El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford
Dirigida por Andrew Dominik, lo primero que llama la atención de esta película es su nombre. Y es que tal como lo hizo Bresson con la brillante Un condenado a muerte ha escapado, Dominik nos cuenta el que al parecer el final de la película o bien su núcleo temático: Jesse James, un bandolero ladrón de bancos y cruel asesino, será asesinado cobardemente por Robert Ford, un joven obsesionado con la figura del maleante interpretado por Brad Pitt. El problema de todo lo anterior es que transcurrida más o menos la mitad de la película, la necesidad de que dicho suceso se vea consumado se hace tan necesaria que la película pierde en sorpresa y atractivo. Uno como espectador ya puede vislumbrar que lo único que falta por ocurrir es que Robert Ford asesine a su ídolo, y Dominik se aprovecha de ello dilatando absurdamente un final predecible (ya no sólo por su título sino que también por falta de nuevos elementos) y que incluso se vuelve agotadoramente redundante. Es más, pareciera que el desenlace se dilata en pos de resaltar un patético carácter bíblico del relato. Jesse James va adquiriendo analógicamente cierta semejanza con la figura de Jesús, y hay varios elementos que confirman esa teoría. Primero, esa habilidad omnisciente del personaje, quien parece saberlo todo como poseyendo un poder sobrenatural, se vuelve agotadora y poco verosímil: él sabe quién lo va a matar y se entrega a eso sin querer evitarlo -como aceptando el destino que le tienen preparado desde arriba- mientras que el Judas-Robert Ford obedece concienzudamente, debiendo pagar a posteriori su vil traición con el desprecio de la humanidad. Pero hay más elementos, como la escena en que James camina sin miedo sobre la parte más frágil de un lago congelado, o la manera triste en que comienza a mirar a Ford una vez que acepta su trágico final, o el hecho de que Robert Ford lo asesine un domingo de ramos, y que después se dedique a representar dicho asesinato en teatros plagados de personas, permitiendo que la voz en off de la película concluya de ello algo como “y Jesse James tuvo que morir más de 800 veces más”. Saque usted sus conclusiones.
Quizás el momento en que el film se vuelve más interesante es cuando James paranoico comienza a perseguir y asesinar a quienes cree lo traicionarán. Así llega buscando a un personaje encontrándose con el hijo de éste (un niño de unos 14 años) a quien comienza a golpear compulsivamente a fin de que éste le relate donde está su padre. Esto me hizo rememorar algunas películas de Leone donde los niños son asesinados sin piedad ni remordimiento. Pero acá Jesse James se arrepiente y llora por el daño que le ha causado a un pobre e inocente niño. Pura bullshit.
Finalmente, la actuación de Brad Pitt decepciona y confirma algo que hace un buen tiempo ya se viene sospechando: Pitt ya tiene un tipo de personaje demasiado marcado, excesivamente delineado y repetitivo hasta en la manera de comer. Es obvio que los grandes estudios generan papeles para este antihéroe desgastado y obvio, que calza perfecto para la pareja de Angelina.
Si hay algo que se puede asegurar con firmeza de Wes Anderson es que es un cineasta que posee una poética bien definida, y eso por supuesto se agradece. La serie de elementos que se van reiterando en sus películas dan cuenta de un director que no se agota en sus obsesiones, logrando un tipo de relato único y una estética demasiado característica y personal. Quién no se maravilla con la dirección de arte de sus películas, o con esa fotografía que se atreve a jugar con zoom demasiado extremos, o con personajes que bordean lo infantil y en quiénes siempre pesa la figura del padre, en la mayoría de las veces ausente. Así The Darjeeling Limited se suma a una excelente filmografía.
La película está llena de elementos desafiantes para ser un film de gran presupuesto. Se arriesga en dejar elementos inconclusos como la notable y delirante aparición al inicio de un apurado Bill Murray que no alcanza a tomar el tren. También se atreve con un cortometraje antes de que comience la película o con momentos godardianos como en el que los personajes están por subirse a un avión y el ruido de los motores de éste no nos permite escuchar lo que sucede.
The Darjeeling Limited es una historia entretenida y cómica (quizás la más cómica del autor), llena de reflexiones y acotaciones propias de los personajes de Anderson. Pero así y todo siempre de fondo mantiene ese discurso más hondo y optimista sobre las relaciones humanas. Es una película profunda, como si fuera contada por un niño y eso no fuese una debilidad. Una gran película.
Por High Then