un núcleo establecido. Un claro ejemplo de esta situación son Pena de Ti y Harto de Todo, historias narradas en los últimos dos discos de su ex banda.
Mientras Pena de Ti nos narraba la experiencia de un adolescente que viaja por una ciudad, edificada bajo la indiferencia, corrupción y engaños, Harto de Todo tenía la intención de contarnos la vida de un hombre quien, aburrido del mundo exterior, decide encerrarse en su casa, tapizando las paredes con las fotos de su vida.
Además del poder de las letras, que evidencian la gran capacidad metafórica del músico, los discos siempre han presentado una interesante producción visual. En su primer álbum con las Calaveras Errantes, no es la excepción.
“Los discos tienen un hilo conductor, porque a mi se me hace importante reflejar una necesidad que surge. Estas necesidades son ejes centrales. Me gusta escribir canciones y representarlas a través de sonidos, imágenes y metáforas. Yo me agarro de un eje y desde ahí escribo. Me interesan diferentes tipos de expresiones artísticas, todo tiene una estructura que se entrelaza”.
A pesar de que Angelo Pierattini y las Calaveras Errantes sigue siendo un material desconocido por muchos, el músico es de los convencidos de que la única forma de dar a conocer su material es a través de las tocatas. Al igual que con Weichafe, Pierattini ha realizado un gran número de presentaciones donde ha dado a conocer su nueva producción.
Sin embargo, para él esto no es suficiente, razón por la que, desde diciembre del año pasado, ingresó a los estudios de grabación para comenzar el trabajo de su segundo álbum.
"Yo me doy a conocer a través de las tocatas, es bueno acercar a la gente, de esta forma, a mis producciones. Prefiero realizar esto, antes que esperar la difusión radial. Esta actividad, aprendida con Weichafe, me ha servido para mantenerme activo y acercar a la gente a mis canciones. Estoy acostumbrado a ese trabajo. Creo que esta forma, y la constante producción de discos, es la única manera de poder acceder a un público nuevo".
La apertura de nuevos medios, como los digitales, ha significado un gran respaldo en la difusión de la música nacional. Eso muy bien lo sabe Angelo Pierattini, quien se declara un partidario de las diversas plataformas informativas que ofrece Internet, con el objetivo de acercarnos a las novedades artísticas nacionales e internacionales, a través de una editorial sin amarres políticos o económicos, cómo sucede con los diarios, radios o canales de televisión.
“Uno es el dueño de lo que va a ver o escuchar, sin tener que obedecer a nadie. No tenemos que esperar veinte videos latosos para ver el que te interesa, ni escuchar todo el día la radio para escuchar lo que queremos. Estos son medios de verdad, sinceros y tangibles, te informan de las tocatas, discos y otras cosas, sin seguir ningún lineamiento soberbio”.
También reconoce la importancia que significa la existencia de la SCD en la música chilena, cómo un canal de difusión y ordenamiento en el trabajo de los artistas nacionales.
“Acá existe mucho prejuicio con respecto al mundo artístico, se peca de soberbia. Algunos piensan que el arte debe estar ligado a la exclusividad y las minorías y no tiene porque ser así. Es bueno que se hagan salas de la SCD en los Mall, es interesante ver música y comerse unas papas fritas, si te gustan, Las dos cosas se disfrutan de la misma forma. Y eso no tiene nada de malo”.
A pesar de reconocer que sus trabajos, en especial éste, se ha visto influenciado por bandas institucionales del rock como The Beatles, Chuck Berry, B.B King o Led Zeppelin, además de elementos propios del folclore nacional, para Angelo Pierattini el trabajo de artistas más contemporáneos cómo Beck, Jack White o Björk, también tiene una gran repercusión en su creación musical.
Una importancia similar poseen las nuevas bandas chilenas como Fother Muckers. El compositor se declara cómo un artista en constante proceso de aprendizaje. Para él, en el mundo de la música no existe la teoría del maestro y el discípulo.
“Los grupos chilenos más actuales, poseen una percepción distinta del mundo, y eso es muy interesante de captar. Me gusta la sensación de estar en constante aprendizaje, y no sentir que uno está por encima del otro. Para el nuevo disco quiero pedirle ayuda a más personas, cómo el Cristóbal de los Fother Muckers. Aprender de las personas más jóvenes es una experiencia que siempre me ha servido cómo artista”.
Así es Angelo Pierattini, un compositor incansable, que siempre está en constantes aprendizajes sonoros. Para él no existen las estigmatizaciones ni los dogmas en esta expresión artística. No es el estilo lo que define a un músico, sino su constante exploración en nuevos mundos, además de la necesidad de estar siempre activo, y no descansar en metas alcanzadas.
Para Angelo Pierattini, el crear música es mucho más que inventar letras e interpretarlas. Es el idioma a través del que él se comunica con el mundo. Un lenguaje, que a lo largo de su carrera ha sabido expresar de una manera destacable, pero que al mismo tiempo, aún queda mucho por aprender.