No sólo de raperos viven los beefs. Las peleas, las declaraciones cruzadas, los insultos velados y los mensajes escondidos en canciones han sido una constante en la historia del rock. De obvios (y a la vez falsos) como los Stones y los Beatles, hasta imitaciones de segunda del anterior como el Oasis vs Blur, pasando por otros con tintes de poesía de la derrota vital como Dandy Warhols contra Brian Jonestown Massacre, Nirvana y Peal Jam por la supremacía efímera del grunge, y hasta peleas de puro ego como Anthony Kiedis contra Mike Patton. Pero, entre ellas, una de las más divertidas es la que durante décadas han tenido Pavement y Smashing Pumpkins.
Todo comenzó cuando en 1994 Pavement, un pequeño grupo californiano de culto que había atraído atención por su disco de debut, el magistral Slanted and Enchanted, editaron su segundo disco el igualmente extraordinario Crooked Rain, Crooked Rain. Dos discos que acabarían definiendo la década de los noventa y convirtiendo a Pavement en uno de los grupos más importantes de su generación. Si eres lector de los contenidos habituales de POTQ Magazine y no has escuchado esos discos, deberías dejar de leer y buscarlos. Si te gustan bandas como Parquet Courts, Mac DeMarco, Real Estate, Deerhunter o Yuck todas ellas son proyectos que no serían lo mismos sin Pavement (y todas ellas bastante peores, todo hay que decirlo). Incluso bandas que son clásicos en ellas mismas como Blur, hicieron un disco entero, el que se llama como la banda, que casi parece un tributo a los americanos. Si Weezer cantase con menos afinación y tuvieran mejores canciones, serían algo parecido a Pavement.
Dentro de Crooked Rain, Crooked Rain, aparece uno de las canciones definitivas de la música alternativa, ‘Cut Your Hair’, auténtico himno slacker y su tema más famoso a la postre. En ese segundo disco de Pavement, es otra de las canciones (que acabaría siendo single) la que generó la polémica, concretamente ‘Range Life’. Esa canción contenía los versos “Out on tour with the Smashing Pumpkins. Nature kids, they don’t have no function. I don’t understand what they mean and I could really give a fuck”. También tenía otra parte dedicada a The Stone Temple Pilots, “They’re elegant bachelors, They’re foxy to me, Are they foxy to you? I will agree” Aunque Pavement lo hizo como una broma, ya sabemos la clase de ego que tiene Billy Corgan y no es conocido por su gran sentido del humor más allá de la portada de los gatos.
En ese momento Smashing Pumpkins era uno de los nombres más grandes de la música alternativa, adorados por la generación MTV gracias al éxito masivo conseguido con Siamese Dream. Estaba en pleno proceso la nirvanamanía (que terminaría abruptamente en abril del ’94 con el suicidio de Kurt Cobain para dar paso al mito), con Pearl Jam enterrando el hair metal ochentero, Soundgarden navegando entre estos nombres, y multitud de bandas más pequeñas que comenzaban a tener visibilidad mayor. De los clásicos Sonic Youth a Built to Spill, de Dinosaur Jr a los Pixies que se estaban separando, de Beck a Superchunk… la edad dorada del indie rock.
Pavement, que eran parte de la misma generación, veían gracioso ese mesianismo de los Pumpkins y el cómo se tomaban tan en serio a ellos mismos y quisieron gastarles esa broma. Pero a Corgan no le hizo tanta gracia como a los compañeros de grupos de Stephen Malkmus, voz y compositor principal en Pavement. Scott Kannberg, guitarrista del grupo, dijo que cuando Malkmus trajo la letra, casi se atragantan con la comida de la risa que les provocó.
En los siguientes meses, Corgan se dedicó a hablar mal de Pavement a quien quisiera escucharlo e incluso, al parecer (Corgan lo negó), obligó a los organizadores de Lollapalooza, entonces un festival itinerante, a expulsarlos de la edición de 1994 bajo la amenaza de que, de lo contrario, ellos no actuarían. Perry Farrell se bajó los pantalones y los sacó del festival (aunque los volvería a llamar en la edición de 1995). En una entrevista a Rolling Stone en plena borrachera de éxito del Mellon Collie, Corgan declaraba “creo que está podrido de celos, del tipo que mira una foto y dice, ahí es donde yo pertenezco y no entiendo porque no soy yo el que está ahí”. Básicamente en la entrevista los acusaba (y también a Mudhoney) de ser unos perdedores que como no eran capaces de tener éxito real, lo pagaban con él.
Pavement se lo tomaba a risa e incluso negaban cualquier tipo de animadversión. Malkmus, en una entrevista en 1999 a NY Rock Magazine, dijo “mucha gente dice que les faltamos al respeto pero no lo hicimos. Sólo bromeaba con el nombre de la banda porque suena bastante tonto. Me gustan sus canciones, bueno bastantes de sus canciones, sólo me reía de su estatus. Nunca me interesó la vida de estrella del rock o ser indie”. Conociendo la ironía de Malkmus tampoco podemos apostar que hablase en serio en la entrevista. Aún así, en 2008, Stephen Malkmus en un chat con lectores de la revista Blender, comentaba divertido que “Billy ya lo había superado”. Nada más lejos de la realidad.
Corgan, más allá de aceptar su éxito y dejar de lado que una banda, evidentemente menor en estatus, hubiese hecho un chiste llegó a afirmar que “la gente no se enamora de Pavement…lo hacen de Smashing Pumpkins, de Hole, de Nirvana, porque esas bandas significan algo para ellos”. El enfado le ha durado décadas a Corgan que en 2010, cuando se anunció la reunión de Pavement para una serie de conciertos, y que coincidirían en un festival en Brasil, Corgan tuiteó que Pavement eran “la muerte del sueño alternativo”. No contento con eso añadió otros tuits como “qué gracioso que los que acusaban con el dedo de vendidos son los mayores culpables…bostezo. No tienen amor”. Y terminaba con otro en el que afirmaba “nosotros seremos la banda que tocaremos canciones NUEVAS porque tenemos el amor. XX”.
Aún en 2012, Corgan parecía seguir enfadado con el mundo y cada vez recordaba más al viejo Abe que grita a las nubes de los Simpson. En una entrevista a Stereogum, hablando sobre el estado de la música alternativa en ese momento, dice sentirse injustamente valorado y se queja preguntando que porqué no hubo una respuesta de enfado cuando Malkmus fue corriendo por el dinero (en referencia a la reunión de 2010). En su opinión, el público indie debió haberlo destrozado por vendido pero no pasó nada y él lo consideraba hipócrita. En una declaración que lo hace ver casi paranoico, el de Chicago declara que Malkmus “lo convirtió en objetivo”. Cuando el entrevistador le pregunta de dónde vino todo esto, el líder de Smashing Pumpkins lo lleva a un terreno muy personal: “Es fácil elegir al bicho raro. Él es un nerd. Mis ropas son ajustadas y siempre peso unos kilos de más. Tengo dientes chuecos, uno de mis ojos es más grande que el otro, no tengo pelo y canto con una voz graciosa. Es fácil elegir al bicho raro. Ellos no eligieron a Kurt porque todos querían ser como Kurt. Todos quieren ser Beck, Todos quieren ser Thom Yorke. Thom Yorke está bien porque tiene la pinta correcta. Es gracioso: no tengo la pinta adecuada”. Curiosa explicación, sobre todo si habla de ojos raros y Thom Yorke.
La pelea se ha convertido ya en legendaria dentro del rock alternativo y un medio tan interesante como Brooklyn Vegan, bromeaba este año en el Fools Day, el 1 de Abril, equivalente anglosajón al latino Día de los Inocentes, sobre que la disputa había llegado a su fin y que Pavement sería el telonero en la gira de la banda de Chicago.
Hace unos meses se anunció esa gira de “reunión” de Smashing Pumpkins, y que sería la primera vez que giraban como grupo en cerca de 20 años, porque regresaban tanto james Iha como Jimmy Chamberlain, aunque no la bajista D’Arcy Wretzy que declaró en su primera entrevista en 20 años, concedida a Alternative Nation, que Corgan era una persona insufrible, egomaniaco y que apoyaba a Trump. Si esta fue anunciada como la gira de reunión, porque las demás eran Corgan con unos mercenarios, lo que nos preguntamos es qué es lo que hemos estado viendo estos años o quién era esa gente que editaba discos bajo el nombre de Smashing Pumpkins. Aunque bueno, viendo el resultado de sus directos y discos del periodo, perfectamente podrían ser unos suplantadores.
A propósito de esa gira, en una entrevista en Spin a Malkmus se le preguntó sobre el hecho de que recientemente Fleetwood Mac habían despedido, nada menos, que a Lindsey Buckingham, y aprovechó para hacer una analogía con su enemigo por años. Comentaba que en cuanto se viese que la gira de Fleetwood Mac no estaba vendiendo bien, lo llamarían de vuelta para vender la idea de reunión por las quejas de los fans. “Los miembros de Smashing Pumpkins—Lindsey Buckingham no está en Smashing Pumpkins pero hay una bajista llamada D’Arcy, y ella no va en la gira. Y la gente se está quejando porque la banda ha tenido ya como tres reuniones falsas, casi reuniones, y esta se supone que será la buena—. Creo que están tocando sus viejos hits , no nos van a aburrir con un disco nuevo o algo así”.
Para desgracia de Malkmus sí que hubo un disco nuevo de los de Chicago, titulado pomposamente Shiny and Oh So Bright Vol.1/LP: No Past. No Future. No Sun. que ha sido recibido con frialdad e incluso críticas sangrantes como en Pitchfork donde se llevó un 3.4 o en Rolling Stone que no pasó de las dos estrellas de cinco. De hecho, en el agregador Album of the Year, que suma las críticas de docenas de medios relevantes, aparece en el puesto 625 de 680 de los discos de 2018, o sea, en el 10% de los peores discos del año.
El título parece indicar que habrá más discos, aunque nunca se sabe, puesto que este mismo año se ha anunciado que el proyecto iniciado en 2014 bajo el nombre de Teargarden by Kaleydiscope que, en principio iba a constar de 44 canciones repartidas en diversos discos e inspiradas en el Tarot, ya no se completará. De esa aventura vieron la luz Vol. 1: Songs for a Sailor en mayo de 2010, en forma de EP. En noviembre de ese mismo año un segundo EP llamado Vol. 2: The Solstice Bare. Unos meses después, ya en 2011, se liberaron un par de temas por la red solo llamados Vol. 3. En junio de 2012 llegó el disco Oceania y en diciembre de 2014 otro nuevo LP, Monuments to an Elegy, lo que sumaba un total de 34 canciones, por lo que se esperaban las 10 prometidas, que ya no verán la luz, quizá porque Corgan estaba más interesado en esta reunióncompletaperonodeltodo, que podría generarle beneficios inmediatos ya que en los últimos años sus discos cada vez han ido siendo menos relevantes (Monuments to an Elegy es el disco que alcanzó un puesto más bajo en las listas de ventas desde su debut Gish en el lejano 1991), y cada vez llenando recintos más pequeños o su nombre en letras de menor tamaño en los carteles de festivales. De hecho, las ventas de la gira de “reunión” no parecen haber sido el éxito esperado e incluso tuvieron que bajar las entradas a mitad del tour.
¿Lo último que hemos sabido? Pues parece ser que a Corgan le gustaría grabar un disco navideño, pero no sabemos para cuándo. Por su parte, desde la maravillosa reunión de Pavement en 2010 (este humilde cronista puede dar fe), ha habido rumores de quizá otra vuelta en 2019, coincidiendo con el 30º aniversario de la banda, pero Malkmus lo negó categóricamente hace unos meses. Lo hizo en una entrevista promocional sobre su séptimo álbum en solitario Sparkle Hard, que ha sido muy bien recibido, como el resto de su interesante carrera en solitario con su nueva banda Stephen Malkmus and the Jicks (en la citada web de Album of the Year se encontraba entre los 100 mejores del año, y en revistas tan relevantes como Uncut o Mojo aparece en su revisión de lo más destacado de 2018).
¿Seguirá en el futuro el intercambio de mensajes? ¿Se habrá aburrido Billy Corgan de gritar a las nubes? ¿Habrá en algún momento la deseada reconciliación de estos dos señores ya bastante mayorcitos? Quizá lo sepamos pronto. Quizá no.