Hace unos días, mientras se combinaba el tedio del trabajo con la procrastinación más pura, un artículo de la página Consequence of Sound apareció. El texto explicaba cómo un grupo de mujeres abusadas por miembros de la banda de Chicago The Orwells, se puso de acuerdo y, mediante las herramientas que dan las redes sociales, pudieron hacer que en tan solo seis días una de los grupos que más ruido estaba haciendo en Chicago cancelaran shows importantes y eventualmente se separaran. Todo gracias a su unión y valentía para denunciar los hechos.
En POTQ Magazine creemos que es una historia que debe ser leída por los tiempos que corren, abre muchas preguntas, pero también entrega respuestas que pueden ayudar a personas que pasaron por experiencias similares, para que vean qué caminó podrían elegir y que porque el abusador sea parte de una banda grande, no todo está perdido. Les dejamos a continuación el artículo original de Consequence Of Sound (que gentilmente permitió esta traducción) que se titula “Female Fans Use Social Media to Expose The Orwells’ Allegations”, escrito por Jessica Lipsky. Lo tradujimos para que lo lean, difundan y en el mejor de los casos, pueda ayudar a alguien que está pasando un mal momento.
-Un grupo de valientes mujeres hicieron su parte al ayudar a limpiar la escena musical de Chicago
Por: Jessica Lipsky
Un grupo de mujeres dispersas alrededor de Estados Unidos, conectadas vía Twitter y la música, lograron hacer caer a la banda de Chicago por presuntos abusos sexuales de parte de sus miembros. Este esfuerzo colectivo, que terminó en shows cancelados y la eventual ruptura de The Orwells, pasó en tan solo seis días.
The Orwells, una banda de Rock de Elmhurst, Illinois, que consiguió notoriedad en 2014, recibió varias denuncias de agresión sexual, lenguaje homofóbico, violencia y un patrón de acoso a fans menores de edad en redes sociales como Twitter, Reddit y un fanpage de Facebook basado en la escena musical independiente. Las denuncias están mayoritariamente centradas en el vocalista Mario Cuomo -quien ha sido acusado por múltiples mujeres de abusarlas y enviar nudes no solicitadas a niñas menores de edad- además de los hermanos Brinner, el baterista Henry y el bajista Grant. Los guitarristas Dominic Corso y Matt O’Keefe no fueron mencionados. En su momento, la banda negó “enfáticamente” todas las acusaciones, pero tampoco contestaron las múltiples preguntas que Consequence of Sound les intentó hacer.
En vez de quedarse como un secreto a voces entre los fans de Chicago, los detalles y el sufrimiento colectivo que causaron estos incidentes se esparcieron por las redes sociales. En chats grupales, fans mujeres de The Orwells y otros grupos de Chicago, discutieron porqué el abuso fue tolerado y decidieron tomar el asunto en sus manos, recolectando y agrupando todas las denuncias en un masivo Google Doc que muestra las historias de las víctimas de manera anónima. Un grupo en particular presionó para que un local de Chicago cancelara el show que la banda iba a presentar en su ciudad natal. Estos esfuerzos de base, con los que estas mujeres pudieron derribar una de las bandas indies más populares de Chicago, ofrece una suerte de guía única sobre otros intentos de llevar el movimiento #MeToo a la música.
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Genevive Martinez vive muy lejos de Chicago, en South Florida, pero comenzó a escuchar a la banda de indie rock de Chicago, Twin Peaks, en 2014. Creó un chat grupal en Twitter con otras siete mujeres fans de la banda por el 2016 (aunque algunas ya se conocían por shows u otro tipo de contactos), y ocasionalmente viajaban a shows juntas.
“Todas tenemos gustos similares de música y creencias personales afines, así que todas nos llevamos bien bastante rápido. Nuestro chat grupal creció desde hablar de música a discusiones políticas, feminismo, problemas sociales y salud mental”, le dijo a Consequence of Sound Martinez, quien actualmente tiene 24 años. “Ellas son algunas de mis amigas más cercanas”.
Martinez se enteró de la existencia de The Orwells por asociación y trató de escucharlos en el 2015 “pero me desanimaron mucho sus pésimas personalidades en entrevistas que vi”. Dice que siempre tuvo un mal presentimiento con la banda -que es conocida por sus estridentes shows y actitudes de ebrios-, por lo que “no estuve muy sorprendida cuando comencé a escuchar estas cosas”.
En el creciente grupo de Twitter, Martinez y otras discutieron los rumores sobre miembros de la banda involucrándose con fans menores de edad, de mandar mensajes explícitos que esperaban que fueran recíprocos y básicamente, actuando inapropiadamente. “Descubrimos a través de algunas personas, que lo terribles que eran The Orwells era algo de conocimiento público en Chicago. Y hace unos meses comenzamos tener la noción de que podíamos exponerlos públicamente”, dijo ella.
En junio de 2017, Martinez tuiteó: “Es con mucha felicidad que al fin puedo decir llena de valor: Fuck. The. Orwells”. Ese tuit llamó la atención de Rita Hess, una residente de Chicago y gran seguidora de la escena musical local. Hess también había escuchado sobre comportamiento ilegal de parte de The Orwells y así fue como comenzó a mandar mensajes privados por Twitter a Martinez.
“Los abusos de The Orwells no solo son un secreto bien conocido en la escena, si no que también algo que le pasó a muchas mujeres DENTRO de la escena. Novias de miembros de bandas, amigas de esas novias, las chicas que están en primera fila todos los shows, etc…”, escribió Hess, quien estaba aturdida por ver que nadie dijera nada. “La gente está TAN cerca del abuso. Ellos vieron lo que le pasó a sus amigas y sabían que esos tipos vivían cerca. Supongo que no querían armar un problema aún más grande”.
Amanda, quien no estaba involucrada en el chat grupal, le dijo a Consequence of Sound que Cuomo la persiguió con motivos sexuales desde que ella tenía 15 años, enviándole fotos desnudo y mensajes manipuladores. Tuvieron sexo consensual, aunque Cuomo (que ya había pasado los 20) nunca preguntó su edad, a pesar de saber que Amanda seguía en el colegio. “Es muy complejo entender cómo me siento respecto a esto”, dice Amanda, quien ahora tiene 19 años. “Incluso si pienso que quería hacerlo cuando tenía 15, no creo que estuviera mentalmente preparada para eso, especialmente, con alguien con mucha más edad que yo en el momento, especialmente con alguien que no se molestó en preguntar mi edad, especialmente con alguien que me emborrachó para poder tener sexo conmigo”.
El chat grupal fue una importante fuente de información y consuelo para Hess. “Desde el primer día de nuestra amistad, ellas me apoyaron al contar lo que conté sobre The Orwells y me alentaron a que lo hablara”, dice ella. “Ellas han creado amistades reales con otros miembros de bandas y escuchado cosas que nos hacen pensar que estamos haciendo lo correcto al hablar de estos abusos”.
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Las mujeres en el chat grupal se sintieron obligadas a hacer algo, pero sabían que las historias de encuentros negativos con The Orwells no eran de ellas, como para decirlas públicamente. Pasaron bastante tiempo discutiendo cómo evitar mencionar a las víctimas y hablar por otras sin consentimiento. Entonces, una chica subió una imagen de una puerta llena de grafitis en Cole’s -un local que queda en una avenida principal de Chicago-. En esos grafitis puede leerse “The Orwells son violadores” y “Los Brinner son gemelos violadores”. Hess fue inmediatamente al local para conseguir tomar una foto completa del lugar.
“Esto fue una sorpresa para nosotras, porque hasta este punto solo habíamos escuchado rumores del comportamiento violento de Mario y de sus relaciones con chicas menores de edad. Esta era la primera vez que veíamos algo sobre violación o sobre los gemelos Brinner”, dice Martinez. “Este es el punto en que tomamos en serio el querer exponer a The Orwells. Estuvimos meditando sobre por qué nadie había hablado sobre ellos, cuando sus comportamientos y actos eran de conocimiento público hace muchos años. Estábamos frustradas porque todo lo que teníamos eran declaraciones de segunda mano y rumores”.
Hess, Martinez y otras comenzaron a tuitear y retuitear la imagen de la puerta, esperando tener algo de notoriedad. Pasaron algunas semanas sintiéndose impotentes, como si no fueran a llegar a nada.
“La gente sabía exactamente dónde estaba la puerta. Ellos probablemente sabían quién lo había escrito y por qué”, agrega Hess.”Creo que la puerta realmente ejemplifica la idea de este ‘secreto de la escena’. Era literalmente lo que decían las paredes. Estaba ahí. Todos lo vimos. Lo sabíamos. Solo necesitábamos gente que escuchara”.
El 23 de agosto, Hess vio al local de Chicago The Metro promocionando un show de The Orwells en su ciudad natal en noviembre. Ella tuiteó al lugar, haciéndoles notar su historia de abusos y cómo nadie estaba hablando de ello. Hess también etiquetó a Twin Peaks y muchas otras bandas prominentes de Chicago, quienes (junto con muchos otros que no estaban etiquetados en el tuit) denunciaron el comportamiento de The Orwells. El tuit de Hess fue retuiteado por sus amigos/as, fans, bandas y otras mujeres que pronto se unieron al chat grupal. Busy Phillips, actriz y personaje popular en redes sociales, le dijo a la radio SiriusXM que dejaran de tocar a la banda.
@AtlanticRecords @AutumnTone are The Orwells still on your labels? They’re abusive & have a history of sexual assault, sexual relations with minors, homophobia, racism, etc.
— ri 🌹 (@ritacita) 26 de agosto de 2018
El show fue cancelado el 27 de agosto, aunque no es claro si fue Metro o The Orwells los responsables de esta cancelación.
Bess Connelly es residente de Wester Springs, Illinois, no tuvo experiencias de primera mano con The Orwells, pero escuchó historias tanto de Cuomo como de Brinner por años, incluyendo una experiencia que una amiga personal tuvo con Henry Brinner. Ella también presionó para que el show en Metro fuera cancelado. “Cuando anunciaron el show en Metro, de alguna forma me di cuenta de que algo realmente tenía que hacerse esta vez, ya que sería muy injusto de su parte seguir teniendo una carrera floreciente cuando habían abusado y manipulado a tanta gente”, escribe Conelly, de 21 años.
Riley Kmet, de 20 años, vive en Akron, Ohio y notó que Hess estaba llamando a cancelar el concierto y le tuiteó su propia experiencia acerca de sus relaciones con The Orwells -ella también recibió fotos de Cuomo desnudo cuando tenía 17 años y dice que una amiga fue violada por un miembro de la banda-.
I want y’all to know that I was a FAN. Like the BIGGEST FAN. They knew me and my TEENAGE FRIENDS because we always went to shows and they called us “the whorewells”. I Saw their UGLY PINK DICK on my PHONE SCREEN when I was SEVENTEEN.
— rusty (@rileyemmy) 26 de agosto de 2018
“The Orwells era una de mis bandas favoritas hasta que me di cuenta que mientras más tiempo pasaba, más amigas tenían experiencias incómodas con ellos y eso hizo que fuera cada vez más difícil disfrutar de su música. Sentí como algo importante tuitear sobre esto, porque aún tenía muchos conocidos en Twitter que aún amaban a la banda y quería que supieran la verdad sobre el grupo que ellos estaban eligiendo apoyar”.
Martinez le habló a Kmet, quien se unió a un chat junto con Hess y otra mujer llamada Emma (que no fue entrevistada para este artículo) y hablaron sobre cómo proceder.
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Mientras los tuits acerca del show en Metro y las acusaciones de abuso sexual comenzaron a llenar las redes sociales, las mujeres comenzaron a acercarse a varias miembros del chat grupal para compartir sus historias. Kmet decidió compilar las historias en un Google Doc, que tiene 39 páginas de largo al momento de publicar esta nota, mientras otros miembros del chat podían escribir sus propias historias mientras se editaban otras. El formato era simple de editar y compartir, además de algo que todas las mujeres habían conocido en el colegio.
El Google Doc contiene emails y pantallazos de redes sociales. Algunas historias contienen pantallazos de mensajes de Cuomo -incluyendo lo que parece ser el vocalista aceptando que se acostó con una niña de 15 años- mientras que otra muestra imágenes de moretones y marcas de mordiscos dejadas por él. Una mujer escribió que ella perdió su virginidad con Cuomo a través de sexo anal, relación en la que él se rehusó a ocupar condón; además de muchas mujeres que cuentan como Cuomo se les insinuó antes de que ellas cumplieran 18 años. Muchas de las cuentas anónimas pertenecían a amigas de las mujeres del chat grupal. El documento fue rápidamente compartido tantas veces que sobrepasó la capacidad de Google Doc y se tuvieron que hacer copias del mismo documento.
“Nosotras no estábamos esperando ningún tipo de respuesta. Pero cuando las historias se expusieron la respuesta sobrepasó las expectativas”, escribió Madeline Heuer de Chicago, la mejor amiga de Kmet y una de las editoras del documento. “El escenario ahora estaba en su 100% gracias a las redes sociales. Leí todas y cada una de las historias en ese documentos, y todas me entristecieron. Es 100% la culpa de los miembros culpables de The Orwells”.
“Leer todas las historias me trajo un sentimiento de perturbación muy fuerte que no me puedo quitar. Recibí varios mensajes de chicas que decían que se sentían un poco menos impotentes ante la situación”, dice Kmet. “Escuchar esas historias de esas otras mujeres, si bien son fuertes, ha ayudado mucho a otras a sentirse menos aisladas, avergonzadas y culpables por lo que vivieron y además a ayudado a sanar muchas vidas. Escuchar esas cosas me hicieron sentir más inspirada y honrada de haber ayudado de alguna manera a esas víctimas, para que encuentren un poco de paz en sus vidas”.
El 29 de agosto, The Orwells anunció su separación.
“No esperé que todo eso pasaría en tan solo seis días. Osea, apenas la gente comenzó a -finalmente- hablar acerca de esto, fue como si las compuertas fueron abiertas, la gente comenzó a hablar y no paró.
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La rápida sucesión en la que una banda popular sucumbe ante las voces de las víctimas era algo que no había pasado antes -un claro resultado de los tiempos de social media y las políticas del #MeToo. El rápido éxito de su trabajo sorprendió a las nueve mujeres del chat grupal, la mayoría se preguntó por qué le llevó tanto tiempo caer a The Orwells.
Connelly dijo que estaba bastante segura de que la banda iba a cancelar el show en Metro, pero nunca esperó que la banda se separaría. “Me hace preguntar ¿si esto hubiera pasado uno o dos años antes, serían los mismos resultados?”.
Kmet piensa parecido, agregando: “Estoy orgullosa de lo que el esfuerzo y la unidad de estas mujeres han logrado hacer en una semana”. Ella también se pregunta por qué otras bandas de la escena, especialmente las que son amigas de The Orwells y sabían de su comportamiento, no hablaron antes. Como mínimo, esos músicos debieron haber dejado de seguir o parado de apoyar a The Orwells, piensa.
Bandas como Modern Vices y Twin Peaks fueron rápidos en denunciar el comportamiento de The Orwells en Twitter, y ambas retuitearon el link del Google Doc. Felicitaron a Twin Peaks por hacer esto, pero ellos instaron a la gente a que el foco siguiera en lo que importaba: las mujeres involucradas.
“Espero que la separación de The Orwells gracias al arduo trabajo y el valor de las mujeres de esta comunidad nos de una lección a todos nosotros: escuchen las historias de las mujeres, amplifiquen sus voces y permitirles a ellas dictar la narrativa de los hechos”. El vocalista/guitarrista de Twin Peaks, Caiden Lake James le dijo a Consequence of Sound “Estoy agradecido de que se me haya mostrado un camino claro que exponía a los abusadores sin sacrificar la privacidad de quienes han sido víctimas de sus conductas depredadoras”.
Estar envuelta en la escena musical de Chicago con el secreto a voces sobre The Orwells fue horrible, dice Hess. “Duele tanto ver a miembros de bandas alzando la voz por mujeres abusadas en otras comunidades pero nunca en la nuestra. Ellos condenaban a otros pero nunca a los de acá. Comencé a sentir que -dios no lo quiera- si algo me pasara en un show en Chicago, no sería capaz de hablar ya que sería más importante que manchara la reputación de la escena”.
En las redes sociales, múltiples fans de The Orwells expresaron su desilusión por la manera en que la banda fue enjuiciada en la corte de la opinión pública. Un fan de la banda -@jerryranda1- llegó a tuitear: “Inocentes hasta que se pruebe lo contrario. Estoy seguro que esta no es la primera banda en hacer esto…¡Es algo que pasa con la fama! Calumniar a la banda sin un paso por la corte no es un buen criterio”.
Erick Kolkey, también de Chicago, es un ex tour manager que trabajó con bandas como the Damned, Ramones, Iggy Pop y otras bandas de los 70’ y 80’, sugirió que algunos de los incidentes que están en el Google Doc son algo que es parte del rock ‘n’ roll. En un grupo privado de Facebook de fans de The Orwells el mismo Kolkey escribió sus experiencias trabajando con ellos en tour.
“Teníamos mujeres que prácticamente se lanzaban a los miembros de la banda. ¡Chicas realmente lindas! Teníamos groupies que podrían haber tenido sexo con cualquier persona con que tuviera una guitarra en la mano. A veces les gustaba y otras veces les daba remordimiento. Lo que no tenían en ese tiempo era la habilidad de destruir una banda y sus miembros contando algunas historias anónimas que podían ser leídas en todo el mundo en segundos sin cuestionamiento. Todo lo que se necesita son unas cuantas historias, sin pruebas, y en unos días tu objetivo estará arruinado”.
Marie Chatelot, una fan francesa de The Orwells y administradora del mismo grupo de Facebook donde Kolkey escribió lo anterior, dice que ha asistido a -aproximadamente- unos 30 shows de la banda e incluso ha asistido a fiestas con ellos. “Siempre nos trataron con mucho respeto. Siempre me sentí segura con ellos”, dijo a Consequence of Sound, además de agregar que no vio comportamientos como las de insinuarse a niñas.
“Primero estaba en shock por leer los testimonios de todas estas chicas, y rápidamente me sorprendí de cómo la gente reaccionó al Google Doc inmediatamente como de una manera que hacía parecer que era la única verdad”, dice Chatelot. “Para mí, hacer acusaciones por internet solo desacredita la autenticidad de los hechos. Ninguna de las víctimas puso una denuncia en la policía, lo que habría validado sus acusaciones”.
Sin embargo, la respuesta de las redes sociales han alentado a algunas de las fans más jóvenes de The Orwells -incluyendo a Heuer y Kmet- de repensar cosas que ellas daban por sentado como adolescentes. “Nosotras vimos cosas cuando estábamos en nuestros 15, pero ahora que tenemos 20, nos damos cuenta de lo realmente jodido que era todo”, dice Heuer.
“Me entristece que esto fuera un secreto a voces por tanto tiempo, pero también sé que no hubo otra oportunidad para las víctimas de compartir todas estas historias en un solo lugar hasta que este documento apareció”, continúa diciendo Heuer. “Creo que esto impulsó a que hombres y mujeres dejaran de solo observar los comportamientos a su alrededor, si no que ahora también a hablarlos y, ojalá, denunciar estos casos antes de que se conviertan en un patrón de abuso como en el caso de The Orwells”.
Hess dijo que ahora hay una suerte de vibra más sanadora entre los miembros de la escena musical DIY de Chicago.
“Nuestra escena es increíble, y ahora que este caso horrible de abuso ha sido expuesto lo es incluso más, y salimos todos juntas de esto. Es hora de que las mujeres, la gente de color, la comunidad LGBTQ y los discriminados sean incluidos en los shows, es hora de que los lugares para tocar escuchen porqué una banda no quiere compartir escenario con otras y es hora de que los fans VETEN a la gente que escuchan a las bandas con abusadores”.