La agrupación liderada por Chini Ayarza, en compañía de Juan Desordenado (Columpios al Suelo), Pepe Mazurett (Niños del Cerro), Tiare Galaz (Niña Tormenta) y Leonardo Jara, marcó nuevo precedente para nuestro indie local con su debut en Seattle.
Les pedimos una bitácora de viaje; un espacio para que dejaran registro escrito y visual de todo lo que sintieron por esos días. Las aventuras de una banda autogestionada llegando a una de las plataformas más destacadas en todo el continente.
Un viaje que, sin lobby y por interés de la propia estación de radio, cobra vida tras el apoyo de sus seguidores en una serie de conciertos apodados mingas.
DÍA 1
Nos juntamos en mi casa (Chini) y hasta el último minuto Pepe no llegaba. Cuando lo hizo, abrió la puerta vestido con un buzo verde de cuerpo completo increíble y a juego con una mochila naranja. Nos confesó que cada uno lidia con el estrés de maneras distintas, ir a comprar ese outfit a último momento había sido la suya. En el avión vi “Interstellar”, y (spoiler de una película de 2014) como había turbulencias se volvió muy emocionante y terrible el viaje. No sé muy bien por qué me hice eso, siendo que Tiare vio unas series re tranquis. Hicimos conexión en la madrugada, en Houston, Texas, y luego de 6 horas sobre planicies y cañones de diversos colores (y ninguna cordillera) llegamos a Seattle.
En seattle nos llevo el mejor chofer, Oli, que cerraba las puertas de su van con una patada y cantaba canciones a todo pulmón con nosotros. También nos explicó cosas sobre los barrios por donde estábamos transitando. Había sol y se veía agua a los costados. Vi una noria y traté de conectarlo con Coney Island, y lo francamente poco y nada que sabía de Estados Unidos. Finalmente llegamos a la casa de Camilo, ávidos de comida y una ducha.
DÍA 2
Juan Desordenado: es reconfortante recordar la experiencia KEXP desde la vereda de algo ya vivido, fueron tantas experiencias acumuladas que es difícil desenrollar las memorias y no terminar haciendo un libro o algo así. La previa al viaje fue de tensión, preparativos, lidiar con el enemigo interno, el boicoteador, que te dice al oído que algo va a ir mal y cierta despersonalización. En esos días me parecía algo irreal la idea del viaje, creo que recién el mismo día me cayó la teja, y de ahí en más, fue permanente emoción. Llegar y el viaje en auto con el gran Oli, igual de payaso que el grupo de gente que ocupó su auto, Camilo y su pareja, los cabros que con el tremendo corazón alojaron a la mitad del plantel. Nuestra primera aventura con Pepe y Leo recorriendo Seattle en locomoción colectiva, perdiéndonos por supuesto, como debe hacer uno cuando se manda a cambiar tan lejos, perderse un ratito, para volverse a encontrar. En la playa nos encontramos y tengo tatuadito ese recuerdo, ese atardecer, las pabst blue ribbon y lo rico que se sentía estar voladito con marihuana legal en otro lado del mundo, el mismo cielo.
También tatuado está el día siguiente, la foto que nos sacó Tiare a Chini, Porri y a mí, la misma foto clásica de Minor Threat ‘falso’, afuera de la casa donde toda su vida vivió Kurt Cobain, ‘aún más falso’, las tiendas de discos, el paseo a pike, un mercado hermoso donde comimos thai, la tienda de las momias, los pititos de bajadita de la tarde, una charla en el edificio KEXP, y la risa que me dio que cuando había terminado toda la gente que estaba en el patio fumando marihuana era la comitiva chilena, y era que no.
Chini: Camilo nos recibió como quieren en Chile al amigo cuando es extranjero. Nos dio pizzas que comimos famélicos y decidió, junto a su pareja y su bebita de solo dos semanas, alojar a 3 de los 7 pailones. Creo que un equipo se pasó a llamar equipo bacán, el otro equipo increíble. Tiare (directora de comisión divertimento) y Pepe (subdirector) y Víctor (secretario) fueron a conocer una tienda de weed junto a Camilo, donde te daban todo enrolado y ordenadito. Con Rodrigo y el resto de los que no se quedaban donde Camilo fuimos a ver y abrir el Airbnb.
Tras eso, nos juntamos en la orilla con Albina Cabrera a tomar una cervecita con otros compatriotas, parte de Usted Señalemelo y más. El atardecer dejó en claro que estábamos en otro continente, sin atisbos de fucsia ni purpura, solo azul intenso y amarillo, sin nubes cerca pero a la vez la impresión de tener todo un poco más abajo. Al final comimos pizza de nuevo.
DÍA 3
Si este es el día que creo y no estoy mezclando días, fue el mejor para mí. Un día que a otros ojos podría verse algo consumista, es decir, un día donde compramos música en distintos formatos, probamos comida local en el mercado y uno que otro comic, pero para mi fue un día de honda felicidad porque podía compartirlo no con uno sino con seis amigos.
Todo me parecía mil veces más importante e interesante por estarlo compartiendo, me sentía en un estado un poco alterado de la conciencia, ya sea por los pitos legales, o por el jetlag que palpitante hacía su efecto. El punto es que era lindo ver a Víctor encontrando un vinilo, a Leo un comic, o Tiare simplemente bromeando con que entráramos a una farmacia (gigante). Paseamos toda la mañana por el barrio LGTBIQ+ y con Leo descubrimos una comunidad al mismo tiempo trans, geek y de la tercera edad, que enseñaban a niñes como jugar D&D, que es el juego que jugábamos nosotros. En esa tienda compre dos fanzines locales preciosos, y Leo hizo su resto. También alternamos y estuvimos en distintas plazas.
Leo: Fuimos a una tienda de discos y cada uno compró algo, el vendedor nos felicitó por la compra: “todos los discos muy distintos y todos muy buenos” dijo. Le dijimos que éramos músicos y que tocaríamos en KEXP. Nos volvió a felicitar.
Ese día se hizo una recepción en el marco del lanzamiento del primer podcast en español de KEXP. Había gente de la radio, representantes de la comunidad latina en Seattle y los proyectos musicales que, por esos días, estaban grabando sus sesiones: Usted Señalemelo de Argentina, Pahua de México, Carolina Durante y Cariño de España, y, representando a Chile, Rubio y nosotrxs. Ese día nos acostamos temprano porque al otro día había que madrugar.
DÍA 4
Chini: “El gran día”.
Quizás para mejor, el día anterior había sido tan alegre que una parte de mí ya casi no recordaba el motivo verdadero por el cual estábamos allí. O de alguna forma sentía que el compañerismo circundante nos unía de tal modo que solo era un engranaje más dentro de lo que estaba pasando. Me levanté unas cuatro horas antes de la sesión, planche mi gorrito, el vestido de Juampi, –Tiare luego plancharía el mio en la radio–, me di una ducha larga para repasar las canciones en mi mente, me encremé, desayunamos y nos pasó a buscar Sebastián, un amigo muy simpático de Tiare, que tiene un ternerito por mascota.
Entrar a KEXP en calidad de músicos a la zona de la oficina y la sala de sesiones (a pesar de haber ido el día anterior al hall principal en calidad de visitante) fue un momento tan surrealista que creo que disocié un poco la situación apenas crucé el umbral de la puerta.
Pepe: Creo que en múltiples ocasiones, incluso en premiaciones musicales, pareciera que la industria se tragó toda la importancia del arte reduciendo todo a números y dinero. Como dice Chini, a KEXP entramos en calidad de artistas y así me sentí desde el principio hasta el final; con un interés genuino en nuestra música, buena onda y profesionalismo. Eso es lo único que espero encontrar en los lugares que nos inviten.
Chini: Desde Huun-Huur-Tu, hasta el Coro Bulgaro, desde Boogarins hasta The Smile, tenía la sensación de haber pasado los últimos 10 años poniendo de fondo de mi vida algunas de sus sesiones. Respiré fuerte hacia adentro y me traté con cariño. Es una sesión en vivo con tus amigxs, hazla con el mismo amor que todas las otras, pásalo bien y después almorzamos rico”.
Esto porque en todos los mails de trabajo con Rodri, John, Jim, Víctor, Albina o Chilly, en el Ventanilla Abierta que llenamos con Tiare, e incluso al principio cuando ella me contó que Gaby Lena le había avisado desde Chilemusica que nos estaban invitando desde Seattle, traté de cancelar la expectativa en mi corazón y no flotar en ensueños hasta que el trabajo estuviera hecho, y quizás por fin estaba llegando ese momento de abrir el pecho y admitirle a mi mente fatalista que todo lo que podría fallar no había fallado.
Los vuelos habían funcionado, lxs 7 habíamos pasado el control migratorio, la minga había funcionado, el pago de los alojamientos, por ende también. Nunca me atreví a confirmar bien-bien-bien, si estaríamos efectivamente tocando en la habitación de las luces típicas y le respondía evasivas a quien me preguntara eso mismo. Quizás son otras sesiones dentro de la radio, pero igual es una buenísima y linda oportunidad. Entrar en la sala y reconocer las luces, observar detenidamente las posiciones que habíamos puesto para cada unx en nuestra ficha técnica, y a cada unx de mis amigxs revisando su estación, probablemente sea uno de los vuelcos más violentos que me ha dado el corazón. Tocar fue rápido y solo recuerdo sentir la violenta realidad, euforia y nervios que es estar viviendo en tiempo presente algo por lo que has trabajado tanto. Cuatro canciones. Me sonreí orgullosa de mis amigxs mientras daba una entrevista en piloto automático, sabiéndonos completamente dementes, enamorados de algo invisible y hermoso que nos unía, agradecida por la invitación, no como cuando uno escribe eso por escribir algo, sino que muy hondamente agradecida, de estar teniendo la epifanía que todos me venían avisando, tan obvia y mamona: los amigxs son lo que en verdad importa, y que estas cosas no se disfrutan ni la mitad si no hay con quien compartirlas.
Juan Desordenado: Dormirse tempranito y despertarse a primera hora, como nunca. Llegar antes de la hora a KEXP, la emoción inolvidable de entrar a la piecita que soñamos tantas veces con visitar. Era muy hermoso que todo el team de allá nos trató con mucha buena onda y disposición, hay oficio y se hace con cariño, cosas para tomar nota. En esa espera cortita entre probar sonido y el inicio de la sesión, se sucedieron todos los flashbacks a todos los preparativos de la aventura: desde la primera llamada contando que nos habían invitado, a todos los ensayos y completitos que pasaron por nosotros, la minga y tanta gente linda, tanta gente amable diciendo con ojitos hermosos ‘se lo merecen’. Lo encuentro tan lindo, se trata de amor la cosa. De amor y de amistad.
No se me va a olvidar el dibujito hermoso que improvisó Leo en los camarines, menos se me va a olvidar una pequeña conversación con Pepe, pequeña e infinitamente significativa, una alegría inmensa de poder haber vivido ese momento juntos, el abrazo y la arenga, tan sudaca, a darlo todo csm. Y esa sensación la tuve en la totalidad de la sesión, que lo dimos todo; las miradas que nos dábamos entre todos con los ojitos chinitos y la cara llena de risa, de risa y concentración y amor. Se trata de amor y de amistad. Y también se trata de música, de la increíble música que creó Chini con infinita imaginación y el corazón en la mano, de la música que quedó para siempre en El Día Libre de Polux, un disco del que me emociona profundamente haber sido parte.
Fueron las canciones de Polux las que nos llevaron a KEXP, no el lobby, la complacencia, ni los contactos. Fue gracias a las canciones y las amistades y la gente que disfruta de nuestra música las que hicieron esto posible. Las gestiones del Porri (Rodrigo Herbage, Sello Fisura), el sonido del Víctor, y más atrás, nuestro querido Simón Campusano, tremendo bajista del disco, Merci (Martín Pérez Roa, productor), Arturo (Zegers, productor), quienes hicieron sonar la cosa como terminó sonando, todos los partners de la minga.
Ojalá que esto de alguna manera abra una puerta, o una ventanita más que sea, para tanta increíble, alucinante y delirante música que hay en este terreno golpeado y oprimido, sería hermoso poder volver. Y si fue cosa de una sola vez, decir que se vivió con mucha pasión y que lo aprovechamos a concho y que ahí estará, en el Youtube de la gente, a solo un click de distancia.
Leo hizo un cómic de la jornada y además dejó un dibujo de nosotrxs en el corcho del backstage, donde tantas otras bandas dejaron el suyo, ahora hicimos una polera de ese dibujo, y son objetos que me enternecen por lo mismo, cada cual digirió de la manera que podía lo que nos pasó, y armó su propio souvenir.
Revisa la presentación de Chini.png en KEXP