Y tenemos aquí un disquito simpático para ti muñeca, que estás solita en tu casa. A ver, a ver. De la cultura de la basura, sinónimo de hip hop y/o trap para los superados que se privan de fusiones bien armadas. ‘Lágrimas de Lujo’ es el primer track del epé debut de este joven, que a días de cumplir 23, se encerró durante todo el invierno 2018 en Valdivia para armarlo íntegramente por sí solo, completamente autodidacta.
La ciudad del sur lo recibió en la aventura de estudiar Antropología, pero este 2019 apuesta a teorizar todo lo que viene haciendo hace un buen rato con su inminente llegada a Santiago para estudiar en la Escuela Moderna. De remixear clásicos de A Tribe Called Quest al hip hop instrumental, terminó haciendo música, letras, mezcla, grabación y producción total de Boudoir Deluxe, el corto que te queremos recomendar.
El primer concepto fue la música lounge, “música suave y de confort”, pero en el atrape de no querer entregar algo sin alma, llegó a humanizar cada una de las seis canciones con detalles de oro que hacen de este trabajo una entrega redonda, emocionante y, por supuesto, muy reconfortante.
“Sade es una de mis máximas referentes. Me gusta el espíritu soft que envuelve, así que el título también apunta a eso, al Love Deluxe”. Lo de Boudoir lo encontró en el océano de conceptos que le dan sentido al placer y lo cómodo. “Los boudoir eran habitaciones de confort que existían en los castillos de Europa, por el 1700. Eran cuartos sólo para mujeres, los traducen como tocadores pero es más que eso porque no es un mueble, es toda una habitación. Cuando caché me puse a leer a Marqués de Sade por La Filosofía del Tocador, pero era demasiado sádico y no tenía nada que ver”.
La suavidad de Sade y el placer de disponer de un lugar para echarte y descansar, entre sonidos que envuelven y calman. Así se siente el corto lleno de tintes de reguetón y trap, pero también de jazz, de Los Prisioneros, de Charly García. Un manifiesto de todo lo que construye los gustos de Mandu González.
“Siempre me han gustado muchos tipos de música: el pop, el reguetón, el trap. No soy un entendido en ese género pero agarré la fórmula rítmica, el autotune”. Pero antes hubo trabajo instrumental y se nota. El ejercicio de samplear se le escapa en las capas. Aunque ya no lo hace con cintas ni vinilos por el precio y variedad de la ciudad del sur, sí es una corriente que mantiene en el digital, y no escatima en jazz y en Ryūichi Sakamoto además de versos de Matiah Chinaski y Gianluca.
“Me gusta poner en evidencia las cosas que conozco”, y así nos encontramos con ‘Toxik’, un cover delicioso de una de las canciones más famosas de Britney Spears, una pieza donde se fusiona ese amor por el arte, por su gato y su mamá, como se escucha en tracks anteriores. Una vuelta tan larga de un himno que ha sido manoseado hasta el hastío, una reinterpretación que suena profunda y densa. Soy adicto, hay algo tóxico en ti.
Entre la vereda desafiante de ‘Paraíso Escorpión’ y el reguetón de ‘Le Boudoir’, se encuentran las misiones 2019. Un clip larga duración que envuelva todos los tracks propios, hasta un siete pulgadas, vía Sello Magia Blanca, son algunos de los movimientos de este año, en el que seguramente vamos a necesitar muchas invitaciones al Boudoir para estar bien Deluxe.