Hyperdub, el sello londinense que apadrinó al enigmático y talentosísimo William Bevan, alias Burial, y que revolucionó la forma de hacer el dubstep, cumple 5 años y los celebra con una joya: un álbum doble recopilatorio con lo más granado de su catálogo. Y una que otra sorpresa. Revisamos algo de su historia, de la figura misteriosa y aplaudida de Burial y de cómo el dubstep salió de la intimidad elitista de los clubes underground de Londres, a sus callejones oscuros a contar historias de soledad urbana bajo la lluvia.
El dubstep es uno de los movimientos electrónicos más interesantes y versátiles nacidos en la última década. La fusión de ritmos provenientes del drum and bass, el UK garage, el 2step, el breakbeat, etc. refrescó los clubes londinenses reuniendo en un mismo lugar a rastafaris, raperos, ravers, etc. e hizo del bajo el elemento primordial en el sonido de su música. Pero este género nunca fue tan progresivo y abarcó tantos oídos hasta que el sello londinense Hyperdub decidiera apadrinar en el año 2005 a una de las figuras más enigmáticas, misteriosas y talentosas de los últimos tiempos: el superlativo William Bevan, en esos años sólo conocido por su nombre artístico, Burial.
El niño prodigio de South London no reveló su identidad al lanzar su primer disco homónimo el 2006. No daba conciertos, no se conocía su rostro ni concedía entrevistas. Sólo lo hizo al lanzar su segunda y sobre aclamada placa Untrue el siguiente año, por la enorme presión mediática y de sus devotos fans. Publicó una sencilla fotografía en su MySpace, reveló su nombre y redactó despreocupadamente unas escuálidas líneas donde explicaba que no le interesaba la fama ni el reconocimiento. Que lo único que quería era hacer algo de música y lo que importaba era únicamente eso. Así, los que criticaron que todo el misterio que rodeaba a Burial era una estrategia comercial, debieron callar ante tal sincera confesión y tan grandioso álbum.
Burial expandió la fórmula de cómo hacer el dubstep. Mas bien, creó un nuevo y único subgénero que existe exclusivamente en sus discos. Sacó esas melodías oscuras y profundas de los clubes y las instaló en los callejones llenos de pozas de agua, en los buses de medianoche y en las esquinas solitarias de un Londres nostálgico y condenado a la soledad. Tomó beats que sonaban iconoclastas para el estilo, atmósferas demasiado ambientales y escalofriantes y muchos samples de voces de fantasmas, películas misteriosas e historias urbanas.
Luego del fenómeno Burial, Hyperdub comenzó a producir a una gama de artistas influenciados por los nuevos horizontes que esta música divisaba, y que ya no era una fría etiqueta más de música de club y DJs, sino una base o influencia para desplegar la creatividad de nuevas mentes. El mismo creador del sello, Steve Goodman (Kode9) y su proyecto Kode9 and the Spaceape, el hip-hop experimental de Flying Lotus, las melodías inteligentes y vanguardistas de Zomby, Ikonica y Darkstar, más el groove profundo de Mala y King Midas Sound destacan entre los 32 tracks de este amplio repertorio de artistas que adornan el interesantísimo álbum doble conmemorativo de los 5 años de la etiqueta. 5 años de vanguardia, ideas rupturistas, mucho wooble bass y beats que nunca sabes hacia dónde irán.
Y, finalmente, no se puede dejar de mencionar la canción que destaca inevitablemente en esta compilación: la conmovedora ‘Fostercare’. Si, de Burial. Un verdadero himno a la melancolía urbana, tan profunda y delicada que dan ganas de repetirla 20 veces. Un placer increíble y una tortura a la vez, pues lo que hace Bevan es dejarnos con el exquisito sabor dulce en la boca y pidiendo que el próximo álbum llegue pronto. Porque sus dos LP, sus cuatro EP y su magnífica colaboración con Four Tet de este año, parecieran aún no ser suficientes para los que realmente admiramos y nos deleitamos con la belleza de su música. Como el mismo dijo: lo único que importa.