Un 1 de junio del 2005 en Mendoza fue el lugar en donde todo comenzó. Recuerdo ese día porque no tenía nada que hacer, y mientras esperaba que llegara una ex-novia de la facultad, le dije que me iba a quedar en el computador “navegando”. Yo creo que no tenía muy claro qué es lo que quería hacer, pero hace tiempo que venía con esa inquietud de crear un website. Había comenzado, hace unos años, un sitio en Geocities, que se llamaba The Masterpage. Quizás era un mejor nombre, hoy todos me molestan: poteque, peo-te-qu, o poto. Nunca fui muy bueno para los nombres. Pero ese día, creé la cuenta en Blogger de POTQ, que en ese entonces titulé ‘Part of the Queue’, como la canción de Oasis, que forma parte de su disco “Don’t Believe The Truth”. En ella hay una frase que me representa y que dice que uno es uno más de la cola de espera, que finalmente uno debe mantenerse firme y orgulloso de lo que es. Y sin darle más vueltas así le puse, y empezó.
Al inicio fue un híbrido con casi nada claro, excepto por algo: quería que fuera un espacio en donde pudiera estar toda la información que veía en cientos de sitios y blogs de música, sumándole links a descargas de discos que estaban en pleno apogeo. Sin querer, ese pegoteo de contenidos y links, y los cientos de contactos que hice en mIRC e ICQ, hicieron que, al poco tiempo de creada, tuviera mucho feedback, un buen par de excelentes colaboradores y una increíble cantidad de visitas.
El momento era perfecto para comenzar con algo nuevo. Yo tenía tiempo, estudiaba en la universidad y vivía con mis viejos, y de cierto modo, el poco tiempo que le dedicaba a la universidad sirvió para tener mucho para esto: pasaba horas publicando posts, links, discos, conciertos, recomendaba cosas, conversaba con gente, me metí en una “matrix” de links Rapidshare, Megaupload, Yousendit y Sendspace. Tanto así que se viralizó y llegaron a sumarse personas como antoinedoinel de España, rodrigociorda de Argentina y dariohead, que con sus aporte de DVDs de conciertos, llevó a otro nivel el contenido compartido. En un minuto llegó a colaborar tanta gente que yo dormía y al despertar, ya no veía en el “home” lo que había publicado en la noche. Me iba a la universidad y al volver ocurría lo mismo. Con esa increíble cantidad de movimiento, la página logró cientos de miles de visitas, y según ciertos sitios de rankings estábamos dentro de las páginas más visitadas de Latinoamérica, respecto a música.
Con el paso del tiempo hubo dos hitos que marcaron la necesidad de cambio. A mediados del 2007 el sitio estaba teniendo un millón de visitas mensuales, y con ellos miles de comentarios. Entre ellos, llegó el llamado de la “policía” de internet y otro de alianzas. Entonces estuve en una encrucijada: no podíamos perder todo el trabajo hecho, ni la comunidad que se había formado. Para esa época, comenzaban incipientemente las redes sociales a tomarse el mundo y era momento para dar un salto, había que profesionalizarse. ¿Qué significaba eso? Primero teníamos que pasar a “punto cl”, luego re-enfocar los contenidos, dejar los links de descargas de lado y destacar el material propio, lo que finalmente era el que, de un tiempo a esta parte, nos ubicaba como algo más que un sitio de descargas.
Creo haberlo compartido con personas que no me creyeron, me dijeron que estaba loco y que la gente no iba a responder. A los pocos meses me salió una pega como ingeniero y con ese sueldo pagué la creación del primer diseño de POTQ.cl, una evolución del sitio en Blogspot, que debía, por lo mismo, ser pausada en el tiempo. Todo el contenido propio se traspasaba al “punto cl” y los links a descargas seguían funcionando en el blog. A finales de 2007 lanzamos POTQ.cl con mucho por aprender y con varios errores en evidencia, pero soy un convencido de que muchas de las cosas se deben aprender haciendo. Uno no puede lanzarse con todo sabido, siempre habrá algo que te pondrá en alerta. Así empezamos una nueva etapa, con un espacio legal y con otro “ilegal” funcionando, pero con fecha de expiración. Yo pensé que iban a ser unos meses, pero duró casi un año, mientras el blog iba cayendo en publicaciones y en actualización, POTQ.cl iba creciendo y tomando importancia. Paralelamente, creamos un foro que definitivamente fue la lápida del Blogspot.
En abril del 2008 ocurrió algo muy especial. Durante el verano de ese año se confirmó que Black Rebel Motorcycle Club venía a Sudamérica para un show único en Buenos Aires. Yo sin dudarlo compré entrada y pasajes junto a un amigo y partí. Fue un 4 de abril que recuerdo como si fuera hoy: una de mis bandas favoritas tocaba en un lugar chiquitito y los iba a ver. En pleno concierto hubo algo que me hizo clic, estaba extasiado, feliz, contento, y me dije “que esto era lo que yo quiero en mi vida“. Sin más, al llegar a Santiago, renuncié a mi trabajo como ingeniero en el Metro de Santiago y me fui. Creí que era sano, me quería dar un momento para probar con esto, sabía o tenía la sensación que si le dedicaba el tiempo necesario a lo que estaba naciendo, las cosas iban a crecer. Paralelamente, mi vida en ese momento estaba siendo un desastre. Era infeliz con lo que hacía y a lo que me dedicaba, estaba muy bueno para el copete y el carrete, lo cual me tenía desorientado y desenfocado. Me sentía incompleto. Por eso la decisión fue importante. Creo y soy un convencido que uno debe hacerle caso a esas sensaciones del alma. Creer en uno y lanzarse.
Al mes de irme de mi trabajo, las visitas empezaron a crecer, gracias al enfoque y a un plan que, apoyado por las redes sociales, fueron los determinantes a que el sitio retomara los números que tenía en Blogspot. Sumado a eso, se debía hacer un plan comercial para convencer a marcas de invertir en POTQ Magazine, y así se hizo también. Se armo un mediakit con todos los datos y espacios publicitarios, para luego enviar a todos los contactos y agencias posibles. Yo sé que las marcas son mal vistas, pero creo que al menos para nosotros, no existió otro método de financiamiento más que el apoyo privado. Además que pienso que la gratuidad en el acceso de la información es primordial para que un medio subsista, sumado a que con los auspiciadores nuestra idea fue armar equipo y tratar de crecer como un medio consolidado, mantenerse en el tiempo y trascender.
Luego de este importante cambio, las cosas se normalizaron desde el 2009 hasta el 2013 fueron más menos similares, se consiguieron muchas cosas, hubo hitos increíbles y muchos logros. El 2009 fuimos los pioneros en comenzar una campaña para traer a Radiohead a Chile, y fuimos los primeros en anunciar el show de la banda liderada por Thom Yorke en nuestro país. Recuerdo que ese día las visitas reventaron. Ese año también empezamos los proyectos POTQ tv y POTQ Radio, los cuales también fueron un diferencial que nos posicionó como un medio relevante (que este año vuelven). A finales de ese año también generamos una alianza con la revista neoyorkina Spin, logramos hacer llegar a la banda nacional Los Howlers, a tocar en la final de su concurso “Free The Noise” de Spin Earth en la tienda de John Varvatos, ex-CBGB. Una experiencia increíble. Durante esos años también generamos buenas alianzas con productoras, logrando el 2011 ser media partner de Lollapalooza Chile, ¿porque destaco esto? Porque para mí fue un reconocimiento que, junto a unos premios obtenidos en ese tiempo, fueron un empujón a que se estaban haciendo las cosas bien.
No quiero dejar de lado los editores y colaboradores de ese entonces, ellos fueron los que lograron posicionar y llevar a este nuevo lugar al sitio, y debo nombrarlos con nombre y apellido. Andrés Panes y Sebastián Amado fueron piezas fundamentales en esos años de pelear, de salir del pantano, cuando no se tenía ni uno, cuando todo se hacía por amor al arte, cuando todo se hacía porque sí, sin plan, sin una ruta, sólo con las ganas de hacerlo. Ellos ordenaron el gallinero, ellos fueron los que profesionalizaron en términos de contenido todo el material que contenía esta precaria magazine de música. Durante estos diez años de vida, los colaboradores han ido mutando, han rotado, y con el tiempo cada día es más difícil armar equipo, los recursos son escasos y con esos recursos hay que hacer todo y más, pero tengo la fe de que todo se encaja y se acopla.
El tiempo cada día pasa más rápido y a medida que otras situaciones de la vida se van sumando, es difícil pensar de manera estratégica. Desde el 2014 el sitio siento que sufrió una crisis, sumado a la dificultad de armar equipo, las cosas no estaban fluyendo, y se tuvo que dar un vuelco, y pensar POTQ Magazine como un todo. Pensar en grande, tomar decisiones. Se venían los 10 años y había que hacerlo. Cerramos la temporada anterior con el plan claro, nos íbamos a .net apuntando a ser una plataforma para Latinoamérica y no tan sólo para Chile. Luego, había que hacer un sitio distinto con otro enfoque, con otra línea o con otro tipo de contenido, etc. Me uní con gente y pensamos en este nuevo POTQ.net. Net porque somos una red de plataformas: POTQ Magazine, POTQ tv, POTQ Radio, junto a las iniciativas PremiosPOTQ y POTQ fest. Además de una sorpresa que les tenemos para este año (y que informaremos a través de nuestras redes sociales con #POTQ10).
El nuevo sitio es una evolución, el cierre de un ciclo, tomando en cuenta todo el aprendizaje de años, simplificando cosas que nunca estuvieron muy resueltas y renovando y re-pensando otras que estaban mal enfocadas. Y así nace este nuevo sitio moderno, limpio, con nueva imagen, y normalizando todos los esfuerzos que se hicieron en estos años.
Quiero agradecer a Jorge Undurraga y Jaime Carrera, amigos de la casa que estuvieron trabajando a full en este diseño, y obviamente a nuestra editora Javiera Tapia, que la tenemos trabajando horas extras para tener este sitio tiqui-taca. Gracias por la paciencia y por sacarse la cresta por este proyecto.
En estos 10 años de POTQ Magazine, tuve la suerte de titularme, formé una banda de rock, trabajé, fracasé, me re-encontré conmigo mismo, me enamoré, me fui a vivir solo, viajé, me independicé, y hace unos meses formé una familia junto a mi mujer Camila, en fin han sido años importantes. Siento que el sitio me hizo mejor persona, o por así decirlo, la música me hizo mejor persona. Nunca olvidaré esa lección. No puedo dejar de mencionar a mis padres que les costó creer en mí, pero ahora están muy orgullosos, o al menos eso espero. Al final la familia y los más cercanos son los que están ahí en todo momento, porque hubo momentos buenos y malos, pero uno siempre debe acordarse de esos en que uno más necesitaba una frase de apoyo, o un empujón, creo que independiente de lo seguro que en un minuto estuve de esto, el cariño incondicional te hacen no dudar nunca.
Para culminar, quiero poner la bandera en este día, deseándole prosperidad y amor a este niño que desde hoy es un adolescente con una buena educación, pero que debe seguir aprendiendo y seguir mutando. Tengo muy presente el hecho de que somos un medio más en esta jungla que es internet, tratando de llamar la atención entre tanto ruido. La música es eso, ¿no?
Quiero agradecer a ustedes por seguir fieles a este espacio, a esta iniciativa, que a pesar del tiempo, los cambios y todo, sigue vivo y ad portas de cumplir los 10 años de vida. ¿Quién diría que eso ocurriría? Echémosle la culpa a la constancia y a la tozudez, y al amor por la música. Esa que nunca se acaba.
Los quiero y gracias por estar ahí.