Cuando llegué a Argentina en 2014, las primeras preguntas que hacía eran sobre música a los compañeros y profesores en la universidad. La Plata es una ciudad clave en ese sentido, cuna de Virus y de un nuevo aire en la escena trasandina. A partir de ahí, las recomendaciones que llegaron no estaban al nivel de la expectativa que imaginaba. Bandas que prácticamente tocaban calcadas, sin una propuesta atrayente. Al final, terminé yendo a conversar con los locatarios y trabajadores de las disquerías. En una de ellas descubrí a Güacho, el tesoro perdido a mis interrogantes.
El trío platense formado por los hermanos Lisandro y Joaquín Castillo (voz-guitarra y bajo, respectivamente) junto al baterista Hernán Torres, unificaron las influencias del blues, heavy metal, stoner y psicodelia en dos largas duraciones hasta la fecha: Volumen I · En la Orilla del Océano (2012) y Volumen II · Historias de Viajeros (2014). A la espera del cierre de una trilogía, que inicialmente estaba pactada para este año, pero el actual estado –en materia política y económica- del país, ha hecho que los plazos no sean los mismos.
El mundo sonoro de Güacho se enriquece en la figura de Norberto Napolitano, mejor conocido como Pappo, y del Flaco Spinetta, dos de las guitarristas más destacadas al otro lado de la cordillera. Aunque la fuerza la toman de las bandas anglosajonas de la década del 70’, sobre todo en las figuras de Pink Floyd y Led Zeppelin. Inclusive, en canciones como ‘El amanecer en la frontera’, la batería de Torres juega con ritmos de electrónica. Creando de esta manera, un espectro que va más allá de un determinado estilo. «El estilo a nosotros no nos importa y eso es clave», comentó Lisandro en una entrevista a Revista Distorsión.
Más allá del formato estudio, donde graban en vivo sus discos, son las presentaciones del grupo que impresionan. Una puesta en escena de luces cálidas, entre una nube de humo que no da tregua. Además, está el poder en los riffs de la guitarra y la fuerza de las baquetas a la hora de la rítmica esencial de ellos. Aquella energía ha llegado a Europa en dos giras concretadas, la última tuvo lugar el año pasado, con 16 fechas en menos de un mes. A la vez, fue la oportunidad de editar el segundo LP en vinilo.
A principio de año mostraron en su bandcamp dos versiones de Pappo, ‘Abelardo el Pollo’ y ‘Pájaro Metálico’, bajo el título de Hacia el mismo lugar, grabaciones que quedaron a un lado cuando preparaban Historias de Viajeros. Por el momento, es lo más cercano a nuevo material y las presentaciones en Argentina, son prácticamente una oportunidad única por el cierre a espacios culturales, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Instancias que sigo esperando para verlos nuevamente, en su natal ciudad de La Plata y que en algún momento puedan cruzar la muralla andina.