Emborracharnos porque sentimos soledad, emborracharnos en colectivo y volver a nuestra habitación con todos los efectos individuales del alcohol, o entender la soledad como un espacio necesario en el que el trago puede ser un compañero. Pamela Flores consolida su carrera como Floresalegría durante el 2021 con su epé debut Curá y Sola.
Cinco canciones que son el resultado de toda una vida acompañada por la música y la guitarra. “Siempre me sentí ligada a la música en general. En mi adolescencia empecé a tocar guitarra y a escuchar britpop. Ahí quedé pegada muchísimo tiempo sacándole el rollo a las canciones y aprendiendo a tocarlas. Una vez que eso ocurrió no paré más”, dice la compositora que no tuvo que esperar más que adquirir la experiencia de la vida para ir dándole forma a sus historias.
Esa época repercute hasta el día de hoy. Aquellas bandas que fueron la playlist de su vida hoy salen, inevitablemente, a flote en canciones como ‘Estratega’, que abre el disco, o ‘A Contraluz’, su primer sencillo. Una vibra que no escatima ni en pop ni en rock, sin pudor de hacer este estilo que tanto se ha ido difuminando con los años. “El epé tiene mucho de esas canciones que escuché con tanta insistencia. Tiene una onda noventera que se me sale por los poros y creo que eso es claramente una consecuencia maravillosa de mi juventud”, agrega.
Entregas melódicas llena de cotidianos, como se puede apreciar en el video de ese primer sencillo, pero también historias colectivas irremovibles de nuestro ADN como es el caso de ‘Un Día’, track inspirado en el desamor obligado de Joan y Víctor Jara, y todas esas parejas que terminan su historia de manera abrupta en manos de la dictadura militar. Una mezcla que a ratos suena a mañanas dominicales de radio AM y canciones de Ricardo Montaner, y en otros nos entrega una línea de cuerdas muy a lo Garbage. “Estoy siempre dándome vueltas en lo que me llena y es de las cosas más ricas eso de poder volver a repasar alguna época de tu vida o de tu historia en cuatro minutos. Siento que los discos/canciones son como ese enlace que une distintos momentos de la vida”.
En sus palabras, “un proyecto sencillo”. Piezas sin mayores pretensiones que concluyen en un minidisco de poca duración pero con amplias densidades que permiten recordar y querer repetir una y otra vez. Curá y Sola es tal como el acto de saberse una en medio de la euforia o la pena del trago; a veces suena a un espacio que hace solo minutos estaba repleto de risas, a veces tiene ese eco que deja el hablar sin interlocutor cuando vamos de vuelta a casa luego de una fiesta, como si la soledad de la borrachera nos permitiera decantar los momentos vividos.
Ahora, sin la vergüenza de hacer canción aquellas experiencias de la noche y las mañanas que le siguen, Pamela ofrenda la privacidad de la recámara y vive el placer de una tocata en vivo o el interés de la escena independiente por su arte. Nuevos puentes para emborracharse, nuevos puentes para estar sola. Condiciones que parecieran ir de la mano, que Floresalegría explora bajo infinitos contextos.