El reggae es más que Bob Marley y todos los hijos que planean perpetuar su obra. Este año Chile volverá a recibir a uno de los discípulos de Lee Perry, y pieza clave del dub. Mad Professor no tiene tanta fama en el grueso más joven de los asistentes a Lollapalooza, pero Neil Fraser pasó de Georgetown hasta los estudios más grandes para aportar con sus samplers y mezcladores en obras gigantes de diversos géneros: desde Depeche Mode hasta Beastie Boys.
Antes de pasearse por el mundo como uno de los reyes del jungle, Fraser alucinó con las máquinas electrónicas que lo tuvieron trabajando en un servicio técnico, punto en el que terminó decidiendo que lo suyo era mezclar su pasión por la música con los conocimientos que había sacado de tantos cables y arreglos.
Y desde el ’79 no ha parado. Ese año el artista, que ya se había mudado a Europa, abrió su propio estudio en Londres, luego de los equipos que logró recoletar, y tras eso no tardó pasó mucho para que John Peel flipara con la serie de discos Dub Me Crazy.
Lo que hizo Mad Professor fue abrir el camino para un género que no solía ser considerado en las grandes ligas y no registraba ventas relevantes. Pero entre los altercados ingleses y el apoyo de críticos por el género fue que el Reino Unido empezó a considerar a artistas como Sandra Cross, Pato Banton o Fraser. Mad quebró, junto a otros, una barrera invisible, y cuando los ochentas se despedían vino el gran salto: su team junto a Lee Scratch Perry que entregó la pieza clave que es Mystic Warrior en el dub actual.
El álbum con data del ’89, es uno de los tantos que han existido en la carrera del profesor, que además de llevar ese apodo, se ha especializado en workshops alrededor del mundo, donde explica el sistema de mezcla que tanto lo obsesionó cuando era un jovencito. It’s a Mad, Mad, Mad, Mad Professor, Dubbing You Crazy, Method To The Madness y The Roots of Dubstep son sólo alguno de los títulos en sólo que el productor guarda en su bolsillo.
Si hablamos de colaboraciones y remixes la situación se hace eterna. No es para menos, Falser entiende la música desde un punto tan técnico y propio que puede desmenuzar los sonidos de Rancid o Perry Farrell sin límites. Lo consideran como productor, nosotros lo consideramos como parte esencial de la música, y es uno de los imperdibles de Lollapalooza 2017. La leyenda del dub vuelve y no vale la pena perdérselo.