Volcó en su computador emociones complejas. Las interpretó con fragilidad y las procesó con unos y ceros. El segundo disco del chileno es un universo recursos digitales, elementos electrónicos, frases que duelen y sanan. El amor es ruidoso. Es una radio, es un gatito. Estos son nuestros apuntes sobre la placa, que será presentada el próximo sábado 13 de julio en el GAM.
Como si se tratara de estaciones de radio confundidas entre el AM y el FM, Nando García abre su nueva entrega. Un disco encargado de suceder a Pirueta que llegó justo como un abrazo –o un puñal– en medio del otoño. Dar con la frecuencia que queremos o necesitamos, mientras estamos en un limbo de diales, pareciera ser una metáfora mucho más grande que un simple detalle.
El talento en la composición de Nando no es secreto para la escena chilena, y en este nuevo disco está lejos de descansar en eso: Decir Amor no sólo es confesión, dolor, anhelo, promesa. También es una demostración de riesgo y crecimiento sonoro, cargado de capas y detallitos.
“La experimentación textural se dio de manera súper orgánica en la dinámica de trabajo que establecimos, que era básicamente tomar los demos y tirarles encima la mayor cantidad de sonidos que pudiéramos. Sin duda tomamos a personas como St. Vincent, por ejemplo, como modelos para los momentos ruidosos y plásticos. Por otro lado, yo estaba escuchando mucho el Raw Data Feel de Everything Everything, y creo que esa aproximación digital tan descarada en canciones muy personales y tristes caló muy hondo en mí y marcó mi visión de lo que estaba haciendo. También hay dos momentos en el disco (‘Nariz’ y ‘Quiérelo Siempre’) que hacen referencia al Niandra Lades and Usually Just A T-Shirt“, comparte.
Trabajado junto a Javier Barría en la producción, este segundo LP salta a una vereda más electrónica que, al contrario de lo que podrían pensar los puristas de la balada, hace crecer enormemente el álbum, logrando recovecos íntimos, texturas modernas mientras se canta de uno de los tópicos más ancestrales de la humanidad.
Dice que se siente cada vez más natural usar electrónicos en la música que hace y desde ‘Háblame de todo a la vez’ queda en evidencia. “Creo que entre la guitarra y el computador están los dos instrumentos con los que más puedo expresarme. Pienso, también, que es lógico que la música triste e íntima se mueva hacia espacios más electrónicos, porque a estas alturas la mayor parte de nuestro tiempo la pasamos conectados a estos aparatos”.
Secuencias, máquinas de ritmo, sintetizadores, loops que acompañan a la perfección la voz de Nando, quien tampoco descansa en esta novedad. ‘Prometer Algo’ es el más reciente sencillo –con un video a cargo de Bernardo Quesney a estrenarse este 3 de julio–, y antes de él existió ‘Una casa’, ‘Tus Libros’, ‘Bailar Flamenco’ y ‘Nariz’. Todas especiales, como pequeñas joyas que viven en un cofre que revela el universo que trae García dentro.
“La idea era que los singles mostraran cada vez un poco más de la paleta sonora del disco. Partimos con la canción más piola –‘Baila Flamenco’– y llegamos hasta la parte más ruidosa con ‘Una casa’. Tenía ganas de que las personas no supieran qué esperar del disco habiendo escuchado los primeros adelantos. ‘Nariz’ fue una especie de experimento: queríamos ver qué pasaba sacando la canción más pequeña y simple del disco una semana antes de lanzarlo”, agrega.
‘Prometer Algo’ es como engañarse a uno mismo para después atreverse a enfrentar la verdad; una cadencia muy pop, coreable y dedicable a tu persona u otra especial. ‘Tus Libros’ hace analogías íntimas, tan íntimas como ser el receptor de ojos y dedos de quien se anhela. ‘Baila Flamenco’ crece exquisitamente con Xabier Usabiaga, y ‘Aquí’ nos mantiene en ese estado de cierta fragilidad que estamos dispuestos a cuidar de todo el mundo.
Decir Amor no siempre es –al menos bajo mi escucha– un largo masticado del romance. El amor viene en tantas formas como palabras existen. Y si bien la placa sirve como una bitácora del amor romántico, también aplica para el escaso y vital amor propio. ¿Cuántas veces nos sorprendemos por lo que nos produce otra persona, tratando de protegernos de las consecuencias de una explosión emocional?, ¿qué tanto comprometemos nuestras rutinas con tal de ser eso que somos cuando estamos al lado de otro? A veces, cuando ya no queremos usar palabras bonitas para el resto, las capturamos y las dejamos dentro, para nosotros.
“Creo que el disco tomó forma realmente cuando saqué todas las canciones que no hablaban de amor. La inspiración es el amor en todas sus variantes. Lo describo como un disco de “amor digital”. No porque hable de la vicisitudes de relacionarse con otros en la era moderna, sino que porque en el sonido del disco hay algo que es fundamentalmente digital en el registro de canciones. Volqué sobre mi computador un montón de emociones muy complejas, interpretadas de manera súper frágil e íntima (en mi pieza) y las procese hasta el cansancio con unos y ceros”, profundiza en el LP trabajado desde el 2022.
Si fuera por mí, iría más lento. Si fuera realmente por mí, tomaría mi tiempo y haría con él lo que yo quiera. Dejarlo en algún rincón, verlo cuando pueda.
Entre pieza, computador, amor y dolor, descansa Decir Amor. Un disco que es preciosamente denso. Uno que se rompe y rearma hasta que hace lucir cicatrices como sinónimo de vivencias, no de olvidos. Crudeza que es tierna y roturas que son sofisticadas. Y tal como el amor y el tiempo, estás 10 canciones están llenas de lecciones.
Cuando el sentir paraliza y la honestidad avergüenza, Nando ha dado con tres verdades como templos. Aún cuando deja el 95% de las veces aquellas frases y composiciones demasiado reveladoras, da un paso atrás para la reflexión:
“1) Lo que yo considero terrible y vergonzoso es, en general, no tan terrible y vergonzoso para los demás.
2) A nadie le importa realmente si lo que dijiste es verdad o mentira.
3) A mi parecer, la sensación incómoda que te da el compartir algo personal o privado en una canción habilita, en un nivel medio esotérico y difícil de explicar, una conexión con el otro que escucha. Y por eso es importante dejar esa frase en la canción”. No podemos estar más agradecidos y de acuerdo.
Muchas veces mostrar un pedazo especial y personal no llega en forma de canción ni letra. ‘Pase por aquí’ es una gran representación de eso. Un track de 28 segundos que debe ser una de las decisiones más lindas de un LP lleno de cosas lindas, que se siente demasiado especial como para siquiera preguntar por él.
Otras tantas veces esa honestidad sí es en palabra. ¿Cómo se sigue cantando de amor después de agarrarle la mano?, ¿qué molesta y que queda de eso? “Creo que el desafío más grande fue escuchar las canciones y darme cuenta de mis propias mañas y necesidades en torno al amor. Necesito más cariño del que me gustaría. Pero, así mismo, fue muy placentero darme cuenta de que el amor llena muchísimos espacios de mi vida y, en general, es una fuente de felicidad y bienestar para mí”.
Pareciera que al amor hay que quererlo siempre, cuidarlo igual aunque duela, asegurarnos que no le falte calor ni cariño. Hacia el final de Decir Amor, no es fácil descifrar si Nando le habla a una relación romántica, a varias, a él, a la familia, a los objetos, a todo junto.
Ese misterio también chorrea a quien escucha. Pasajes y frases que en nuestra mente dedicamos a un alguien con nombre y apellido, rápido se desdibujan casi como poemas para uno mismo, aterrizando en la inmensa realidad: decir y hablar del amor está lejos de ser algo estático o absoluto, y ese estado irrefutable del sentir es algo que el músico chileno supo aprovechar muy bien, dando con un trabajo que es demasiado más que buenas canciones de amor, es un cancionero del estado más puro del existir.
¿Aprendió a decir amor de nuevas formas tras esta experiencia? “He aprendido hartas formas de decir amor en estos últimos años. En estos momentos mi forma favorita es la comida, las cosas dulces. Compartir algo rico con la persona que uno ama es lo más increíble que hay en el mundo, según yo”.
Foto por Manuela Bocaz