El próximo 10 de abril, Iron Maiden se convertirá en la primera banda de heavy metal que toque en la cancha del Estadio Nacional. Los británicos se preparan para lo que será su presentación más importante en nuestro país. Un premio al esfuerzo que no sucedió de un momento a otro, sino que ha tenido una serie de episodios dignos de ser contados.
1992: UNA BESTIA NON GRATA
“Fue una hueá terrible. Maiden venía para acá cuándo casi no se hacían recitales en Chile. Quedamos como unos locos súper tontos frente a la banda”. Pablo Rivera, Profesor de Física, (36 años).
Los primeros antecedentes de Iron Maiden en suelo nacional, se remontan hacia el año 1992. En aquel entonces, la banda anunciaba la realización de un recital para el día 28 de julio. Una oportunidad única para ver a un grupo de importancia mundial cuya venida, por razones vergonzosas, no llegó nunca a concretarse.
Bajo unos argumentos incomprensibles, el obispo auxiliar de Valparaíso, Javier Prado Aranguíz, solicitó negar el arribo de los británicos aludiendo que sus letras eran una mala influencia para la juventud. “Un grupo de rock satánico con mensajes subliminales que promueve el alcoholismo, la drogadicción y prácticas satánicas” (El Mercurio, 3 de julio 1992). La arenga se hizo escuchar, dando por resultado que la primera visita de Iron Maiden fuese cancelada, originando el descontento de la comunidad metalera nacional y dejando a Chile como un país ignorante hasta el punto de ser vergonzoso.
1996: ALGO NO CUADRA
“Fue raro. Todo sonó bien, pero faltaba Dickinson, A mí me gusta ene Blaze, pero el loco no funciona pa’ Maiden”. Juan Carlos Rosales, Publicista, 30 años.
La primera visita oficial de Iron Maiden a nuestro país sucedió el 29 de agosto de 1996 en el Teatro Caupolicán, con el criticado frontman Blaze Bayley, en el marco de su gira “The X Factor” (1995). Aun así, a pesar de la desazón por la ausencia del vocalista titular, los fanáticos – era que no- llenaron a más no poder el recinto. Una mezcla de euforia e impotencia fue el sabor de boca que dejo aquella cita.
Los teloneros, Héroes del Silencio, no pudieron estar más de dos minutos sobre el escenario, su baterista fue alcanzado abruptamente por un trozo de madera -lanzado desde el público- que rompió su cabeza. Lógicamente, los españoles suspendieron su presentación.
Cuando llegó el turno de los británicos, la situacion no sufrió mayores cambios. Cada vez que Blaze intentaba emular la voz de Bruce Dickinson, los fanáticos comenzaban a escupirlo. Esta situación ocasionó que el mismo Steve Harris amenazara con terminar el show. Advertencia que sirvió para cambiar la actitud de los asistentes, pero no la sensación de insatisfacción. El tiempo se encargaría de dar vuelta aquella desavenencia con el público chileno.
2001-2004: EL COMIENZO DE ALGO GRANDE
“El 2004 fue mi primer concierto de metal. Estuvo la raja, no me gustaba mucho el “Dance of Death”, pero la rallaba con Maiden y no me lo podía perder”. Cristóbal Díaz Estudiante (24 años).
Tras un moderado período de silencio e incertidumbre, en 1999 Steve Harris anunció el doble regreso de Bruce Dickinson y el guitarrista Adrian Smith a la banda. Con esta nueva formación, el ahora sexteto, publicó “Brave New World” (2000), placa que los condujo por una nueva gira donde Chile fue una de las paradas obligatorias.
El lunes 15 de enero de 2001 una Pista Atlética con más de 25.000 asistentes por fin pudo ver a Iron Maiden con Bruce Dickinson a la cabeza. Una noche de lujo que incluso contó con la participación de Rob Halford. Iron Maiden retomaba su sitial de honor. La misma situación se repetiría el 2004 con la gira “Dance Of Death” (2003).
2008-2009: ALGUIEN RETROCEDIÓ EL TIEMPO
“Lo del 2008 y especialmente el 2009 fue la raja, eran los temas soñados siendo interpretados en vivo después de veinte años, la raja”. Antonio Aranis, Biólogo Marino (40 años)
En octubre de 2007, Steve Harris escribió -en el sitio oficial de Iron Maiden- que el grupo se encontraba preparando una nueva gira mundial que tendría algunos ribetes particulares.
“Somewhere Back in Time” consistió en la reinterpretación de su clásico tour “Live After Death”, lo que significó en la práctica que el setlist de los recitales estuvo compuesto exclusivamente por material de sus primeros discos.
La noticia causó un impacto de tal magnitud entre los fanáticos locales, que el concierto agendado para el 9 de marzo agotó sus entradas 50 días antes de la fecha de la presentacion. 30.000 personas llenaron la Pista Atlética a más no poder, ocasionando que el vocalista Bruce Dickinson apuntara hacia el Estadio Nacional señalando que no descansarían hasta presentarse en la cancha de al lado.
El 22 de marzo de 2009 Iron Maiden volvió a pisar suelo nacional, consiguiendo un récord impensado. 60.000 asistentes vieron la segunda parte de “Somewhere Back in Time”, en el Club Hípico de Santiago, convirtiendo a Maiden en una de las bandas con mayor asistencia de público en la historia de los recitales de nuestro país. El diario La Tercera coronaría la presentación de los ingleses titulando en su portada del día siguiente: “La Bestia fue global”.
Anunciada a fines del año pasado, la sexta visita de Iron Maiden, planificada para el próximo 10 de abril, tiene un agradable sabor a victoria. Por fin llegan al Estadio Nacional. Luego de casi dos décadas, los fanáticos consiguieron lo que hace mucho tiempo esperaban. Con el exitoso “The Final Frontier” (2010), Steve Harris y compañía estarán presentándose sobrada y merecidamente en el escenario más grande de nuestro país.
Y cómo no festejar si, de las 93 presentaciones pactadas durante estos siete meses de gira alrededor del mundo, Chile y Argentina fueron las locaciones escogidas para la grabación del DVD que perpetuará el registro de este nuevo tour, motivo por el que los asistentes al espectáculo verán una puesta en escena única, ambientada en un escenario espacial, lleno de efectos de luces y pirotecnias.
Iron Maiden y los fanáticos lo consiguieron. El sexteto llegará como uno de los principales anfitriones en la historia de los recitales chilenos. Una velada histórica que incluso tiene como invitado especial a la leyenda del thrash metal Exodus. Sólo queda esperar a que el Boeing 757, piloteado por el propio Bruce Dickinson, aterrice en nuestro país para que la fiesta comience nuevamente.