Por Javiera Marambio
Visité la exposición del Museo Nacional de Bellas Artes: Triatlón VI Bienal.
Tres curadoras: Paulina Varas por Valparaíso, Simonetta Rossi por Concepción y Natalia Arcos por Santiago, seleccionaron a los artistas a su juicio más representativos de las actuales tendencias. Entre otros, participan Ana María Briede, Ricardo Bagnara, Natascha de Cortillas, Oscar Concha, Víctor Castillo y el colectivo “Incas of Emergency“.
Me sorprendí al entrar al museo y sentir un leve aroma a pescado.
Comencé mi recorrido por el ala norte, donde me encontré con textos en la pared que hablaban de la poética, el arte y la política, tres elementos que en esta muestra aparecen de manera explícita, pero abarcada desde técnicas y miradas muy diversas:
“Vienal (así con V por su relación con Valparaíso), es una figura que utilizo para referirme al proyecto curatorial que aborda Valparaíso y su bienal como un caso de análisis visual. Vienal no representa Valparaíso, sino que una forma de leer sus prácticas artísticas y su misma imposibilidad de conformar un entramado cultural homogéneo. Una poética política es una forma de referirse al contexto cultural contemporáneo, condicionado por los modos en que se han representado la política y la manera en que constituye un sistema de lenguaje que permite abordar lo colectivo como una acción simbólica, que señalo como poética”
Me llama la atención que a pesar de que la mayoría de los expositores son jóvenes, sigan insistiendo en mostrar obras tan conceptuales, que se escapan del objetivo en si de la muestra. Obras que a simples peatones, incluso simples licenciados en la especialidad, nos cuesta comprender, sin embargo muestran un valor estético ingenioso que alegra los ojos, como lo es el caso de una de las obras hecha a base de envases tetrapack con luces de colores en su interior, conformando un volumen simétrico que cuelga desde el techo.
Sin embargo, destaco la presencia de dos artistas a quienes valoro por sus trabajos anteriores y propuestas mucho más claras y punzantes.
Se trata, primero, del culpable del olor a pescado: Francisco Papas Frita (24), a quien además he tenido el privilegio de ESCUCHAR en el Berenjena hace unos meses. Se define como músico y artista visual autodidacta, lo cual claro, pone en tela de juicio, hasta que punto el arte se estudia…pero en fin. Su trabajo se caracteriza por la sinceridad tanto en el discurso como en la manipulación de las técnicas que emplea en sus montajes. Nuevamente, el Papas Frita irrumpe con una obra monumental, tan sucia y ácida como las anteriores.
Se trata de una instalación montada en la sala sur del museo.
Me sorprendió por su crudeza, pero también con ese típico toque de humor, tan característico de sus obras, mostradas con anterioridad en galería Bech, Mistral, etc.
Esta vez instala su propia isla dentro del museo, con harina de pescado a modo de arena, según intuí (sino, no me explico de donde provenía ese olor) y es ahí donde producirá una serie de “situaciones” que duraran entre 3 y 4 días (16, 17, 19 y 22 de Febrero), que según me he informado estarán bastante interesantes.
Los que estén en Santiago, trabajando añorando los 3 meses de vacaciones que solíamos tener, vayan a verlas.
Por otro lado Víctor Castillo, interviene una de los muros del museo. Personajes inspirados en cartoons con nariz de salchicha invaden este espacio, apuntando justamente a problemas políticos muy chilenos.
Este artista de 30 años recién llegado de Barcelona, irrumpe con dos exposiciones simultáneas, donde expone gran cantidad de material, producido en ese país.
Una de ellas en Galería Moro, titulada Explicit Lyrics, expo individual con cuyo titulo rinde homenaje a la música como fuente de inspiración y telón de fondo de su creación:
“Víctor propone un desprejuiciado y grotesco carnaval donde el entretenimiento radical amalgama elementos contradictorios: critica política, insurrección, masificación, sarcasmo, egolatría, cinismo indiferencia, compromiso, hedonismo, nihilismo o incluso cantos de esperanza enfatizado con el carácter naturalizado y habitual de su viciada dialéctica de cohabitación. Quizás con el mundo y la condición humana y social, el contenido frenesí, el Caos controlado de Castillo, es violencia visual domesticada que se agencia semánticamente a la domestica violencia del planeta.”
La Galería Moro esta Ubicada en la Plaza Mulato Gil, a un costado del MAVI (José Victorino Latarria # 307), ojo esta muestra esta abierta solo hasta el 9 de Febrero.
Triatlón hasta el 2 de Marzo.
Ambas exposiciones son un buen panorama para estas tardes de calor y tranquilidad en el Gran Santiago, es mi humilde opinión.
TRIATLÓN, VI BIENAL DEL MNBA
23 ENERO-02 MARZO 2008
ALAS SUR Y NORTE, 1ER PISO
MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES
* Texto que aparecía en una de las salas de la exposición
** Alex Brahim, diciembre 2007
