Por Jorge Muñoz
La influencia que la industria pop sueca ejerce sobre el resto del globo parece haber alcanzado tal nivel de efectividad, que a pocos les sorprendería la existencia de una suerte de fórmula química musical desarrollada bajo total confidencialidad en las instalaciones de asépticos laboratorios subterráneos del país nórdico. O en este caso, estudios de producción musical como Maratone, MXM o Wolf Cousins.
Precisamente es Wolf Cousins la casa musical de Ebba Tove Elsa Nilsson, mejor conocida como Tove Lo, nombre que adoptó a los tres años debido a su fascinación por los linces (significado del sueco Lo). Desde esa compañía de producción comenzó a destacarse por sus composiciones para artistas como Ellie Goulding, Girls Aloud y Zara Larsson, entre otras. Sin embargo la inquietud de Tove por interpretar su propia música se arrastraba desde que era una pequeña niña.
Con apenas once años formó una girl-band junto a sus amigas y para cuando cumplió quince, ya contaba con algunas presentaciones en vivo que la ayudaron a ser aceptada en la Rytmus Musikergymnasiet, una escuela musical con sede en Estocolmo por cuyos pasillos también circularon figuras reconocidas del pop sueco como Robyn y, la que con el tiempo se convertiría en su mejor amiga, Caroline Hjelt del dúo Icona Pop.
Una vez terminada la escuela, se unió a una banda de math rock llamada Tremblebee, experiencia de la cual sólo pudo rescatar las incansables sesiones en estudios de grabación donde conoció a varios productores independientes que le pagaban por usar su voz en sesiones de prueba. Cuando la banda se separó, Tove sintió que era el momento de producir sus propias canciones de una manera mucho más sencilla, apuntando directamente hacia un sonido más pop.
El 2011 fue contratada como compositora por Warner Chapell Music, y gracias a unos cuantos tragos de más en una fiesta de la compañía, fue que se animó a subir al escenario a cantar con la banda que se presentaba esa noche. Su voz y puesta en escena, llamaron la atención del productor Alex Kronlud, quien al enterarse de que también escribía, no dudó en presentársela a su viejo amigo de la infancia Max Martin, otro sueco conocido como el Rey Midas del pop anglo, quién cuenta con más de veinte números uno en las listas mundiales entre las que se encuentran ‘…Baby One More Time’, ‘Bad Blood’ y ‘Can’t Feel My Face’.
Si bien la presentación no pasó más allá de algunas recomendaciones y un vínculo de camaradería, Martin le ofreció luego unirse a su colectivo de compositores bautizado como Wolf Cousins, propuesta que Tove aceptó con la condición de poder llevar su carrera solista como proyecto “alternativo”.
Fruto de esa etapa de trabajo fue que ‘Habits’ vio la luz. Primero como un poema de quiebre amoroso, se transformó luego en la pieza fundamental de su EP debut Truth Serum, llamando la atención de la prensa musical quien hizo eco de los tweets en que Marina and the Diamonds la catalogaba de “brillante”.
Rebautizada en 2014 como ‘Habits (Stay High)’ también formó parte de su primer larga duración Queen of the Clouds, álbum dividido en tres partes “The Sex”, “The Love” y “The Pain”, que llegó para saciar el apetito de los medios, quienes vieron en Tove Lo la figura ideal para tomar la posta del reciente fenómeno Lorde. La carrera de Tove se disparó y pronto estuvo co-escribiendo e incluso grabando junto a Nick Jonas el tema ‘Close’. Canción que logró llegar al #14 del ránking Billboard y que le valió presentarse junto al ex Jonas Brothers en Jimy Kimmel Live!, Saturday Night Live e incluso en la premiación de los Billboard 2016. Mismo año en que Tove Lo anunció su segundo álbum llamado Lady Wood en el cual ‘Cool Girl’ aparece como punta de lanza de una propuesta un poco más sobria y menos desgarradora que su predecesor.
Tove Lo viene a Lollapalooza Chile 2017 a mostrarnos sobre el escenario quién es auténticamente (más allá de las comparaciones hoy tan utilizadas para alborotar los contadores de visitas) y que la fortuna ha sido sólo un ingrediente menor dentro de una carrera con visión, constancia y honestidad.