Desde Perú con amor: Banana Child te invita a abandonar la ciudad, fingir que sabes surfear y disfrutar de un día playero en las bonitas costas del país vecino, ese mismo que tanto supo de surf-rock durante los sesenta y setentas, y que por estos días aloja a la agrupación capaz de combinar las raíces peruanas con el indie más actual.
Franco Yangua fusiona su guitarra con la de Mateo Vega, y el resultado no es más que una conversación de cuerdas en una panorámica que es acompañada por el bajo de Diego Malaspina. Esta estructura sonora es rematada por Sergio Yangua con sus cortes comunes y predecibles pero increíblemente divertidos en la batería que sólo invita a gritar ¡que siga el surf!
Con ya un año de formación, los músicos peruanos están internándose en la movida del norte tras participar de la versión local del Converse Rubbers Track, donde tuvieron la posibilidad de grabar cuatro canciones junto al productor ganador de un Grammy, Héctor Castillo. De estas ocho horas continuas de grabación nacieron los tracks que te presentamos, para que vayas poniéndote a tono con el verano.
Será durante esta temporada cuando será lanzado el larga duración debut que llega tras una trayectoria que se remonta a covers de The Drums y Mac DeMarco, tocatas en fiestas de quince y cambios de nombre esporádicos, que concluyeron en un juego de azar que terminó por darle el nombre a la agrupación.
Ahora, con las canciones grabadas, el nombre definido, y la formación final, los Banana Child están listos para presentarte sus influencias en formato propio bajo el nombre de *Empty Rooms: el punk, el rockabilly, el post punk, el dream pop, y hasta el jazz y el disco, se hacen presentes en la pequeña parte del LP que la banda ya ha colgado en internet y que, a mediados de enero, se revelará por completo.
Te invitamos a escuchar el primer single oficial titulado ‘Timelines’ y a revisar las novedades de este cuarteto en su página de Facebook, donde podrás estar al tanto de todo el proceso de lanzamiento y promoción que se viene para el 2016. Un próximo año “prometedor” según los músicos, quienes esperan tocar hasta más no poder durante los meses venideros.