Berlín será el encargado de cerrar este ciclo de Lollapalooza para el año 2017. Como no podemos faltar a la fiesta, POTQ estará presente el 9 y 10 de septiembre en Alemania. Un cartel con números compartidos con el chileno (The xx), bien cargados en artistas nacionales y con algunos soñados para el próximo año (¿El retorno de Dave Grohl a tierras chilenas?). Elegimos cuatro artistas, de distintos géneros y latitudes que nos gustaría ver dando el salto a las versiones latinoamericanas.
London Grammar entra en esa categoría de pop misterioso. Sin el sonido más amigable con la radio de Lorde, ni el rococó musical de Lana del Rey, London Grammar se caracteriza por su simplicidad. La voz de Hannah Reid, a veces recuerda a Florence Welch, pero al aparecer esa veta mas salvaje y descontrolada que caracteriza a la inglesa, Hannah Reid hace todo lo contrario rápidamente: la controla. Ya que ahí nace la belleza de su voz, en el control. Sus canciones se basan en aquello, esconder, generar misterio. Fascinación. La instrumentación gira en torno a ella, tomando un segundo plano apoyándose en sintetizadores y arreglos simples. Un show hipnótico.
Describir a Bonaparte es una tarea difícil. Una parada punk, canciones que a ratos suena a indie rock y, a veces, a una especie de punk electrónico y otras, a psicodelia. Un one-man show de parte de el sueco Tobias Juntt, quien es el único miembro fijo de esta banda itinerante. Su mayor fuerte son las presentaciones en vivo. Más que banda se asemeja a una troupe circense, compuesta de bailarinas, acrobacias, malabares y por supuesto, los trajes más excéntricos posibles. Un sonido potente, coreografías extrañas y una energía capaz de armar un mosh es lo que ofrece en vivo Bonaparte.
Liderando los charts en su época dorada con Motown, a finales de los setenta el soul fue suplantado por el disco, seguido por el funk, para decantarse con el pop. El soul fue asesinado de la escena popular por sus propios hijos. Su mala racha sufrió un corte a finales de los noventa, comandado por Erykah Badu y Lauryn Hill. Pero esto fue corto y se vio nuevamente relegado a ese mentor olvidado detrás de la escena. No todo se vio tan sombrío, algunos vieron un nuevo amanecer: Alicia Keys y John Legend representan la veta más comercial, Frank Ocean con las ganas de darle nuevos aires al género y finalmente, Michael Kiwanuka. Arreglos vintage (entre ellos los juegos vocales), una voz llena de emoción y letras de amor imposible o protesta social son su arsenal para devolver a los escenarios el soul, tal y como se escuchó en los sesenta.
Una apuesta para el Movistar Arena. Kungs es el nombre artístico del productor francés Valentin Brunel. Con 19 años alcanzó a posicionarse entre los hits del verano europeo con su tema ‘My Girl’, remix del tema de la banda australiana Cookin on 3 Burners. Con fuertes influencias en el jazz y el blues, temas como ‘Dont You Know’ o ‘Melody’ suenan como una colaboración entre el house de los noventa y el soul de los setenta. Quizás esta mezcla podría atraer a algunos que no son habituales al escenario del Movistar Arena y, a la vez, mantener felices a los adeptos a este bajo números más tradicionales al género.