Marcados por una grata y conocida serendipia, la edición meteórica por el sello Japonés Vinyl Junkie de su primer trabajo Brilliant Noise (2013) que los ayudó a pavimentar su inicial camino, en esta edición de Mis Discos, Trementina (Vanessa, Lucas y Andrés) nos comentan sobre su participación en Fauna Otoño 2017 y también, nos recomiendan algunos discos. “Estamos muy contentos de tocar en esta versión ya que vamos a compartir con Slowdive, una de nuestras más importantes influencias en la época en que formamos la banda. Es un sueño hecho realidad tenerlos aquí en Chile”.
Vanessa
Cocteau Twins – Heaven or las vegas (1990)
Demoré mucho en enganchar con Cocteau Twins porque simplemente no los entendía, pero al escuchar este disco se me partió la cabeza y me sentí una idiota por el tiempo que demoré en descubrirlo. Cada una de las canciones hace que el tiempo que pasas escuchándolo sea más valioso, simplemente porque todo lo que rodea la voz de Liz Fraser se transforma instantáneamente en algo bello. Es etéreo, dulce y pegajoso, pero poderoso. No necesitas saber qué dicen las melodías, simplemente se hunden e impregnan en ti.
Grimes – Visions (2012)
Claire es una tremenda productora, admiro el nivel de composición y producción que ha logrado desarrollar Grimes como proyecto, absolutamente bajo su control. La ubiqué primero con el Darkbloom y con el Visions quedé loca, me impactó ese sonido atmosférico y robótico que la caracteriza. Me animó a cantar, de hecho, mi gusto por los reverbs exagerados y capas de voces provienen de su influencia. En este disco une una femineidad onírica con lo sintético del pop, además que para ese entonces sus shows en vivo eran netamente ella, sus sintetizadores, loops y pelos de colores. Un bichito extraño y maravilloso en el mundo del pop, no pude pasar por alto su existencia en ese momento, mucho menos puedo dejar de nombrarla ahora.
New Order – Power, corruption & lies (1983)
Es mi disco de felicidad/ebriedad/despecho/caminatas largas/música de fondo/zapateo histérico. Básicamente suena en mi cabeza la mayoría del día.
Lucas:
Primal Scream – Screamadelica (1991)
La primera vez que lo escuché pensé que Bobby Gillespie era un genio loco de la música, pero investigando descubrí que invitó a colaborar a djs y productores importantes y secos del momento, como Andrew Wheaterall. Eso explica la experta utilización de samples y loops electrónicos que crean un disco completísimo y variado, sumando mucho a los ya buenos riffs y vocalizaciones de Gillespie. Uno de mis discos favoritos.
My Bloody Valentine – Loveless (1991)
Este disco me introdujo a la banda y simplemente me cambió la percepción de la música que podía crear una clásica formación de rock. Me agarró, me disparó lejos y volví siendo otro. Lo considero una de mis mayores influencias a la hora de crear y producir música. Kevin Shields, qué maestro.
https://youtu.be/Ul0hnGP5Aes
Andrés:
The Mars Volta – De-Loused in the Comatorium (2003)
Es un álbum intensísimo que en su momento me amplió el concepto de música y me metió por primera vez en la psicodelia. Amé la mezcla de ritmos de batería y guitarras desenfrenadas y progresivas, libres y técnicas. Además la propuesta artística de Jeff Jordan (ilustrador de la mayoría de sus trabajos) completa la cosmovisión de la banda, la cual me parece enigmática y hermosa.
Protomartyr – The agent intellect (2015)
Éste es un disco contemporáneo de post-punk que me introdujo en el estilo. La simpleza de la instrumentación y la voz de Joe Casey congenian en canciones cortas, directas y pegajosas. DIY de alto calibre. ‘The Devil in his Youth’ y ‘Dope Cloud’ son mis highlights.