Por Jorge Muñoz
Poco tiempo antes de publicar su primer EP I’ve Got A Friend Called Emily Ferris (Milk! Records, 2012), Courtney Barnett decidió mudarse de vuelta a su originaria Melbourne luego de vivir 4 años junto a sus padres en la isla de Tasmania. La experiencia que no fue del todo satisfactoria para la australiana, quien abandonó sus estudios de fotografía e ilustración al segundo año debido a la poca motivación que le generaba a nivel personal.
De vuelta en su ciudad natal las cosas no marcharon mucho mejor. Pasó meses sin encontrar trabajo, atravesando un cuadro depresivo y encerrada en su habitación la mayor parte de la semana, solía salir exclusivamente los días en que el centro de recursos humanos de Preston abría sus puertas para ofrecer oportunidades laborales a los ciudadanos desempleados. Con el correr de las semanas “ir a Depreston” se transformó en una suerte de broma triste en el grupo de amigos con los que compartía arriendo.
La suerte de Courtney, finalmente, dio un giro cuando trabajando como mesera en un bar de música en vivo comenzó a retomar su interés por escribir canciones y fue involucrándose en la escena de música independiente de Melbourne, convirtiéndose al poco tiempo en guitarrista de bandas como Rapid Transit e Inmigrant Union, en donde compartió alineación con Brent DeBoer, baterista de The Dandy Warhols.
El cambio de actitud en Courtney fue bastante bien recibido por su familia, especialmente por su abuela materna, quien le ofreció un préstamo que Barnett sin dudarlo invirtió en aprender cómo administrar una empresa. Así junto a su novia, también música Jen Cloher, fundaron el sello Milk! Records, que en octubre de 2013 lanzó The Double EP: A Sea Of Split Peas, un compilado que reunía sus dos primeros EP’s y que fue fundamental para posicionar su nombre dentro de la escena indie internacional.
La necesidad de mantener el sello a flote las impulsó a tomar la decisión de trasladarse a un lugar más económico para vivir, por lo que buscaron un sitio alejado del centro, específicamente un suburbio ubicado al norte de Melbourne en donde existían propiedades más grandes y baratas. Courtney, que posee talento de sobra para reparar en los detalles valiosos de los sucesos cotidianos, tardó poco en abstraerse de la charla con que la corredora de propiedades intentaba convencerlas de lo ventajoso que sería vivir ahí y en cambio se obsesionó con las fotografías de una solitaria mujer anciana y un hombre posando junto a una camioneta en Vietnam, la baranda de acero junto a la tina y un montón de cajas metálicas de té. Atando cabos en su cabeza comenzó a sentirse invadida por una curiosidad nostálgica que fue interrumpida de golpe una vez que la agente inmobiliaria la despertó de su letargo exclamando “y si no les gusta, pueden simplemente echarla abajo y construirla todo de nuevo”.
Una vez de vuelta en su cuarto comenzó a jugar con los acordes de ‘Streets of Your Town’, original de sus coterráneos The Go-Betweens, hasta encontrar un riff que repitió de manera incansable mientras plasmaba de manera magistral su experiencia en aquella visita. Escogió como de costumbre las palabras más adecuadas y valiéndose de su característico estilo vocal desganado, logró dar forma a un contexto y atmósfera llenos de referencias locales que aún así trascienden a un lugar físico específico denominado “Depreston” y consiguen disfrazar un tan acto cotidiano, como elegir una propiedad en una historia acerca de la mortalidad humana.
‘Depreston’ fue lanzado como segundo single de Sometimes I Sit And Think, And Sometimes I Just Sit (Milk! Records, 2015), su debut oficial y le valió el reconocimiento a nivel mundial hasta el punto de ser indicada como la llamada a tomar la posta de Dylan a la hora de crear relatos y plasmarlos en melodías de carácter generacional.