The Clash: Westway to the world, uno de los documentales que presenta Don Letts en esta edición del Festival In-Edit Nescafé, puede ser una buena herramienta para recuperar la capacidad de asombro y volver a deslumbrarse con The Clash. Instalados en el canon de la música popular, hoy parecen parte del paisaje, pero verlos en acción puede volver a fascinar. Y esta película es abundante en aquello.
En casi ochenta minutos, el documental recorre la trayectoria del grupo con un punto de vista convencional, sobre la base de entrevistas con Joe Strummer, Mick Jones, Paul Simonon y Topper Headon. Es un relato cronológico, desde las historias familiares de cada uno de los integrantes, hasta el quiebre en 1983. Hay pasajes dedicados a cada uno de los cinco discos de ese periodo, a algunos hitos en vivo, al contexto en que surge el punk en Inglaterra, al encuentro con los inmigrantes jamaiquinos y al posterior descubrimiento del hip hop. También hay apariciones de otros personajes, como el baterista Terry Chimes y la fotógrafa Pennie Smith, autora de la clásica foto que ilustra London calling. La amplitud, sin embargo, no es total, porque no hay ni siquiera una mención a la desintegración de los años finales ni a Cut the crap, un disco grabado con Jones y Headon ya fuera de la alineación.
Así, el encanto de la película está en la cercanía de Don Letts con los Clash. Ex DJ del Roxy, el clásico club del punk londinense, el director fue un testigo directo de la historia que relata y lo deja claro, a través de copiosas filmaciones de archivo. Esas imágenes son invaluables para quien jamás tuvo la oportunidad de ver a los Clash en vivo. Hay mucho para atesorar: la metamorfosis de ‘I’m so bored with the USA’; las historias tras canciones como ‘White riot’ y ‘Safe European home’; las imágenes de Strummer grabando voces en el estudio; y, sobre todo, los fragmentos en directo de canciones como ‘Stay free’, ‘I fought the law’ o ‘Career opportunities’. Ahí, en el escenario, los Clash tenían un vértigo y un magnetismo irrepetible, que se palpa a través de la pantalla. Cuando explica el origen del nombre de la banda, Joe Strummer lo sintetiza así: “Éramos pura dinamita, podíamos explotar en cualquier momento”. ¡Kaboom!
*The Clash: Westway to the world
Domingo 4, 17:30 h. en Centro Arte Alameda.
Presenta Don Letts