¿Qué sentimos cuando buscando entre papeles, encontramos un dibujo hecho en nuestra, cada vez más lejana, infancia?. ¿Cómo reaccionamos al ver esas fotografías de nuestros primeros días de clases?
A pesar de que siempre vemos la vida hacia adelante, y corremos tratando de no ser aplastados por la vorágine del tiempo, existen momentos en los que, por un instante nos detenemos a pensar todo lo que hemos pasado y experimentado para llegar al lugar en que hoy estamos.
Estos mágicos viajes introspectivos son los que nos invita a sentir Alejandro Soto Lacoste en su disco Interiores. Más que comentar una producción musical, hablar de Alejandro Soto, es referirse a la expresión más honesta y sensible que un artista puede plasmar en sus creaciones.
Quizás el nombre de este cantautor nacional residente en Berlín no resulte tan familiar, sin embargo, Soto Lacoste es un hombre que ha estado vinculado al mundo de la música nacional en innumerables proyectos. Por nombrar algunos, ha trabajado con el destacado Patricio Manss, Mauricio Redolés, y ha sido un hombre fundamental en la creación del primer disco solista de Manuel García, Pánico.
Con el correr de la conversación, el autor de la hermosa canción Siempre que vienes, recuerda como comenzó su paso por Alemania, país en el que reside desde el año 2004, y el radical giro que dio su vida desde que llegó a dicha nación.
….”El 2004 fui invitado por un amigo del grupo Sur-Gente, para acompañarlo en una gira porque se había caído el tecladista de la banda. En ese momento me encontraba haciendo clases y tocando en un grupo acá en Chile. Decidí ver como era la cosa allá y partí, al año siguiente salió otra gira y participé, luego me llamaron nuevamente a participar a otro proyecto. Así se fue dando la situación, nunca fue nada tan planificado…”
Y es que así se dan los grandes pasos en la vida, sin planificarlos, simplemente arriesgándose y aprendiendo los aciertos o fracasos de las decisiones tomadas. Eso muy bien lo sabe Alejandro Soto, y muchos otros cantautores nacionales que se encuentran dando a conocer su música en distintos lugares del mundo.
No es fácil desligarse de los lugares en los que tienes guardados todos tus recuerdos, y comenzar una nueva vida en una cultura completamente diferente. Quizás, todos en alguna medida hemos experimentado esta situación; cuando encontramos ese viejo juguete debajo de la cama, o esa foto tomada con amigos que nunca más hemos vuelto a ver. Para Alejandro Soto, esos recuerdos fueron la base fundamental sobre la que cimentó la creación de su disco.
Soportando una temperatura de veinte grados bajo cero, este cantautor decidió plasmar todos sus recuerdos y sentimientos en su obra Interiores, una verdadera expresión artística que no podría haber tenido otro nombre, pues en este trabajo Alejandro Soto se muestra en toda su magnitud, sin ocultarse bajo caretas o en composiciones que no reflejen lo que él es.
Con dibujos realizados por él cuando era un niño, fotos de su infancia, e ilustraciones creadas por sus familiares, el músico nacional destaca la recepción que el público ha tenido hacia su material discográfico, a pesar de que nunca ha realizado una presentación donde de a conocer este trabajo por completo.
“…Siento que la reacción del público ha sido súper positiva, porque pesar de que el disco aún no ha figurado tanto, la gente ha tenido una buena acogida a mis temas y además algunas ya me cachan por el trabajo realizado con el Manuel en Pánico, y otras cosas en las que he estado…
Desde que dejó Chile y comenzó a realizar su carrera en Europa, la constancia y dedicación han sido las principales armas utilizadas por Alejandro Soto para ganarse un lugar en los escenarios internacionales. Estos elementos le han permitido poder presentarse en lugares cada vez más grandes y con mayores audiencias.
.. Cuesta ingresar en el mercado de la música europea. Es cierto, existen más lugares para tocar, pero al mismo tiempo hay muchos estilos de música. Además el hablar otro idioma también complica las cosas, recién estamos empezando a tocar en festivales y lugares más grandes, pero aun no son tan masivos…”
Para Alejandro Soto el renacer de la figura del cantautor es una realidad que no se puede negar. La gente quiere volver a escuchar a una persona tomando la guitarra y cantando. No se necesitan grandes arreglos, sino que escuchar a alguien que transmita sentimientos y emociones sin la necesidad de recurrir a elementos secundarios.
“Hay una sed del público de escuchar música acústica. Hay un vuelo universal de gente con guitarra que hace canciones, como José González en Suecia, o las pautas marcadas por el trabajo de años de Aznar y Drexler. El oído se cansa de tantos elementos, y quiere volver a escuchar canciones en sí…”
Esta hambre de música acústica se ve reflejada a lo largo de todo el disco Interiores. Para la producción de este trabajo, Alejandro Soto Lacoste contó con el apoyo de Rodrigo Bobadilla, quien en el año 2007 escuchó unas maquetas realizadas por Soto y decidió editarlas de una forma más profesional. Desde ese entonces, el disco de este cantautor pasó por un proceso de creación entre Chile y Alemania, que se extendió por más de un año.
A pesar de que este material es, según palabras del autor, el resultado de una introspección, no se puede negar que las composiciones poseen una carga emotiva de tal magnitud, que es imposible no sentirse identificado con alguna de las canciones presentes a lo largo de esta producción.
Sin embargo, para el músico esta etapa de confesiones parece estar llegando a su fin. Aunque Alejandro Soto no niega que su línea musical va ligada con la expresión de sentimientos, el artista tiene en mente producir un nuevo material en el que las canciones posean un significado más universal, que en tono de broma, el cantautor define como Exteriores.
Así es Alejandro Soto, un músico con una tremenda trayectoria, que se mueve a pasos silenciosos pero seguros. Para él ya ha comenzado la etapa de dar a conocer sus creaciones hacia una mayor cantidad del público, por lo que no descarta compartir sus canciones a través de Internet.
Un artista de verdad, sencillo, afable y poseedor de una tremenda empatía, que a pesar de ser un completo convencido de que la vida no se puede planificar, tampoco atribuye sus logros y creaciones a momentos azarosos o iluminaciones divinas.
Alejandro Soto, nos enseña que no hay mejor forma de ver la vida que aceptándose tal y como uno es. Recordando sus dibujos de infancia; las onces tomadas en las casa de la abuela, o el amor que sentíamos hacia nuestros primeros juguetes.
En definitiva, estamos frente a una persona que vive la vida sin caretas ni disfraces. Un músico que a través de sus composiciones nos recuerda que los sentimientos no son sensaciones de las que nos debemos avergonzar. Un artista que nos recuerda que a veces ver hacia nuestros interiores es algo mucho más grande que evocar simples recuerdos. Es tener en claro que somos seres que sienten y no unas simples máquinas repetidoras de rutinas agotadoras y existencias predeterminadas.