Durante la semana de música de SXSW, vimos muchas presentaciones de artistas de todas partes del mundo. A continuación, una selección de lo más inolvidable.
Perfume
Este trío de japonesas pop nació en el año 2000 y es uno de los grupos de chicas más influyentes de su país. La razón fundamental por la que saltaron a la fama -además de sus pegajosas canciones- tiene que ver con la puesta en escena de cada uno de sus shows. También se presentaron en SXSW y esta cita no fue la excepción: trajes, cámaras 3D, pantallas, luces láser y electro pop. ¿Qué más se podría pedir para vivir una experiencia completa? Nada. Bueno, sí, que vengan a Chile.
Stromae
Si estamos hablando de salir extasiados de una fiesta, todo ese concepto se resume en Stromae: electrónica que mezcla desde eurodance con rap y percusiones africanas. Paul Van Haver se toma el escenario desde que lo pisa y sus compañeros de banda no se quedan atrás. Es tan buena la puesta en escena, tan hipnotizante, que incluso fue elegido como concierto del año en el 2014 por la revista Rockdelux. Es un show de primera línea, sin dudas y algo con la que la productora Fauna se anotaría muchos corazones de parte de ese público objetivo.
Viet Cong
Fuera del hype que significó el lanzamiento hace algunos meses del debut de Viet Cong, su show en vivo demuestra que son los Guitar Heroes que todo amante del post punk y del sello Jagjaguwar, necesita tener en su vida. ¿Héroes? Sí, porque construyeron una barrera de sonido con sus canciones durante todo el show, que fue además al aire libre. Y mención especial para ese baterista bendecido por quién sabe quién, que se decidió a hacer un concierto completo con un yeso en el brazo y salió airoso.
Alvvays
Además de tener una de las canciones más hermosas de la década, con toda seguridad, Alvvays es un concierto necesario. Para todos aquellos que disfrutan de bandas emparentadas como Best Coast, les aseguro, este es su show. Mucho más fino eso sí, mejores voces, mejores músicos, mejores coros. ¿Se imaginan una Ex Oz coreando ‘Archie, Marry Me’? Felicidad.
Natalie Prass
Joya. Además de ser, sin lugar a dudas, la autora de uno de los discos que se destacarán en diciembre del 2015, Natalie Prass maneja la guitarra como quiere. Es suave, cadenciosa y el fiato con su banda es sincronía pura. Además, es naturalmente encantadora. Sin mayores adornos, ni materiales arriba del escenario, te obliga a prestarle atención. Hipnótica.
Cloud Nothings
Un concierto celebrado de principio a fin con un mosh pit pequeño, violento y juguetón. Los moretones no importan, porque la presentación de Cloud Nothings es impecable. El formato de la presentación fue preciso, 45 minutos de ruido, una canción tras otra. Dylan Baldi y sus dos compañeros podrían haber estado tocando en el garage de la casa y, estoy segura, que la intensidad hubiese sido la misma. Si fueron a Japandroids en el 2013 y salieron felices de Cine Arte Alameda, un concierto de Cloud Nothings los haría volver a creer en todo lo que sus almas desgraciadas ya no atesoran. Firmado.
Tobias Jesso Jr.
Hace algunos meses te presentamos el trabajo de Tobias Jesso Jr. Imagínate esas canciones intensas y potentes interpretadas bajo un silencio sepulcral de una iglesia. Eso fue lo que se puso ver en SXSW y dejó a todo el público atónito. Finalizando el concierto, todos los asistentes se pusieron de pie y el canadiense fue ovacionado durante varios minutos. Cualquier teatro local sería un recinto adecuado para albergar un show de Tobias Jesso Jr, una de las propuestas más frescas de la temporada. Su disco debut se publicó el 17 de marzo y es lo más parecido a la idea de un Harry Nilsson nacido en la época del internet.
Ibeyi
También te comentamos de este proyecto hace algunas semanas en nuestra sección POTQ Escucha. En ella, te contábamos cómo estas hermanas franco cubanas, hijas de Miguel Díaz, percusionista de Buena Vista Social Club habían lanzado recienemene su disco homónimo debut. Ellas tocaron varias veces durante SXSW pero fue en el show que realizaron en la misma iglesia en la que tocó Tobias Jesso Jr., que el público quedó helado. Una presentación muy sobria, en la que las dos vestidas de negro estaban acompañadas de un teclado, sintetizadores y percusiones, como el cajón. Este es el único concierto en el que pude ver a la mayoría del público llorando de emoción. Yo misma, no pude evitar ser parte de esa masa. Aún no tengo muy claro el por qué -sin caer en un discurso muy personal y sentimental- pero de que atrapan, te atrapan.