Al desempeñarme como “blogger musical grotesco y poco serio” o “wannabe” como me han dicho varios seres humanos que detesto, he estado en una búsqueda constante por sonidos nuevos, principalmente chilenos, no por ser nazi ni chovinista, sino porque de verdad encuentro muy atractivo lo que está pasando en este país en materia musical (si te gusta el virtuosismo lárgate de aquí). Varias bandas nuevas han empezado a lanzar su material y en cosa de meses he visto como gratamente han tenido un ascenso progresivo en notas de medios musicales y en personas que gustan de su música. Claramente sin llegar a los miles de fans, ni una gran popularidad, pero para allá van y confío en que así será.
Cualquier persona que siga la música chilena sabe de una generación de bandas pop que supieron salir del anonimato hasta alcanzar un gran nivel de notoriedad. Esa generación que desde mediados de la década pasada supo sortear los diferentes obstáculos del hostil medio chileno hasta lograr posicionarse en el catálogo nacional, teniendo como hito el artículo de “El País” que denominaba a Chile como el “Paraíso del Pop”. Quizás, una bella mentira.
Los años pasaron, Gepe se puso flaco, Dënver tuvo la ruptura más exprés de la historia, Javiera Mena hizo la súper gay power “Espada” y Astro siguió siendo Astro. Los sintetizadores dominaron la “escena” (pura challa), a tal punto que hasta Manuel García hizo un disco synth pop llamado Acuario y todo era una locura, todos querían sumarse al baile. Los Microkorg se vendían como pan caliente, e incluso hicieron una fábrica de microkorgs en Melipilla porque la demanda era insostenible para los encargos del extranjero. Esto provocó que la pobre guitarra Squier modelo Strato bajara tanto en ventas, que casi llegó a extinguirse, incluso Audiomusica casi quebró al no contar con la enorme cantidad de dinero que entraba a sus arcas gracias a su más preciado regalo de navidad/cumpleaños. El rock había muerto perro, el ”lml” estaba triste.
Pero como un hecho repetitivo en la historia de la música, cuando un estilo domina la “escena” de un país, casi no tarda en aparecer otro que llega a refrescar y cambiar el libreto musical. Ahí es cuando el under empieza a tornarse atractivo y la prensa empieza a buscar a la que denomino “la siguiente gran hueá”, porque todos queremos descubrir y escuchar primero lo que va a marcar el futuro. Es puro ego al final, pero cuando no tenemos cuidado con este, creamos el afamado hype.
Últimamente hay un denominador común en un gran número de bandas nuevas, algo que era impensado hace un par de años y es que los lolos han vuelto a tomar las guitarras como sus metralletas espaciales/musicales, tomando estilos noventeros -gracias al revivial que vive la música de esta década- como el hermoso y desconocido lo-fi, un suave y sensual noise pop y una fuerte parada indie que hace pensar que estamos frente a la siguiente gran hueá, al futuro, a la vida, al universo, a Dios, a la resurrección sonora de Felipito. Perdón por eso.
Al parecer Squier tenía un plan macabro y escondió en sus laboratorios secretos una gran cantidad de adolescentes con problemas de identidad y los hizo tocar, comer y soñar con guitarras, les enseñó lo hermoso de los chorus, la magia del reverb y la explosión controlada de un overdrive, además de educarlos en torno al DIY (Do It Yourself o hazlo tú mismo, para los que no saben inglés, gracias a la pésima educación que nos da este país).
Pero el plan tenía un fin claro, por lo que al alcanzar la mayoría de edad los jóvenes fueron liberados por la capital para destruir la nación del pop. Lamentablemente, Squier no contaba con que los cabros estaban dotados con el poder de absorber estilos sin acoplarse a nada, lo que los llevó a consumir sintetizadores y agregarlos a su sonido, recreando estilos que no conocían y rindiendo tributo a bandas que no sabían que existían, pero que por los azares de la vida, llegaron a la misma raíz que encontraron algunos grupos de antaño. Habían creado monstruos tan hermosos como los de Where The Wild Things Are.
Pero basta de palabras y delirios de mi imaginación y vamos a lo concreto: Las bandas.
A continuación hay una pequeña lista de bandas que representan el sonido que he estado intentado explicar, hay muchas más, pero privilegié las que ya han sacado material oficial (y no tanto) para no sembrar malas impresiones sobre las bandas que solo tienen demos o grabaciones en Youtube. Además, soy de la idea que es mejor escuchar en vez de que alguien te explique como suena algo, así que solo haré una aproximación a cada banda y ustedes amigos míos determinen el resto.
Patio Solar
Este año lanzaron su primer LP llamado Temporada y quizás en cinco años más, cuando estemos analizando la música de los últimos años, nos daremos cuenta que este fue el primer larga duración de una camada nueva de músicos. Que divertido que es especular.
https://soundcloud.com/piloto_club/patio-solar-todo-trasciende
My Light Shines For You
Hay tantos estilos que se han inventado que a veces no sé cómo definir a algunas bandas, por ejemplo, cuando escuché el EP debut de MLSFY lo definía como la versión más pop de Belle & Sebastian, pero tapizado en lo-fi. Después me entere de que era Twee pop en inglés y para el mundo.
Niños del Cerro
Con solo dos canciones grabadas los Niños del Cerro han acuñado una frase hermosa: “Ponle más reverb hueón”. O sea no la han dicho jamás, pero encuentro que calza bien con ellos.
Fallé como escritor de música.
Urban Monk
Uno de los mejores EPs de este año se llama “A Lua” y adivinen quien lo hizo. Esfuércese un poquito. Vamos usted puede… ¡Sí! Está en lo correcto, lo sacó Urban Monk y con aires de dream pop, unas pizcas de shoegaze y una coraza indie pop (termino chistoso ese) lograron algunas de las mejores canciones de la temporada.
Paracaidistas
Esta es la banda que a toda persona le hubiese gustado seguir en su adolescencia, uno los escucha y se ve saltando en un local, coreando sus canciones y haciendo las primeras armas con las drogas y el alcohol. Lo bacán es que ahora la adolescencia se ha extendido muchísimos años más y queda harto rato para disfrutar.
https://soundcloud.com/paracaidistas/respeto-publico
Silabario
Mucho más acústicos que las bandas anteriores, pero manteniendo esa alma pop que tanto nos gusta. Silabario mezcla cierta inocencia con algunos mensajes ocultos que hay saber descifrar, pero que llegada la hora inundarán de nostalgia tus oídos con sus bellas creaciones.
Las Olas
Las redes sociales las podemos criticar de muchas formas, pero cuando revisas tu inbox y aparece un mensaje con el soundcloud de una banda como esta, el corazón se te llena. Noise y pop juntos como la pareja más dispareja pero más hermosa y tierna de la fiesta.
Medio Hermano
Esta banda el 2014 sorprendió con su gran EP debut, en este se encuentran canciones que hablan del cotidiano de una manera simple pero eficaz, además de riffs de guitarra pegajosos y melodías indudablemente pop. Recomendados hoy, mañana y por el resto de los tiempos.
Playa Gótica
Los más pop de esta lista, con líneas de bajo que nos hacen mover los pies y sintetizadores que van marcando las canciones y claro, con guitarras adornando la canción, a veces poco perceptibles pero que cuando llega el momento arrasan y marcan quiebres que nos hacen decir: “Puta la canción buena”.
Poder Fantasma
La única forma sensata de describir el sonido de Poder Fantasma es imaginar que en un laboratorio genético mezclaran el semen de Pedropiedra con un óvulo de Kim Gordon. Solo algo bueno podía salir de ahí.
Este proyecto es lo más under en comparación con el resto de las bandas, incluso diría que es una apuesta, pero lo vale y mucho.
Obviamente, hay otros tipos de “escenas” (si vuelvo a escribir esa palabra voy a explotar) como la cuicodelia, el rap, el synth pop, bandas de post rock y math que están dando que hablar y tantas otras más. Pero mis fichas van con este pop que se desarrolla a base de guitarras, y que hoy por hoy no cierran sus puertas a un estilo en particular. Gracias a esto podemos ver en una misma noche bandas amigas que no tienen absolutamente nada en común, incluso vemos como algunos miembros de estas bandas comparten otros proyectos que toman otros estilos y lo hacen con una naturalidad envidiable. Esta forma tan especial de hacer las cosas es las que marca una generación honesta, que hace lo que quiere, que trabaja silenciosamente en producir sus canciones y tocarlas con toda la energía posible, sin importar si es ante un grupo de amigos o un público desconocido que está a punto de descubrir sus siguientes bandas favoritas.
Con tanta banda joven uno tiene esperanzas de que el panorama musical siga avanzando cada vez más.
Fotos* My Light Shines For You homenajeando a Sarah Records <3