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Mis Discos: Matías Cena

Mis Discos: Matías Cena

El nostálgico video para ‘Cerro Dragón’ es la novedad más reciente que ha entregado Matías Cena. En él se hacen patentes -vía grabaciones caseras- los paisajes nortinos y el clima melancólico que nutren Casa sin fuego (2014), el más reciente de sus tres discos de larga duración, editados por Algo Records. Ese disco lo ha llevado en el último tiempo a España, Brasil y variados escenarios locales, en presentaciones que -muchas veces- adquieren un carácter bastante más eléctrico que la etiqueta de cantautor folk o country que se le ha achacado.

Es evidente que esas influencias están en la música de Matías Cena y lo confirma la presencia de Bob Dylan y Gram Parsons en esta lista, pero los límites son más difusos. Aquí hay sicodelia, hay rocanrol, hay rock pesado, hay sonidos más contemporáneos y también, los vestigios de una escuela punk que deja una huella indeleble. Estos son los discos escogidos de Matías Cena.

THE 13TH FLOOR ELEVATORS – EASTER EVERYWHERE

Este disco lo conocí el año 2006 junto al homónimo de Silver Apples, en un artículo de una revista de la cual no recuerdo mucho. Solo sé que bajé este disco y el de Silver Apples y el efecto fue similar. Sicodelia desde un punto de vista inocente a punto de ser pervertido, repeticiones y temáticas cotidianas enfrentadas desde lo profundo de la mente.

https://www.youtube.com/watch?v=hMfL9Yx7Xlk

VELVET UNDERGROUND – VELVET UNDERGROUND

Cuando elijo discos para hacer viajes largos en auto, este se repite mucho. Es un disco más ñoño que los anteriores y menos serio. Más rock and roll sin dejar la mística, anunciando que en Loaded se vienen más guitarras aún. ‘Pale blue eyes’ me enseñó a frenarme y ‘What goes on’ a seguir adelante sin parar.

https://www.youtube.com/watch?v=juyTTZZumCQ

DEATH CAB FOR CUTIE – TRANSATLANTICISM

El último de una saga auspiciosa para la banda. Me acompañó en la adolescencia completa y con él aprendí a pololear y terminar. Las letras de Ben Gibbard estaban en un punto muy alto. Contemplativo y sincero.

BOB DYLAN – THE TIMES THEY ARE A-CHANGIN’

Nadie en la historia de la música hace letras mejor que Dylan, porque algunas no necesariamente riman, no se rigen por cánones poéticos ni estrictamente musicales y los coros se pueden repetir hasta cinco veces en una canción (40 en el caso de la primera versión de ‘Like a rolling stone’). Este es el disco con mejores letras de Dylan, el más ácido, crítico y devastador. Capaz de transformar situaciones complejas en denuncia sin dirigirse directamente a nada en especial. Solo a todo el mundo.

GRAM PARSONS – GRIEVOUS ANGEL

El disco que se editó después de la muerte de Gram Parsons ha sido material de estudio en mi vida por años. Solo hace muy poco pude tenerlo original y escucharlo por primera vez en un formato que no fuese mp3 y, no solo mejoró técnicamente en lo obvio, sino que también fui capaz de reconocer arreglos como si fuese la primera vez. Melancólico y personal, me da la sensación de que a Gram Parsons le hubiese gustado decir mucho más con este disco que el solo reconocimiento de las raíces americanas.

JONATHAN WILSON – FANFARE

Jonathan Wilson puede sonar como un completo desconocido para mucha gente, pero es sin lugar a dudas uno de los solistas-productores más talentosos de la actualidad. Gasta mucho tiempo en estudios logrando emular al pie sonoridades de épocas pasadas, mientras elabora complejas transiciones en sus canciones. Tiene un manejo estremecedor de los ambientes y los clímax (que pueden ser varios en algunas canciones). Aparte, en este disco toca un sinfín de destacados, que van desde el prometedor Father John Misty hasta Benmont Tench, pasando por Pat Sansone de Wilco y las leyendas Jackson Browne, David Crosby y Graham Nash.

CORROSION OF CONFORMITY – DELIVERANCE

De mi época como vocalista en Dejalosangrar heredé el gusto y el conocimiento por muchas bandas. La más importante de esa época (para mí) era COC. Recién cambiándose del crossover al stoner, no eran la misma mierda sureña que habla de motos y gente estúpida. Tenían discurso y otra personalidad sobre el escenario, lo mismo que en el disco. Cabe como la moraleja de que la gente que proviene del mundo del punk o el hardcore, siempre tendrá valores representativos de ese ideal, aun así no formen parte del movimiento musical.