Tensión racial, viviendas precarias y la añoranza de la tierra dejada por sueños que pintaban mejor desde lejos. El carnaval de Notting Hill ha llegado a ser declarado el más grande en toda Europa, pero detrás de los títulos y la fiesta que todos los agostos reúne a miles de personas en las calles del occidentales de Londres, hay dolor, lucha y construcción.
Don Letts, músico, documentalista, y flamante invitado a esta nueva versión del In-Edit trae su propio relato sobre la fiesta a la que asiste hace más de treinta años, y que viene grabando desde 1976, año clave para la celebración cuando una de los enfrentamientos más fuertes entre asistentes y policías develó el real sentido del carnaval.
Es cierto que en un comienzo, con Claudia Jones como líder, se trataba de esta imperante necesidad de sacar a las calles las fiestas que se realizaban en privado, entre los migrantes que llegaban con sus maletas al nublado Londres. Lejos del sol, lejos de sus canciones favoritas, lejos de sus comidas típicas.
Durante los primeros años, la jornada de tres días comenzó a tomar fuerza en el número de asistentes y en lo que estos tenían para decir: ustedes nos invitaron a la tierra de las posibilidades, ahora háganse cargo. Ser inmigrante no es fácil, nunca lo ha sido. Para los negros que llegaron a Europa la cosa no fue sencilla, porque no sólo tenías que pelear con la distancia y la nostalgia, también tenías que pelear con los malos tratos, el abuso policial, y la falta de oportunidades. Suena familiar ¿verdad?
La música es combatiente. Es un arma poderosa. Así que los recién llegados desde Trinidad -en su mayoría- sacaron las parrillas a Notting Hill e inundaron con el sonido calipso todas las esquinas. Rápidamente los más jóvenes, hijos de inmigrantes que nacieron en la ciudad inglesa, empezaron a tomar la alegría y los colores para ir sumando consignas. Es ahí cuando el reggae y los sound systems vienen a demostrar la anarquía con mayúsculas: “el carnaval es una manera de demostrar cómo vivimos. Juntos podemos vivir mejor”.
Jazzie B, Gaz Mayall, Trevor McDonald, Andrea Oliver, Trevor Phillips y Paul Simonon son algunas de las voces que en Carnival! relatan cómo han disfrutado esta instancia y cómo la vieron transformarse en el acontecimiento más tangible de los negros que entre viviendas precarias y arrestos por sospecha hicieron explotar Londres con lo que tenían para decir y bailar.
Un documental preciso, consistente, con un soundtrack disfrutable de principio a fin, que viene a dar un aire de esperanza bastantes años después de su creación. Aún necesitamos dejar en claro que juntos vivimos mejor. La música y su alegría pueden ser la solución.