El jueves pasado estrenamos el debut de Niños del Cerro editado a través de sello Piloto. Esta semana lo seleccionamos como Disco de la Semana y es por eso que hasta el próximo domingo verás diferentes contenidos asociado a este álbum. Queremos hablar sobre Nonato Coo con diferentes perspectivas y formatos.
Para ver todo lo publicado sobre Nonato Coo, visita nuestra sección dedicada durante toda esta semana, hasta el domingo 8 de noviembre.
A continuación, te presentamos un comentario canción a canción de este trabajo, pero en las palabras de Simón Campusano, cantante y compositor en Niños del Cerro.
Nonato Coo
Andar en bici es algo que me gusta mucho. No soy un Lance Armstrong tampoco, pero es una actividad que me hace muy feliz. La letra habla sobre las interminables ocasiones en las que me he encontrado pedaleando camino a la casa de mi polola, a desahogarme de todas las cosas que no pienso tranzar ni cagando en la vida. Al igual que en ‘Días frescos’, experimentamos con los armónicos naturales de la guitarra en afinación estándar, pero esta vez van más allá del riff bonito. La idea era acercarlo a un gesto más “ambient”, junto con la base entre huayno, reggaetón y el bajo tirando todo hacia atrás, marcando un patrón sacado de la salsa. Como el coro me quedaba muy arriba para cantarlo bien, se nos ocurrió al tiro a invitar a cantar a la Yaney (Patio Solar) porque su voz es muy linda y nos encanta. Al ordenar las canciones del disco, fue súper claro que ésta tenía que abrir.
Ropa de Verano
Sobre salir a la hora del riego en verano y no volver hasta bien tarde. Cuidarse del frío y de la gente mala. Sobre las aprehensiones y miedos de mi abuela, de que el mundo es tan peligroso y el terror de los portonazos. Creo que esta canción tiene el momento más lindo del disco, que es el solo que hizo el Nacho, al unísono con el tonebank, después del quiebre del segundo verso. El nombre es un robo directo a una canción de Animal Collective. La base de la batería emula de cierta forma lo que hace el arpegiador que lleva ese tema y las voces con delay del coro, son un pequeño tributo a todo lo que me gusta de aquella bandita.
Viste las Palabras
Sobre pasear por los barrios de la infancia, no lejos de aquí. De las pretensiones de las familias de clase media, las casas pareadas y todo lo que se arma y después se rompe dentro de ellas. Es la única canción donde intentamos repetir la fórmula de otra canción anterior. No resultó, pero se convirtió en el tema favorito de varios amigos y eso me deja muy contento.
La Pajarería
Partió como un tema instrumental que hice para la u, cuando estudiaba composición. Originalmente, estaba escrito (en partituras, lo más fome del mundo) para guitarra, piano y clarinete. El ejercicio que hicimos esa vez fue salir a buscar melodías en la calle. Casualmente llegué a una pajarería que hay en Estación Central y la grabamos con mis compañeros. Quise recrear de alguna forma, no muy experimental, la textura de todos esos pajaritos cantando al mismo tiempo. Tampoco me resultó, pero terminó siendo una bonita canción una vez que la armamos con los cabros. Para la decepción de muchos amigos, la letra la hice como corriente de conciencia, guiándome más por la sonoridad que por el significado aunque al final igual tomó un sentido como de pérdida o algo similar.
Capital
Es nuestra carta de amor a Deerhunter, perdonen lo obvio. La letra habla sobre sentirse increíblemente acogido en otro lugar del mundo, en una capital latinoamericana donde no conoces a nadie pero todos parecen quererte mucho, como nunca te van a querer en el centro de Santiago. Lo choro que tiene musicalmente, es que la armonía es súper ambigua en el riff principal, donde solo se afirma por el bajo. También quisimos grabarla más lenta que la versión que tocamos en vovi, para que se entendieran mejor las capas que se arman entre las guitarras y el tonebank.
José de los Rayos
Es el tema más intenso a nivel rítmico, cortesía nuevamente de Pepe Mazurett (batería). Queríamos meter un quiebre en el interludio y el Pepe llegó con este patrón de salsa, el “songo” y se armó al tiro. Las guitarras, por otro lado, tienen una fuerte influencia de la chicha peruana, mientras que mi amigo Walter (de Silabario) dice que le recuerdan a ‘East Bay Ray’ de los Dead Kennedys.
La letra es bien personal y media críptica creo yo, sobre un tiempo en que andaba con mucha ansiedad y con problemas para dormir. El nombre <<José de los Rayos>> viene de un querido profe que tuve en el colegio. Se supone que su mamá le puso así pagando una manda a la Virgen de los Rayos. Siempre me llamó la atención y lo quise usar para armar la letra desde un personaje, para alejarla un poco de mí.
Nos Vemos Cómodos en este Frío
Habla sobre llegar a un punto muerto en una relación o en la vida en general, sin saber hacia dónde van las cosas, sin saber si el paso del tiempo será un consuelo o algo más que lamentar. Es el tema más oscuro del disco. En el fondo, musicalmente es como un huayno hecho por lolitos a los que les gusta mucho The Cure. Es la única canción que se armó casi de una patá en un ensayo. El coro me salió de forma espontánea y determinó después el contenido de la letra. Cuando la tocamos en vivo nos creemos Fugazi, así de brígidoms jaja.
Videojuego
También partió como un trabajo pa la u, estudiando texturas y composición no direccional. El trabajo final no me gustó tanto, porque tuve que llevarlo a lugares que no me agradaban sólo por cumplir con cosas académicas fomes. Tiempo después hice una maqueta (que aún existe en mi Soundcloud) con letra, con esta idea sobre los videojuegos, perder el tiempo y ser feliz pasando niveles. Mi sueño es algún día hacer música para un videojuego de aventura como los que jugaba en Play 1, todos los Crash Bandicoot y Spyro. Con el pepe nos dimos la paja de experimentar grabando de lejos la batería para que sonara gigante, estuvo entrete eso.
Las Palmeras
Es el tema más antiguo del disco, pertenece a la primera época de Niños del Cerro, cuando era un proyecto más de colegio y sin mayores pretensiones. Por lo mismo, la letra es súper distinta al resto. Es un pequeño cuento sobre las tres antenas de celular disfrazadas de palmeras que están al lado de mi casa y se ven desde mi ventana (y que ahora son la carátula del disco). Desde que las “plantaron” hace varios años atrás, que tenemos una relación bien bonita. Al atardecer, con el cielo despejado se ven particularmente bellas. Las quiero pese a lo nocivas y falsas que son, como muchas cosas en La Florida y en todas partes de este país, supongo. Al principio no queríamos meterla en el disco pero como cachamos que a la gente la disfrutaba mucho en vivo y que al final, era una buena canción, la dejamos. Aparte, queda perfecta para cerrar.