Este 2016, dos de los mejores discos* que han aparecido vienen de ese sonido que, de a poco, ha ido llenando artículos y portadas en una especie de boom; aquella música que algunos han llegado a llamar New Cosmic Americana, pero que aquí –sin intentos de mayor conceptualización– haremos nuestra como esos preciosos intentos de cruza entre rock y folk con guitarras que hipnotizan.
Modern Country
Modern Country (Merge Records) es el tercer LP de William Tyler, un virtuoso que ha recibido atención y reconocimiento de la crítica con sus dos primeros discos (Behold the Spirit, 2010; Impossible Truth, 2013), quien desde su natal y mítico Nashville, Tennessee, es capaz de transportarnos a ese Estados Unidos de América rural a bordo de composiciones instrumentales, donde quizás justamente la falta de palabras hace de la experiencia algo natural y no forzado.
Así, desde Highway Anxiety hasta The Great Unwind, Modern Country se escucha como un disco en que la música fluye de manera franca y llana, y donde pese al talento de Tyler y la complejidad de sus composiciones, el sonido se acerca sin imponer distancia alguna en el trato con su oyente, sino por el contrario, a medida que avanzan los 40 minutos de disco, el sentimiento que va apareciendo (y creciendo) es el de querer apagar el computador y tomar el bolso para compartir un tren con Tyler, acompañándolo en su viaje musical y espiritual.
Eyes On The Lines
Steve Gunn –además de ser compañero de varias batallas con Kurt Vile– es un guitarrista que, como esos músicos que llegan un día para quedarse un buen rato en nuestros audífonos, aparecen de sorpresa y ¡maravilla! cuentan con una extensa discografía en que las ha hecho todas, y de la cual Eyes On The Lines es su último disco (y el primero con Matador Records).
Ancient Jules y Conditions Wild son los sencillos de Eyes On The Lines, y desde ellos se puede notar lo que será la maravilla del LP: si la música de Tyler nos llama a detenernos en estaciones de trenes, los sonidos de Gunn en esta ocasión nos lanzan a la carretera, claro está, con tiempo suficiente para poder detenernos de vez en cuando a ver el paisaje. Así, si bien lo eléctrico alcanza mayor intensidad que en sus previos discos y las canciones también se escuchan más amigables al público masivo, no se pierde de manera alguna la densidad de fondo que siempre atrapa y engancha y, por ejemplo, Ark –última canción del disco– nos recuerda esa maravilla de canción llamada Way Out Weather (del disco homónimo anterior), en donde en una propuesta más acústica construye, quizás, su composición más magnética.
* Golden Sings That Have Been Sung (Bonus Track)
Este viernes 19 de agosto se lanza Golden Sings That Have Been Sung, tercer LP de Ryley Walker.
Después de escuchar The Roundabout, estoy seguro que será un tercer disco esencial de este año.