Nueve autoras y compositoras chilenas se reunirán por dos días a recrear sus músicas en vivo en un encuentro irrepetible, este viernes 27 y el sábado 28 de octubre en el Teatro Municipal de San Joaquín. Aquí develan parte de lo que se oirá en esas sesiones.
Nueve autoras y cantantes, cuatro instrumentistas, casi una cuarentena de canciones y dos sesiones musicales en directo son algunos de los alcances del encuentro que será celebrado este viernes 27 y el sábado 28 de octubre desde las 20 horas en el Teatro Municipal de San Joaquín en la capital.
El nombre de esta doble jornada es Cantautoras con Mucha Cuerda, y de ella tomarán parte Magdalena Matthey, Daniela Conejero, Paz Mera, Daniela Millaleo, Romina Núñez, Camila Vaccaro, Florencia Gallardo, Caro Carrera y Amanda Paz, junto al cuarteto de cuerdas latinoamericanas entre Elizabeth Morris, Fernanda Mosqueda, Felipe Valdés y Toño Luna.
Es una iniciativa del Taller Popular Merkén, agrupación surgida al alero del grupo musical Merkén del que han sido parte integrantes como Felipe Valdés, Fernanda Mosqueda y Camila Vaccaro, y que tendrá lugar en el citado teatro de calle Coñimo 286, a metros del cruce entre las avenidas Departamental y Las Industrias, en San Joaquín, con entrada gratuita.
Recorridos y cruces
–Quisimos convocar a cantautoras de distintas trayectorias, algunas que estuvieran empezando, otras que llevaran un camino, otras más consagradas, y que hubiera gente no sólo de Santiago –dice Fernanda Mosqueda, del Taller Popular Merkén, sobre la convocatoria al encuentro. Así en las jornadas se harán presentes la autora melipillana Amanda Paz, con su flamante EP Templanza (2023) lanzado hace algunos meses, y la maulina Caro Carrera, quien desde Talca llega con grabaciones como el EP Bio (2015) y Canciones mayores (2017).
Las cuotas de mayor experiencia en juego son las de Elizabeth Morris, cuyo catálogo incluye los discos Hacia otro mar (2002), Nazca (2008), Pájaros (2012) y Encuentros y despedidas (2016); y de Magdalena Matthey, con una trayectoria señalada en álbumes como Latidos del alma (1997), Del otro lado (2000), Mañana será otro día (2004), Afuera (2007), Pide un deseo (2015), Lo más cerca posible (2017), el EP doble Tornasol (2020/2021), compartido con la propia Elizabeth Morris, y Amor urgente (2022).
Elizabeth Morris – foto: Marcelo Kohn
A su vez Daniela Conejero trae recorridos en los grupos Santa Mentira y Sindicato Sonoro previos a sus discos Ángel de ciro (2006), Vamp! (2013) y Nómade (2023). La pianista y compositora Paz Mera, iniciada en grupos como Las Torcazas y Paztitas, se oye como solista en los discos Pura mistura (2009), Procelaria (2013) y Sea mi música (2020), y la cantante y autora mapuche Daniela Millaleo debutó con Trafun (2013), además de proveer colaboraciones como Nüngen (2019), del colectivo Epew, y de preparar el venidero disco Wanglen.
Con experiencia en los grupos Cuncumén, Las Torcazas y el dúo Las Comaires, Romina Núñez ha firmado los discos personales Desde el vientre (2014), Levanta el vuelo (2018) y Herencia (2022), tal como Florencia Gallardo integra el Dúo Medra (2015) y grabó Remover la tierra (2017) en modo solista. Y Camila Vaccaro trae vuelo previo en los grupos Merkén e Ikanusi junto a sus álbumes La bruja (2019) y Drama dramática (2023) y al EP Rito de ser – Muerte y placer (2022), a dúo con la cantante, autora y cuequera Pickúa.
Camila Vaccaro – foto: Ropy Contreras
Esa parte gregaria de la música: el encuentro
–Ha sido una experiencia muy enriquecedora conocer a cantautoras, saber qué están haciendo y por otro lado compartir con algunas que conozco hace tantos años, como es el caso de Paz Mera –comenta Magdalena Matthey sobre Cantautoras con Mucha Cuerda.
–Esta instancia me llega como un regalo –define la propia Paz Mera–, porque es la posibilidad de reencontrarme con músicos que quiero, respeto y admiro mucho, y también de conocer cantautoras con las cuales no tenía cercanía o noticia.
–En este encuentro puedo estar en el escenario con compositoras que admiro –coincide Daniela Millaleo–. Con algunas he actuado, de otras solamente conozco su música y ahora tuve la oportunidad de conocerlas en vivo. Creo que ésta es una posibilidad única de compartir con sólo mujeres, que eso también es muy bueno, y con la creación de cada una de ellas.
Daniela Millaleo – foto: Pedro Acevedo
–Para mí es fundamental en el quehacer musical nutrirse de otras creadoras y creadores –destaca Daniela Conejero–. Volver a escuchar a quienes ya admiras y conocer sus nuevos trabajos es parte de ese alimento. Es una de las cosas que más amo en este rubro: esta parte gregaria de la música en la que se produce el encuentro, la magia y este enamoramiento.
–Estoy muy feliz de participar –dice Caro Carrera–, una porque soy de región y generalmente en las regiones el movimiento es mucho más pequeño, sin mucha posibilidad de trabajar con gente tan seca y tan consolidada como las artistas con las que nos vamos a presentar. Es la tremenda oportunidad de estar ahí, foguearme, escuchar otra música, estar con las chiquillas, ser familia aunque sea un ratito corto con gente tan bacana.
–Me pone muy contenta cuando me invitan a estas instancias –plantea Camila Vaccaro–. Una de mis razones egoístas es escuchar a compañeras cuyo trabajo conozco, pero también a compañeras de las que no estoy tan al tanto. Me da mucha felicidad escuchar repertorio y voces con carácter, personalidad y cosas nuevas. Un placer emocional también es que la invitación viene del Taller Popular Merkén, y ahí están mis amigos y amigas. Y en este caso la sorpresa es que la música de una la toma otra persona y la arregla, y es lindo ver cómo se transforma esa música personal ante la mirada de otro. Así que son varios placeres cruzados.
Foto: Amanda Paz
Son bellos y son pertinentes: los arreglos
Como dice Camila Vaccaro, la mayoría de los repertorios que se oirán en Cantautoras con Mucha Cuerda están recreados por obra de dos arregladores, Elizabeth Morris y Felipe Valdés.
–Estoy cumpliendo los roles de arreglista y ejecutante, no estoy como cantautora, entonces me he enfrentado a la creación de estas mujeres desde ese lado, y me encanta ese rol –dice Elizabeth Morris.
–Ha sido interesante también entregar las canciones y escuchar estas nuevas versiones –agrega Magdalena Matthey–. La sensación de cantarlas también es diferente, en los timbres, y eso provoca que uno fluya de otra manera.
Magdalena Matthey – foto: Pía Figueroa
–Pienso que para todas fue una sorpresa encontrarnos con nuestras músicas desde una lectura totalmente distinta a la que podemos hacer –comenta Paz Mera–. Es una traducción que viene de Felipe o de la Eli que nos trae noticias de nosotras mismas. Y eso está potente.
–Se nota en las versiones que hay un profesionalismo y un cariño a las compositoras –valora Daniela Millaleo–. Por mi parte sentí tremenda emoción, los arreglos son bellos, son pertinentes y se nota una delicadeza especial por la letra, que para mí es fundamental porque mi música tiene que ver con el sentido de lucha del pueblo mapuche y de los pueblos.
–Este espacio está siendo sumamente enriquecedor –complementa Florencia Gallardo–. Es gratificante haber puesto estas músicas en manos de colegas tan creativos y cuidadosos con los arreglos. Escucharlas reformuladas desde otros formatos y sonoridades, y compartirlas con compañeras tan admiradas, tan referentes en este camino de creación, es maravilloso.
–El que este cuarteto tome en cuenta mis canciones les da vitalidad y renovación –considera Romina Núñez–: no se quedan sólo en la escucha del disco y traspasan lo que tú estás diciendo. Se puede sentir desde distintas veredas. Escucharlas con otra sonoridad y adaptarse a eso lo encuentro fantástico, porque la canción deja de ser tuya. Creo que en la mayoría de las creadoras uno quiere que la canción no sea de uno, uno la hace y la deja ahí.
Cuerdas pulsadas: los timbres
La sonoridad en vivo de este encuentro será responsabilidad del citado cuarteto instrumental, a cargo de una multiplicidad de cuerdas latinoamericanas. Estarán en escena Fernanda Mosqueda (charango, cuatro y maulincho o chillador), Elizabeth Morris (charango, cuatro, tiple, jarana, guitarra y guitarrón cuyano), Toño Luna (tiple, requinto, viola caipira y guitarras acústica y eléctrica) y Felipe Valdés (guitarra, tiple, guitarrón cuyano),
–Es una propuesta muy novedosa, porque pocas veces se pueden escuchar arreglos de cuerdas pulsadas acompañando canciones –comenta Daniela Conejero–. Y les adelanto que estos arreglos están muy bien hechos. Trabajaron en ellos Elizabeth Morris y Felipe Valdés, ambos muy talentosos, y se puede esperar algo maravilloso. Pura suma de talentos ente las cantautoras y estos músicos que las acompañan.
Daniela Conejero – foto: Esteban Ortiz
–La propuesta del cuarteto de cuerda pulsada es una manera muy fina de trabajar –agrega Florencia Gallardo–, porque es un formato acústico, hay sutilezas que aparecen y los arreglos están súper bien construidos. Cada creadora ha tenido el espacio de plantear sugerencias y de hacer crecer aun más cada arreglo. Me parece muy hermoso lo que está pasando en el sentido musical: cómo estas cuerdas acompañan al canto de una manera súper amable.
–Placer –define Camila Vaccaro en una palabra–. Porque otra cosa que pasa, quizás por presupuesto o por el nivel de preparación que supone, es que en muchos encuentros tocamos nuestras canciones y nos invitamos a participar, pero esto es una especie de ensamble, es otra cosa. Es un material no inédito en la composición, pero sí inédito en la reinterpretación con esos instrumentos y en ese lenguaje que no es sólo el de uno sino el de los arregladores. En ese sentido la gracia es el cuarteto y también el arreglo. Así que es un lujo la cuestión.
Música para conocer a través de la gente
Juntas y rotándose en el escenario se presentarán las nueve autoras convocadas a esta primera versión del encuentro, cuyos realizadores pretenden reanudar. “Ha generado una onda que se quiere continuar”, dice Fernanda Mosqueda. “Y van a quedar los arreglos. Eso es bueno: está todo escrito”.
–Me siento muy honrada de que me hayan tomado en cuenta en este selecto grupo de mujeres creadoras, siendo Magdalena Matthey y Elizabeth Morris yo creo una inspiración para las que venimos un poquito después –reconoce Romina Núñez–. Nunca me imaginé estar con ellas, y menos que Elizabeth Morris hiciera los arreglos de mis canciones, así que para mí ha sido un logro máximo.
Romina Núñez – foto: Marisa Niño
–Me parece variopinta y con harta representatividad territorial –dice Camila Vaccaro–. También los instrumentos, las formas que interpretan, las cosas que dicen y cómo las dicen, hacen una paleta variada, para el público y para quienes participan. Yo he tocado conciertos con algunas de las cabras, pero nunca hemos estado todas reunidas las que estamos aquí. Eso también lo cambia todo.
–Me parece súper rica esa diversidad –complementa Florencia Gallardo–, cómo dialogan unas cosas con otras y van confluyendo visiones, maneras de narrar, profundidades poéticas, reflexiones en torno a las temáticas de cada una toca, y cómo nos vamos abriendo a estas propuestas musicales. Es muy importante lo que está pasando en estos conciertos, para la comunidad que va a asistir y para nosotras que nos vamos a presentar.
–Hay una variedad, con propuestas estéticas bien distintas unas de las otras –observa Paz Mera–. Me parece iluminador, generoso también, y muy interesante para quien esté con ganas de resonar con músicas que no son probablemente las más fáciles de encontrar en el día a día cuando prendemos la radios, la televisión o los medios en general. Por todas esas razones me parece una instancia muy rica. Gratitud es lo que me más genera.
Paz Mera
–Lo que trato de hacer siempre es un aporte en cuanto al mensaje, a la sonoridad, buscar un camino propio, una identidad, siendo yo misma. Y creo que en eso coincidimos todas las cantautoras que estamos acá –dice Romina Núñez–. Tenemos muchas cosas en común y un montón de diferencias que nos hacen únicas. Y eso es lo entretenido también de ir a este concierto, la oportunidad de escucharnos entre nosotras y también con la audiencia que vaya a escuchar estas voces que tienen cosas distintas y similares a la vez.
–Yo estoy así con la boca abierta, obnubilada –concluye Caro Carrera–. No puedo creer los ensayos ni el nivel de músicas. Es muy bonita esta oportunidad, estoy ahí cual Carmela escuchando a las chicas. Feliz de conocer más gente dedicada a la música, a este nivel de cantautoría, que no es música que escuches en la radio, es música que tienes que conocer a través de gente.
Caro Carrera – foto: Camila Solá
Cantautoras con Mucha Cuerda
Viernes 27 de octubre, 20.00 horas: Magdalena Matthey, Paz Mera, Florencia Gallardo, Caro Carrera.
Sábado 28 de octubre, 20.00 horas: Camila Vaccaro, Daniela Conejero, Daniela Millaleo, Amanda Paz, Romina Núñez.
Teatro Municipal de San Joaquín, Coñimo 286, a metros de avenidas Departamental y Las Industrias, San Joaquín, Santiago (562 2283 9958). Gratis.