Cuando uno pone la televisión y está alguna de las teleseries locales, sin mirar en muchos casos, podría sentir que está en el pasado. Más allá de las tímidas innovaciones temáticas, de los intentos escasos por una mejora técnica de las mismas, o por la renovación -que sigue costando- de rostros familiares al espectador, si uno cierra los ojos y se queda sólo con las canciones que suenan, en algunos casos, parecería que el tiempo se ha detenido en algún lugar de hace 5, 10, 15 y, en algunos casos, hasta 20 años atrás. No tanto por el uso de canciones que tengan ese tiempo (que, en muchos casos también), sino por la sensación de hilo musical monóntono y poco diverso.
Si nos centramos en las más recientes, por ejemplo la exitosa “Pobre Gallo” de Mega, en la que el argumento gira alrededor del tópico “pez fuera del agua”, nos encontramos con que el soporte sonoro se compone baladistas de corte tropical (Américo, Joey Montana, Carlos Baute o Abel Pintos), además de una canción de uno de los intérpretes de la serie, Augusto Schuster. Que un intérprete sea, a la vez, uno de los músicos no es, en ningún caso, excepcional. Por ejemplo, el pasado año en TVN, en su serie “Matriarcas”, protagonizada por Blanca Lewin y Catalina Saavedra, Denisse Rosenthal, en un papel secundario, era también la elegida para cantar, junto a Consuelo Schuster, el tema de apertura “Una Matriarca”.
En esta serie, al contrario de lo comentado en “Pobre Gallo”, al apuntar a un target mucho más urbano y juvenil, se buscó una banda sonora acorde a esto. Aunque poblada también de baladistas pop como Amaia Montero, Camila o Jesse y Joy, introduce ritmos latinos como Gente de Zona (en varias de sus colaboraciones), Juan Magán, Pitbull, Wisin, Yandel o Daddy Yankee. Pero también hace un repaso por muchos de los mayores éxitos de los últimos tiempos en el pop mundial. Por ahí se pasean las celebérrimas ‘Uptown Funk’ de Mark Ronson y Bruno Mars, el exprimido ‘Happy’ de Pharrell, ‘Sugar’ de Maroon 5, ‘Rude’ de Magic, el ‘All About That Bass’ de Meghan Trainor y hasta Calvin Harris con ‘Summer’. Por sonar, suena hasta el ‘Girls, Girls, Girls’ de Motley Crue. Una lista diversa, bastante contemporánea y que hace un esfuerzo por estar al día.
No es el caso de “Veinteañero a los 40”. La serie en la que aparecen Tamara Acosta o Pablo Macaya, tiene la excusa argumental para el recuerdo, puesto que trata de alguien que despierta de un coma tras un tiempo y tiene que enfrentar su vida tras ese periodo en blanco. No es que sea el colmo de lo original, como tampoco su selección para ambientar este viaje al pasado. Roxette, Robert Palmer, Journey, Foreigner en los anglo y Enanitos Verdes, Virus, Mecano o la Nicole de ‘Tal Vez me Estoy Enamorando’, nos muestran esa música que sonaba “entonces”. Pequeñas concesiones al presente como Magic, Black Keys o Enrique Iglesias y Nicky Jam con el quemadísimo ‘El Perdón’, tema central de la serie, también aparecen.
Otra de las que está actualmente en emisión desde no hace demasiado tiempo es “Te Doy la Vida” en Mega para el horario de después de comer. Nombres familiares como Baute, Luis Jara o el tema principal a cargo de Luciano Pereyra que se suman al ‘Bailando’ de Enrique Iglesias y Gente de Zona que, por mucho que le guste al que esto escribe, es tiempo de moverse a otra cosa, ¿no?
En este pequeño repaso ya se aprecian la repetición una y otra vez de algunos nombres. Enrique Iglesias, Carlos Baute, Jesse and Joy, regaetoneros y bachateros varios, Vicentico (otro de los triunfadores cuando la SCD cobre los derechos sobre la música emitida) y otros pocos se repiten una y otra vez. ¿No me creen? repasando el 2015 vemos que en la muy exitosa “Papá a la Deriva” de Mega, estaban Juan Magán, Gente de Zona, Nicky Jam, Wisin, Daddy Yankee. Si miramos “Buscando a María”, unos de los últimos esfuerzos de Chilevisión por la producción propia, nos encontramos a Los Vasquez (otros muy repetidos en otras series), Axel, Wisin, Luis Fonsi, y otros como Ricky Martin o Río Roma. Parece claro el patrón. En este caso se agradece el esfuerzo por, dentro de unos parámetros más o menos reconocibles, insertar algunos nombres como Manuel García o María Colores, que den un ligero (ligerísimo) toque diferencial.
Quizá la más original en los últimos tiempos sea “Esa no soy yo” en el que el tema principal ‘Yo no soy esa’, a cargo de Soledad del Río, la imponente vocalista de La Guacha (que ya fueron la cabecera de otra serie de TVN, “La Chúcara” con la excepcional ‘Matorrales’), es acompañada en la serie por una de las mezcolanzas de estilos más curiosas en la tele nacional. Desde el baladista multiplatino Sam Smith y su equivalente hispano y aflamencado Pablo Alborán, pasando por Aerosmith, La Ley, Demis Rousoss, Cerati, Los Bunkers, Julieta Venegas y hasta los ochenteros The Church, aunque con paradas en los inevitables Río Roma, Los Vásquez, Vicentico o Luis Fonsi.
Además, viendo las series, da la sensación de que las canciones están puestas de forma aleatoria y axfisiante, como si tuvieran miedo al silencio. Cuando uno ve una serie foránea (y no hablo sólo de estadounidenses o inglesas), no siente que las canciones son constantes y que recalcan cada instante de la narración (aunque hay excepciones tipo The O.C. o Anatomía de Grey). ¿Por qué ese miedo a unos segundos sin música recalcando la acción?
Haciendo un repaso rápido a las teleseries de 2015 y lo poco que llevamos de 2016, los ganadores de esta competición por ver quién suena más, serían Ricky Martin, con cinco apariciones, Jessy and Joy, Luis Fonsi, Carlos Vives, Vicentico, Nicky Jam, con cuatro y Yotuel, Daddy Yankee, Shakira, Gente de Zona, Enrique Iglesias, Wisin, Los Vasquez o Chayanne con tres. Aunque algunos de estos nombres ponen varias canciones en una misma teleserie, lo que hace aún más continuada su presencia.
Mirando este repaso a las músicas de las teleseries de los dos últimos años, parece claro que hay un problema de diversidad musical. ¿Por qué los encargados piensan que unos adolescentes no pueden estar escuchando Tenemos Explosivos, Planeta No, Matorral o Cevladé? Pero claro, si no hay un riesgo en lo estético o en lo argumental, pedir que lo haya en lo musical sería un tanto iluso. Queda, eso sí, tanto para lo visual como para lo musical, las miniseries como “Príncipes de Barrio” o “Zamudio” (esta última musicalizada por los Dënver) y más en el pasado “El Reemplazante”, en el que el cuidado formal en la fotografía, las actuaciones, los encuadres… se une a una búsqueda de apoyos sonoros que no necesariamente hayan de ser reconocibles a la primera para el público, incluso que pasen desapercibidos, pero que apoyen a la propia narración. Si el pop chileno fue capaz de hacer su propia revolución unos años atrás, si también lo hizo el cine ¿será capaz de hacerlo también la televisión?. Esperaremos con el control remoto en la mano.