Tus amigos nuevos no se anda con rodeos, la semana pasada sin contarle a nadie dieron su primera muestra de vida desde el 2017: “Promotora”, el primer single en mucho tiempo, y que funcionó como calentamiento para lo que tenían preparado para hoy: El tercer disco de la banda. Se llama Persisten y hace solo horas lo acaban de liberar.
En POTQ nos la jugamos y nos juntamos con Manuel (del Valle) y Leo (Salinas), la mitad de Tus amigos nuevos, que se completan con Javier (Chorbadjian) y Diego (Lorenzini). La idea es que nos lleven de la manito por las extrañas canciones que habitan en Persisten. Desde demos del No sí son (2013) que son editados recién hoy, hasta perfeccionar el arte de guardar el coro para el final como lo hacen en “Mala persona“. ¿Su trabajo más maduro? Quizás ¿El mejor? Escúchalo y dime tú. Pero mientras lo haces, aprovecha de leer lo que podría ser una suerte de guía definitiva de este nuevo disco.
“Siempre la tuve”
Desde que el disco empieza, Manu marca la cancha sobre como estas canciones suenan a Tus amigos nuevos a la vez que tratan de alejarse de eso: “El disco va a partir con esto. Es una canción, de un ensayo como del 2013. Es la única vez que salió este tema y es perfecto. Lo único que le hicimos fue pasarlo a cinta, le bajamos la velocidad y el Diego más encima jugó con el cabezal de la wea entonces se acelera y se desacelera”. Una suerte de manifiesto de la banda hace seis años, cuando Manu tocaba el bajo mientras Leo estaba en los teclados.
Rápidamente los cabros se ponen a hablar de salas de ensayo, de calles y de cómo nunca más salió el tema y lo terminaron abandonando. Leo se jacta de que es de tiempos de “Tu fiesta vale callampa” una canción que Manu “hizo recortando pedazos de un ensayo eterno”, como recuerda Leo. Con esta canción hizo algo parecido. Según el mismo Manu, estuvo casi seis años diciendo que hicieran algo con este tema, y ahora por fin todos acordaron ponerla dentro del disco. Seis minutos y veintiocho segundos que primero iban a ser un tema oculto hasta que Arturo Zegers dio la idea de ponerlo al comienzo, haciendo que a este tema (con nombre en homenaje a cierta-otra-banda) abra el nuevo disco.
“Bien mal”
Leo dice que la guitarra es puro Beatles, pero el bajo saltarín de Manu llega con un ritmo muy Cadillacs y que como dicen los cabros “antes era más Cadillacs”. Según Manu, esta es una de las tantas letras increíbles que Diego puso en el disco, y que explotan en el coro marcado por el platillo marcadito de Javier.
A la mitad, Leo habla de avanzar en el sonido, en el estado en que estaba la canción. Manu se toma rápido de ese tópico y dice que es un disco lleno de canciones que: “parten en un lado y cada tanto terminan en otra wea, una wea muy lejana”. Mientras lo dice, el tema se va al puente donde resalta la batería de Javier. A penas vuelve el coro, Manu quiere resaltar de nuevo: “Muy buena letra del Diego”.
“Ideas chicas”
Leo dice que empezó entre Diego y él, como una suerte de juego pregunta-respuesta parecido a lo que fue el nacimiento de “Promotora”. Manu le da un movimiento extraño con un bajo medio ¿andino? “Las guitarras se responden en estéreo, una guitarra en cada oreja”, dice Manu. Leo, dentro de la canción, se pone a recitar un poema en portugués que termina en un cambio de escala. La canción se pone media ¿árabe? No sé, el disco tiene ese efecto.
Las guitarras se responden. Claramente en este disco los puentes son el momento en que la banda se da chipe libre para improvisar. Hasta la canción que menos te pueda gustar del disco tiene un puente interesante.
¿Qué dice el poema de Leo? Una saludo a la bandera en homenaje a “Edipo Rey”, uno de sus primeros temas y una forma fácil de darse cuenta a dónde estaba mirando la banda al momento de hacer los temas. “La wea no es, ‘Pateando petróleo’ o ‘Paraná’, de hecho acá (en el disco) el bajo está mucho más limpio”, explican.
“3×1”
“Esta fue la primera que empezamos realmente después del Triunfo moral“, dice Leo. “Tiene mucho tiempo, la dejamos reposar. Y quedó preciosa”, dice Manu antes de decir que por favor escuchara la canción y después la comentábamos. Eso hicimos.
Es larga. Manu no para de hablar de la letra. Dice que era un tema bueno, pero que Diego hizo crecer a “algo mayor”. Leo asiente con decisión. Respuesta precisa. Es una de las favoritas tanto de Leo como de Manu, lo dicen desde el comienzo hasta el final de la entrevista.
“Cóctel Pirotecnia”
Manu quería que se llamara así el disco. Está muy seguro que era un gran nombre, Leo lo apaña, pero que se llame Persisten le da un toque completamente diferente al disco. Se nota rápido que el Leo está en la guitarra jugando con el Diego y el Manu en el bajo. El Javier se escucha en su salsa en la batería, Leo se encarga de resaltarlo.
Tiene una bajada de ritmo muy “La novedad”, según Leo: “esta es una demostración de lo que empezó a pasar con la banda. No sabíamos cómo terminar ninguna canción. O terminamos todo a los dos minutos o nos íbamos a la chucha. Como también pasa con ‘Ideas chicas’, canciones con otra parte”. Claramente eligieron irse a la chucha.
“Mala persona”
“Esta es la oscurita del disco”, dice Manu apenas empieza. Leo explica como hay una serie de canciones que Javier, Manu y Diego hicieron sin él y a las que no sabía como sumarse: “yo no entraba por ningún lado, tocaba puros detalles con la guitarra”. Es verdad, y hasta cuando se pone más funk su guitarra siguen siendo detalles ¿Pero quién dijo que los detalles no eran importantes? Si hasta entra a destiempo, lo que le da novedad.
Después de otra vuelta en la que el coro parece que va a sonar pero finalmente no lo hace, al fin llega. “Dura como tres minutos y algo. Llega el coro, puente, coro de nuevo pero con salida y se acabó”, dice Manu. Y sí, es exactamente eso. El viejo arte de guardarte el coro hasta el final. Y eso no es decir poco cuando se trata de uno de los coros más pegajosos dentro de la canciones de Tus amigos nuevos.
“Promotora”
No hay mucho más que el Leo no dejara claro en la entrevista sobre el single que puedes leer aquí. Es el lado más pop de Tus amigos nuevos, con retazos de “Baby Boomers”. Una demostración de cómo, según explica Leo, Diego tuvo que llegar a parar lo que parecía ser un disco que cada vez crecía más y que no parecía llegar nunca a un final.
“Esta fue fácil de trabajar, ya la teníamos avanzada. Pero para terminarla se tuvo que simplificar, que es algo que terminamos haciendo con gran parte del disco. Cada uno tenía mil ideas más para los temas, pero Diego paró todo. Eso me molestó mucho en su momento, pero después, mucho tiempo después, me di cuenta que obvio que tenía razón”, concluye Leo.
“Mucha Paja”
“En esta el Leo toca bajo. Tiene un estilo más Triunfo moral al comienzo”, dice Manu, el mismo que también dice que se metió a agarrar de nuevo demos para sacar lo mejor de ellos, y que así convenció a los demás de darle una oportunidad a esta canción. Al menos en la primera parte. Después viene un puente largo, pegado, donde el bajo medio soulero se va juntando con una guitarra clásica de Tus amigos nuevos.
Leo explica que el solo de Manu fue difícil. Que había un demo con un solo perfecto pero que para llegar a replicarlo de buena manera fue complicado. “Acá hay una pequeña mentira del disco, acá hay trampas de guitarras. Aunque no es la única canción con eso, también hay en varias otras partes”, dice Manu.
“Tal cual”
Manu dice que el demo de esta canción es perfecto, pero que en esta nadie lo pescó. Otra historia de un demo que en pos de quedar bien grabada hubo que trabajar mucho. Lo que más recalcan los cabros es como la canción avanza como una historia. “Es una suerte de sacarse el sombrero a muchas bandas que nos gustan o que nos inspiran de alguna forma”.
El puente tiene unos juegos de guitarras parecidos a los últimos momentos del Triunfo moral, pero contenido. Un poco de mirar atrás pero de manera diferente. Después de todo, hay cuatro años de diferencia entre disco y disco. ¿Un disco más adulto? Sí, pero que lo sea no significa que sea más lógico.
“No sé”
“Esto es como la historia de Tus amigos nuevos”, acuerdan entre los dos. Muchos guiños al No sí son, mucho cambio inesperado pero interesante, como si cada vez que te acomodas en el tema la canción te negara el asiento. De hecho, ninguno de los dos lo dice explícitamente, pero lo dejan claro con la forma en la que se emocionan con cómo avanza. “De un punto a otro punto”, como decía Manu.
El ruido final no siempre fue pensado para cerrar. Para que llegara a eso, tuvo que avanzar para ser un gran cierre. “La canción al principio era solo el comienzo. Esta canción yo antes la odiaba”, dice Leo. “Yo no le veía por dónde. No podía entrar por ninguna parte. Pero de a poco se fue desarrollando a otras salidas y ahí sí te creo. El final apareció de la nada y todos estábamos arriba del bote. Y esa wea no pasaba hace tiempo”.