¿Qué es un ser humano a los quince años? A esa edad ya hay reflexión, poder de decisión e ideas propias que estás dispuesto o dispuesta a defender. POTQ Magazine comienza una nueva etapa en la que celebrará todo este camino, desde que partimos siendo un blog de descargas y conversación sobre la música de principios de la primera década del dos mil, hasta ahora, que nos transformamos en una revista digital con trayectoria, hitos y una personalidad propia. Una historia que tambalea -luchamos contra eso- a causa de la precariedad de la cultura y la incertidumbre del mundo.
Queremos ser honestas. Así como después del 18 de octubre de 2019 fuimos incapaces de escribir por unas semanas —por estar shockeadas, asustadas pero al mismo tiempo esperanzadas por lo que estábamos viviendo en Chile y en las calles— el 2020 nos ha inmovilizado. No por no tener ideas o historias que contar, sino porque mientras una pandemia azota a las sociedades de cada rincón del planeta, muchas estructuras se destruyen.
¿Cómo poder sostener un medio especializado en música, independiente, en un país en el que la cultura no se considera un área esencial para el desarrollo de nuestras vidas? ¿Cómo sostener un medio en un país en que los inversores de los medios son los mismos dueños de los medios? ¿Cómo seguir contando historias cuando quienes las protagonizan -artistas y trabajadorx de la música- están buscando la manera de subsistir, dejando de lado sus proyectos artísticos?
Y, si queremos ser honestas, tenemos que decirles que sí pensamos en algún momento en terminar con POTQ Magazine. Pensamos en que ya nada tenía sentido. Que el fin del mundo no era rápido como nos mostraban en las películas gringas, sino lento. Una destrucción en cadena desde lo más íntimo a lo colectivo, desde nuestras casas al medioambiente, a vista y paciencia de nuestros ojos.
Probablemente este sí sea el fin del mundo tal y como lo conocemos. Con las estructuras que han sido tradición. Y aún, con la moral baja a causa de muertes, pobreza e injusticias, en esta época también confirmamos que sin la comunidad no somos nada. Que sin comunidad la vida es más fea, más triste, imposible de vivir. Y POTQ Magazine, además de ser un medio de comunicación es una comunidad con quince años de existencia que ha crecido.
Y también ha cambiado.
Desde el 2015, por ejemplo, vimos un cambio profundo cuando iniciamos una nueva etapa con Javiera a cargo de la edición. Nos abrimos al océano infinito de géneros musicales y también ampliamos las perspectivas a la hora de escribir. Eso produjo movimiento también en nuestra comunidad, incluso a muchos les molestó y criticaron esa nueva edad del medio pero, al mismo tiempo, logramos algo que antes no habíamos podido conseguir: la comunidad se diversificó en edades, pero también, mujeres y disidencias se hicieron parte, se sintieron llamades naturalmente, en un momento en que aún la prensa musical tradicional invisibiliza o subvalora a elles como audiencia, como lectores y como escenas de desarrollo.
Sí, por un segundo, en medio de la frustración, pensamos en que el 2020 sería el año final de POTQ Magazine, pero cuando empezamos a mirar hacia atrás y ver todo este camino que hemos recorrido de la mano de todas las personas que han sido parte de este equipo (los amamos, amigues), los y las lectoras, artistas, sellos y otros compañeros de oficio que siguen intentando mantener sus medios independientes a flote, supimos de inmediato que aunque el camino sea complicado, no vamos a parar. Porque a la comunidad no se le abandona y mucho menos ahora.
Iniciamos hoy la temporada dieciséis de POTQ Magazine. No sabemos lo que nos espera (nadie sabe lo que pasará la próxima semana, francamente). Pero lo que sí sabemos es que las ganas y la urgencia de contar historias están intactas en nosotros.
En este ensayo de la escritora afroamericana Toni Morrison, existe la frase que resume todo lo que pensamos y sentimos en este momento. “Hablamos, escribimos, construimos lenguaje. Así es como las civilizaciones sanan”.