La primera señal estaba al acabar Las Analfabetas, la película que Moisés Sepúlveda hizo basándose en la obra de teatro del mismo nombre. Cuando terminaba la historia y pasaban los créditos, se oía una melodía melancólica y una guitarra arpegiada a la manera del folk: la canción se llamaba ‘Rey de Espadas’ y su autor estaba acreditado sencillamente como Jorge Mercado. Solo quienes hayan frecuentado los conciertos que se hacían en Santiago a mediados de la década pasada podrían haber identificado ese nombre con uno de los integrantes de Los Coléricos, una banda que -acorde a ese nombre- replicaba el sonido británico de los ’60 y alcanzó a editar dos discos.
Con ese primer impulso, Jorge Mercado se animó a grabar otras cuatro canciones y editar Cambian las cosas de lugar, su primer EP. En menos de 15 minutos crea climas similares a los que se anunciaban en esa primera incursión, pero con un sonido más expansivo, con baterías, guitarras electrificadas y sobrios arreglos. En ‘Oro puro’, por ejemplo, se escucha una sencilla armonía vocal que nuevamente remite a la escuela sesentera, mientras que ‘Vela’ se inicia con un golpe de guitarra eléctrica y luego acelera el pulso para coronar una bonita canción pop.
Un momento distinto es ‘Lagartijas’, que sobre redobles de batería repasa una serie de postales del San Antonio que Jorge Mercado conoció en su infancia: niños que se cuelgan de los camiones, que tiran piedras, que gastan las zapatillas corriendo por las calles, que cazan lagartijas y que se lanzan en bajada montando una bicicleta. Podrán ser imágenes nacidas en ese tradicional puerto, pero podrían también encontrarse en muchas otras comunas de Chile y por eso es fácil empatizar con su nostalgia implícita: “Bicicleta con parrilla / fue dejando cicatrices / no sabía, no creía / que duraban hasta hoy día”.
Cambian las cosas de lugar se puede descargar en su sitio web oficial y escuchar en su cuenta de Soundcloud.